Elisa Mouliaá complica el juicio contra Íñigo Errejón al filtrarse sus mensajes privados con una amiga sobre la presunta agresión sexual en una fiesta de Madrid, mientras nuevos testigos entran en escena.

 

Los audios de WhatsApp entre Elisa Mouliaá y su amiga, anfitriona de la  fiesta

 

La controversia en torno a la presunta agresión sexual del exportavoz de Sumar, Íñigo Errejón, a la presentadora de televisión Elisa Mouliaá, continúa generando un intenso debate público y mediático.

El caso, que se está llevando a cabo en el juzgado número 47 de Plaza de Castilla en Madrid, ha tomado un giro inesperado con la reciente revelación de audios y mensajes de WhatsApp entre Mouliaá y una amiga cercana, que han sido incorporados al expediente judicial.

Los hechos se remontan a una fiesta celebrada en Madrid, donde, según las alegaciones de Mouliaá, ocurrió la agresión. Desde entonces, el proceso ha estado marcado por múltiples declaraciones de testigos y peritos, así como por las alegaciones de las partes involucradas.

Este lunes, el juez Adolfo Carretero emitió una providencia que incluye los resultados de la investigación policial sobre el móvil de la supuesta víctima.

 

 

Los cuatro mensajes de audio, a los que ha tenido acceso el medio EL PAÍS, revelan las vulnerabilidades de Mouliaá y sus inseguridades en el proceso judicial.

En estos audios, la presentadora expresa su angustia y confusión, lo que pone de manifiesto el impacto emocional que ha tenido el incidente en su vida.

“No sé si estoy haciendo lo correcto”, se escucha en uno de los mensajes, donde también se percibe una lucha interna sobre cómo proceder en el caso.

La amiga de Mouliaá, quien también estaba presente en la fiesta, ha mostrado una perspectiva diferente sobre los hechos, lo que ha generado tensiones en su relación.

En una de las conversaciones, se puede escuchar a la amiga expresar su frustración: “No entiendo por qué no hablas con la policía, esto es grave”.

Este intercambio no solo destaca la presión que siente Mouliaá, sino que también evidencia cómo las percepciones de los eventos pueden variar entre quienes estuvieron presentes.

 

Un asistente a la fiesta declara que no notó "ninguna actitud extraña" en Elisa  Mouliaá la noche de la presunta agresión sexual de Íñigo Errejón | España

 

El ambiente en el juzgado es tenso, con la defensa de Errejón tratando de desacreditar las acusaciones y la parte demandante buscando justicia para Mouliaá.

La situación se complica aún más con la aparición de nuevos testigos que han solicitado declarar, lo que podría cambiar el rumbo del juicio.

Estos testigos han manifestado haber visto a Mouliaá en un estado vulnerable después de la fiesta, lo que podría corroborar su versión de los hechos.

El caso ha captado la atención de los medios de comunicación y del público en general, no solo por la gravedad de las acusaciones, sino también por las implicaciones políticas que conlleva.

Errejón, una figura prominente en la política española, ha sido un defensor de los derechos de las mujeres y ha criticado abiertamente la cultura de la violación.

Esta contradicción ha llevado a muchos a cuestionar su integridad y a exigir una mayor transparencia en el proceso judicial.

 

Dos testigos dicen que Mouliaá les presionó para que avalasen su versión

 

Mientras tanto, Mouliaá ha mantenido un perfil bajo, alejándose de los focos mediáticos y tratando de sobrellevar el peso de la situación. Sus amigos y familiares han expresado su apoyo incondicional, subrayando la valentía que ha demostrado al presentar su caso ante la justicia.

“Es una lucha por la verdad”, afirmó un amigo cercano, quien también destacó la importancia de que las mujeres se sientan seguras al hablar sobre sus experiencias.

El juicio está programado para continuar en las próximas semanas, y se espera que se presenten más pruebas y testimonios que podrían influir en el veredicto final.

 

Dos testigos dicen que Mouliaá les presionó para que avalasen su versión

 

La sociedad observa atentamente, ya que este caso no solo afecta a las vidas de los involucrados, sino que también plantea cuestiones más amplias sobre el consentimiento, la violencia de género y la responsabilidad en el ámbito político.

A medida que el proceso avanza, las voces de apoyo para Mouliaá y las críticas hacia Errejón se intensifican, reflejando un cambio en la percepción social sobre la violencia de género y la necesidad de un sistema judicial que escuche y proteja a las víctimas.

La historia de Elisa Mouliaá es un recordatorio de que, en la búsqueda de justicia, cada voz cuenta y cada testimonio puede marcar la diferencia.

 

El juez del caso Errejón cita el 7 de marzo a familiares de Mouliaá y a  testigos presentes en la fiesta