Según hemos podido conocer en las últimas horas, Irene estaría bastante enfadada con su ya expareja por una cuestión económica

La reciente separación de Kiko Rivera e Irene Rosales ha captado la atención de los medios y del público, y ahora se desvela un nuevo motivo que podría haber sido el detonante de esta ruptura.

Tras once años de relación y nueve de matrimonio, la noticia de su separación fue confirmada por ambos a través de sus redes sociales, donde Kiko expresó: “Tomar la decisión correcta a veces es lo más difícil, pero también lo más necesario.

Y en este caso, lo hacemos con respeto, con gratitud y con la certeza de que lo más importante seguirá siendo lo mismo: nuestras niñas”. Sin embargo, lo que parecía ser una separación amistosa ha tomado un giro inesperado con las recientes declaraciones de Irene.

En el programa ‘No somos nadie’ del Canal TEN, la periodista María Patiño reveló que Irene comenzó a sospechar que el dinero que Kiko traía de sus actuaciones no era el que realmente debería haber traído.

“Empezó a sospechar que el dinero que traía de los bolos no era el que tenía que traer”, afirmó Patiño, añadiendo que Irene atribuía parte de esta situación a Fran, el representante de Kiko.

Esta discrepancia económica generó tensiones entre la pareja, dando lugar a discusiones que, según fuentes cercanas, fueron uno de los factores que llevaron a la decisión de separarse.

Irene, que ha estado activa en sus redes sociales mostrando una actitud alegre y positiva, se siente frustrada por la falta de transparencia en la economía del hogar.

La situación se volvió insostenible cuando Kiko regresaba a casa con menos dinero del que Irene esperaba, lo que provocó malentendidos y conflictos en su relación.

A pesar de la ruptura, María Patiño también mencionó que Irene está “muy ilusionada” y planea organizar una fiesta llamada ‘Las divorciadas’, lo que indica que está dispuesta a seguir adelante con su vida.

La separación se comunicó a algunos amigos cercanos antes de hacerse pública, incluyendo a Anabel Pantoja y Manuel Bollo.

Sin embargo, Raquel Bollo, colaboradora del programa ‘TardeAR’, reveló que ella ya estaba al tanto de la situación desde antes del verano, lo que sugiere que la ruptura no fue una sorpresa para su círculo cercano.

Raquel Bollo, en su intervención, destacó que la separación fue una decisión consensuada y que ambos siguen teniendo un respeto mutuo. “Es algo real, una decisión consensuada, no de un día para otro.

Hay respeto mutuo y, sobre todo, piensan en sus hijas”, comentó. Además, enfatizó que no hay terceras personas involucradas en este asunto, a pesar de los rumores que suelen surgir en torno a las separaciones de figuras públicas.

Uno de los momentos críticos que llevaron a Irene a tomar la decisión de dejar a Kiko ocurrió durante la celebración de la comunión de una de sus hijas, donde Kiko desapareció de la fiesta, lo que hizo que Irene se sintiera traicionada y decidiera que era suficiente.

“Todo saltó por los aires durante la celebración de la comunión”, reveló el periodista Saúl Ortiz, quien ha estado siguiendo de cerca la historia de la pareja.

A lo largo de su relación, Irene soportó varios comportamientos que consideró inaceptables por parte de Kiko, incluyendo supuestas infidelidades, lo que ha dejado una huella profunda en su confianza.

A pesar de esto, ambos están intentando mantener una relación cordial por el bienestar de sus hijas, que son su prioridad en este momento.

“Cuando tienes un respeto por la persona que ha compartido tu vida y tu prioridad son tus hijos, es entendible”, comentó Terelu Campos, quien ha sido testigo de la evolución de la relación entre Kiko e Irene.

La situación actual de Kiko e Irene es un claro ejemplo de cómo las relaciones pueden transformarse con el tiempo y cómo las dificultades económicas y la falta de confianza pueden afectar incluso a las parejas que parecen tener una base sólida.

Ambos están en un proceso de adaptación a sus nuevas vidas y, aunque la separación ha sido dolorosa, parece que están decididos a hacerlo de la mejor manera posible, priorizando siempre el bienestar de sus hijas.

Mientras Kiko intenta enfocarse en su carrera y en su papel como padre, Irene parece estar encontrando su camino hacia la independencia y la felicidad.

Los seguidores de la pareja estarán atentos a los próximos capítulos de esta historia, que sigue desarrollándose y revelando nuevos detalles sobre la vida de estos dos personajes del corazón español.