Un mes después de la muerte de Michu, Gloria Camila y José Fernando han querido pasar unos días junto a la pequeña Rocío.

Un mes después del fallecimiento de Michu, el vínculo familiar ha brillado con fuerza: Gloria Camila, su hermano José Fernando y la pequeña Rocío decidieron encontrarse para reconectar y enfrentar juntos el dolor reciente.

Este reencuentro se produjo a principios de agosto de 2025 en un entorno íntimo y discreto, lejos del bullicioso foco mediático que rodea a la conocida familia Ortega Cano.

Según fuentes cercanas, el encuentro tuvo lugar en una residencia familiar en la Costa Ballena, Cádiz, elegida por su entorno tranquilo y reconfortante donde los recuerdos pueden fluir y el vínculo emocional sanarse.

Desde su llegada, la duquesa de Montoro se mostró serena pero visiblemente conmovida.

En una breve declaración a la prensa que la abordó con respeto, afirmó: “Estar con mi hermano y mi sobrina me da fuerza, todo en familia es mejor”, frase que resumió su estado de ánimo: dolor en calma y esperanza compartida.

José Fernando, por su parte, se presentó con rostro sereno pero cargado de emociones. Al ser preguntado sobre el bien de la niña y su futuro bajo el cuidado de la abuela materna, respondió con determinación: “Lo único que queremos es que Rocío tenga la mejor vida posible”.

Estas palabras tienen un trasfondo importante: la familia mantiene viva la intención de luchar por la custodia de la niña, deseando ofrecerle un hogar estable y unido tras la pérdida de su madre.

Durante la breve estancia, los tres protagonizaron imágenes íntimas y emotivas que compartieron discretamente en redes sociales: caminatas por la playa al atardecer, charlas largas y momentos de juego con Rocío.

En una de las pocas publicaciones, apareció Gloria Camila arrodillada junto a la niña enseñándole con un gesto tierno cómo construir castillos de arena.

“Ella nos enseñará a amar cada instante”, escribió junto a la imagen, subrayando que el lazo con la pequeña es ahora más fuerte que nunca.

Aunque no se publicaron grabaciones extensas ni declaraciones públicas detalladas por respeto a la privacidad de la menor, se filtraron algunos fragmentos del reencuentro en revistas del corazón:

una escena reveladora contaba cómo Gloria Camila rompió a llorar en silencio mientras José Fernando la consolaba tomándole del hombro.

En palabras de un testigo cercano: “Fue un momento muy tierno, él le susurraba al oído mientras ella secaba las lágrimas con una mano y con la otra sostenía a Rocío”.

La ausencia de Tamara, la hermana de ambos y ex pareja de José Fernando, también fue notable. Su conflicto con la familia ha generado divisiones profundas, y su ausencia en este momento crucial resuena como una señal de distanciamiento irreversible.

Algunos allegados comentan que los lazos se han tensado tanto que incluso otros familiares expresaron alivio porque este encuentro se

celebrara sin su presencia, permitiendo un ambiente de calma y reconciliación entre quienes sí desean estar unidos por el bienestar emocional de la niña.

La figura de Michu sigue siendo recordada en cada gesto. En una pequeña ofrenda que colocaron junto a la playa, dejaron una rosa blanca sobre la arena, en silencio, en memoria de quien fuera el eje maternal de la familia.

Según María, una amiga íntima: “Fue un gesto simbólico para decir adiós, cerrar un capítulo doloroso y mirar hacia adelante juntos”.

El retorno a Cádiz no solo ha servido para reencontrarse afectivamente, sino también para reencontrarse con la idea de hogar.

Conscientes del poder de la familia como motor de fortaleza, decidieron pasar esos días en un ambiente apacible en el que Rocío pudiera sentir seguridad y observar lo que significa amar sin condiciones.

En redes sociales, seguidores de Gloria Camila saludaron la iniciativa con mensajes como “Qué bonito verla sonreír otra vez” y “La niña merece crecer rodeada de amor familiar”.

La incertidumbre sobre la estabilidad emocional de la niña sigue presente.

Aunque no se han hecho públicos detalles sobre los pasos legales para obtener la custodia, fuentes internas del entorno familiar advierten que se iniciará formalmente la solicitud a final de agosto, en compás con el regreso a la rutina en Madrid.

La decisión de iniciar ese trámite, según explican, se debe a que desde su entorno creen que un núcleo familiar unido ofrecería el apoyo afectivo y la estabilidad que la pequeña necesita tras un año marcado por la pérdida y la confusión.

Una periodista cercana al clan Ortega Cano declaró: “Ver a Gloria y José Fernando juntos es ver la verdadera cara del duelo: el dolor compartido, la resistencia y el deseo de reconstrucción.

Esta reunión está llena de simbología: el pasado se reconoce, el presente se enfrenta y el futuro se construye con la presencia de la niña como centro emocional”.

Tras estos días en Cádiz, la familia se despidió con la promesa de seguir construyendo juntos desde la distancia. Gloria Camila volvió a Madrid con Rocío, mientras José Fernando se mantuvo unos días más para cerrar asuntos personales.

Ambos enviaron mensajes de gratitud a quienes los apoyaron desde el silencio: “Gracias por estar, por escuchar, por respetar”, publicó ella en sus redes, acompañada de una imagen difuminada de la playa al amanecer.

Así, este reencuentro emocional tras la trágica pérdida de Michu ha dejado claro que la familia, cuando enfrenta el dolor unida, encuentra un refugio y un camino hacia adelante. El duelo continúa, pero el amor compartido se perfila como la mejor herramienta para reconstruirse.