Las puertas del restaurante más famoso de la televisión llevan abiertas desde 2016, reuniendo a personas que buscan conectar con otras y evolucionando a la par que la sociedad para mostrar las realidades diversas.

 

First Dates', el espejo del amor y la diversidad en televisión - FormulaTV

 

Desde que se encendieron las cámaras por primera vez en el restaurante de ‘First Dates’ el 17 de abril de 2016, nada volvió a ser igual en la televisión española.

Lo que parecía una simple adaptación del formato británico creado en 2013 se transformó en una revolución emocional, social y televisiva que, nueve años después, sigue conquistando a miles de espectadores cada noche en Cuatro.

Pero ¿cuál es el secreto de este programa que ha logrado mantenerse fresco y relevante en una era donde todo caduca rápido?

Isabel Navarro, productora ejecutiva de ‘First Dates’ y directora de casting de Warner Bros.

ITVP España, lo tiene claro: “Desde el principio apostamos por un formato diario, no semanal como en otros países. Eso nos obligó a replantear completamente la producción, desde el casting hasta el ritmo narrativo”.

Y ese riesgo valió la pena. Con más de 2.100 entregas emitidas y alrededor de 21.000 participantes, el programa no solo se ha convertido en un referente del entretenimiento, sino también en un espejo de las transformaciones sociales del país.

 

First Dates', el espejo del amor y la diversidad en televisión - FormulaTV

 

En medio de un plató disfrazado de restaurante romántico, Carlos Sobera se ha convertido en el cómplice de miles de primeras citas, siendo testigo —y a veces confidente— de confesiones que van desde lo entrañable hasta lo desconcertante.

“Aquí viene gente real, de carne y hueso. No actuamos, no forzamos. No importa tu orientación sexual, tu ideología política o tu edad.

En ‘First Dates’ no hay prejuicios, solo personas que buscan amor”, asegura el veterano presentador, quien considera el programa como un “oasis en medio de una sociedad cada vez más polarizada”.

Y no es una exageración. En estos casi diez años de emisión, el restaurante ha recibido a personas de todas las identidades y orientaciones: parejas homosexuales, bisexuales, asexuales, no binarias, de género fluido, poliamorosas…

También se ha dado espacio a la diversidad funcional, el espectro autista, la tercera edad, y hasta se han emitido especiales con motivo del Día del Orgullo, el Día del Autismo o el Día Internacional de las Personas con Discapacidad.

“Lo que buscamos es que cada persona se sienta representada, que se vea reflejada en las historias que contamos”, explica Navarro.

 

First Dates cabecera quinto aniversario

 

Y los datos hablan por sí solos: el 65% de las parejas que se conocen en el programa deciden continuar conociéndose tras la cita. De esas uniones han nacido ya más de 10 bodas y 11 hijos.

“Es algo mágico. Aquí no hay guion. Hay una chispa que a veces se enciende y cambia vidas”, señala Carlos Sobera. Pero también hay desencuentros, rechazos y momentos incómodos.

Y eso también forma parte del atractivo. “La gente quiere ver qué pasa cuando dos personas se miran por primera vez y no hay filtros. Si surge algo, si no… eso también es televisión de verdad”, añade.

Detrás de las cámaras, más de 100 profesionales trabajan a diario para hacer posible cada historia.

Desde el casting —que investiga a fondo la personalidad, gustos y expectativas de cada participante— hasta la edición final, pasando por un equipo técnico que opera con 26 cámaras robotizadas y 8 cámaras fijas que capturan cada gesto sin molestar a los comensales.

“El alma del programa está en esa coordinación. Todo el equipo comparte una misma visión: mostrar el amor en todas sus formas, sin filtros, sin adornos y con respeto”, cuenta Navarro.

 

First Dates empareja a dos solteros de VOX: 'Mis amigas me dicen que es  machista'

 

Junto a Sobera, el equipo del restaurante se ha ido renovando sin perder su esencia. Matías Roure continúa como el carismático barman, mientras que Laura Boado y las gemelas Cristina y Marisa Zapata se han convertido en rostros queridos por los espectadores.

“Son parte de la familia. Conectan con los participantes, los hacen sentir cómodos. Esa cercanía es clave para que todo fluya con naturalidad”, asegura la productora ejecutiva.

El éxito de ‘First Dates’ también ha traspasado su formato original. En España se han emitido spin-offs como ‘First Dates Café’, ‘First Dates Hotel’ y ‘First Dates Crucero’, que llevaron el concepto de la cita más allá del restaurante.

“En estos formatos mostramos desde el antes, el durante y el después de la cita, en entornos más íntimos, lo que permite conocer mejor a los personajes”, explica Navarro.

“Además, hay personas que quizá no se animarían a venir al plató, pero sí a una experiencia diferente en un hotel o en un crucero, donde pueden vivir conexiones más intensas, incluso más transgresoras”, añade Sobera.

 

First Dates', el espejo del amor y la diversidad en televisión - FormulaTV

 

Pero quizá la mayor virtud del programa no está en las estadísticas ni en la innovación televisiva, sino en su función social.

“Los jóvenes deberían ver este programa. Aquí se habla con respeto, sin gritos ni conflictos vacíos. No hay morbo ni búsqueda de drama. Es televisión con alma, donde cada persona tiene la oportunidad de ser escuchada”, afirma el presentador con convicción.

Y así, sin apenas hacer ruido, ‘First Dates’ ha logrado algo que pocos formatos pueden presumir: sobrevivir a las modas, seguir emocionando a los espectadores y, sobre todo, mantenerse fiel a su esencia.

En un país donde la soledad se ha convertido en una de las grandes epidemias del siglo XXI —con más de 5 millones de personas viviendo solas según el INE en 2024—, un restaurante donde alguien te mira a los ojos por primera vez puede ser mucho más que entretenimiento: puede ser la chispa que lo cambia todo.