La Familia Real británica conmemoró el 80º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial con una emotiva ceremonia en la Abadía de Westminster, destacando la memoria histórica y el tributo a los veteranos.

 

La Nación / Familia real británica celebra los 80 años del fin de la  Segunda Guerra Mundial

 

La Familia Real británica ha vivido una semana llena de emociones y recuerdos, culminando en un evento significativo que conmemora el 80º aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial en Europa, conocido como el Día de la Victoria.

Este jueves, los reyes Carlos y Camilla, junto con otros miembros de la familia real, asistieron a un emotivo servicio de acción de gracias en la histórica Abadía de Westminster, en Londres.

La ceremonia no solo fue un tributo a los sacrificios de aquellos que lucharon en la guerra, sino también una celebración de la resiliencia y el espíritu del pueblo británico durante tiempos difíciles.

Los reyes no estaban solos en esta ocasión tan especial. El príncipe Guillermo y Kate Middleton, duques de Cambridge, se unieron a ellos, aportando su presencia y apoyo a un evento que resuena profundamente en la historia del Reino Unido.

La familia real fue acompañada por otros dignatarios, incluidos los duques de Edimburgo, la princesa Ana y su esposo Sir Tim Laurence, así como los duques de Gloucester y el duque de Kent.

Este encuentro de figuras notables subraya la importancia de la unidad y la memoria colectiva en momentos de conmemoración.

 

La familia real británica encabezó nuevos actos conmemorativos por los 80  años del fin de la Segunda Guerra Mundial - Infobae

 

El protocolo fue seguido al pie de la letra, comenzando con la llegada de ex primeros ministros británicos, algunos de los cuales asistieron con sus esposas.

Entre los miembros de la familia Windsor, la duquesa de Gloucester destacó con un bolso de diseño inspirado en la bandera británica, mientras que la duquesa Sophie deslumbró con un elegante vestido azul celeste y un gran tocado.

Kate Middleton, por su parte, eligió un vestido blanco con lunares negros, un homenaje sutil a la difunta princesa Diana, quien había lucido un atuendo similar en las carreras de Ascot en 1988.

La ceremonia incluyó un momento solemne en el que la Familia Real se unió al resto de los asistentes para mantener un minuto de silencio, un acto de reflexión y recuerdo por aquellos que dieron su vida en la guerra.

Carlos III, en representación de la nación y la Commonwealth, depositó una corona de flores en la Tumba del Soldado Desconocido, mientras que su hijo Guillermo lo hizo en nombre de los veteranos y la generación de la guerra.

Este gesto simbólico fue acompañado por la presencia de Ken Hay, un veterano de 99 años que sirvió en el 4º regimiento de infantería de Dorset, recordando a todos los presentes la valentía y sacrificio de los que lucharon.

 

La familia real británica encabezó nuevos actos conmemorativos por los 80  años del fin de la Segunda Guerra Mundial - Infobae

 

Durante la ceremonia, se exhibieron objetos históricos significativos, como una máscara de gas y un casco de refugio antiaéreo, representativos de las Fuerzas Armadas británicas y del frente.

Estos elementos, provenientes de la colección del Museo Imperial de la Guerra, fueron colocados cerca del Altar Mayor, evocando la memoria de aquellos tiempos oscuros.

Para añadir un toque emocional, se reprodujo un fragmento del famoso discurso de Winston Churchill, pronunciado tras la victoria sobre la Alemania nazi, resonando en las paredes de la abadía y en los corazones de los asistentes.

Han pasado ochenta años desde que concluyó el conflicto, pero el Reino Unido y su Familia Real continúan reconociendo y honrando los sacrificios realizados.

Es crucial recordar que los abuelos del actual monarca, Jorge VI y la Reina Madre, junto con sus hijas, la futura reina Isabel II y la princesa Margarita, se convirtieron en emblemas de resistencia durante la guerra, permaneciendo en Londres a pesar de los bombardeos.

En este contexto, la misa de conmemoración destacó el sacrificio de aquella generación que enfrentó tiempos complicados con valentía.

 

 

Un día como hoy, hace 80 años, Isabel II tenía solo 19 años y celebró la victoria de manera anónima junto a su hermana, mezclándose con otros ciudadanos que salieron a las calles de Londres, desbordando alegría por el final de la guerra.

La conexión emocional entre la historia y la familia real se siente profundamente, y el evento de hoy es un recordatorio de que el sacrificio de aquellos que vivieron la guerra no debe ser olvidado.

Al finalizar el evento, los reyes Carlos y Camilla se encontraron con veteranos de guerra, rindiendo homenaje a quienes sirvieron con valentía.

Antes de partir, el Rey, junto a otros miembros de la Familia Real, lideró una breve comitiva para colocar flores en el Monumento a las Víctimas Inocentes, ubicado a las afueras de la Abadía de Westminster.

Las imágenes de la reina Camilla, Kate Middleton, la duquesa Sophie, la princesa Ana y la duquesa de Gloucester depositando ramos de flores son un testimonio conmovedor de la gratitud y el respeto hacia aquellos que sacrificaron tanto.

Mientras las campanas de la Abadía de Westminster sonaron 80 veces en un gesto que se reserva para grandes celebraciones, el evento se convirtió en un símbolo de unidad y esperanza.

El legado de la Segunda Guerra Mundial continúa vivo, y la Familia Real británica, junto al pueblo, se compromete a recordar y honrar a quienes lucharon por la libertad y la paz.

Este homenaje no solo es un recordatorio de la historia, sino también una invitación a reflexionar sobre el valor de la unidad y la memoria en tiempos de adversidad.