Rafael Nadal sorprende al regalarle a su esposa Xisca Perelló una villa de 50 millones de dólares en Mallorca, un gesto cargado de amor que simboliza el inicio de una nueva etapa familiar tras su posible retirada del tenis.

 

El cambio de Rafa Nadal tras ser padre: su relajada actitud al hablar de su  vida privada y el papel de Xisca

 

Rafael Nadal, el ícono mundial del tenis y orgullo de España, ha vuelto a estar en boca de todos, esta vez por un gesto íntimo y sorprendente que ha dejado al mundo entero conmovido.

Fuera de las pistas, donde ha forjado una de las carreras más legendarias de la historia del deporte, el tenista mallorquín ha protagonizado un momento que trasciende la fama y los títulos: ha regalado a su esposa, Xisca Perelló, una espectacular villa de estilo mediterráneo, valorada en 50 millones de dólares.

Pero lo que parecía solo un obsequio de lujo, en realidad encierra una historia de amor, esfuerzo compartido y nuevos comienzos.

La propiedad, ubicada en Porto Cristo, Mallorca, el lugar donde Nadal creció y donde aún vive su familia, es una de las joyas arquitectónicas más deseadas del Mediterráneo.

Diseñada con una estética sobria y elegante, la villa cuenta con más de 1.000 metros cuadrados construidos, amplios jardines, terrazas con vistas infinitas al mar, piscina de borde infinito, spa privado, gimnasio y acceso directo a una cala casi secreta.

Es un lugar soñado por cualquier persona, pero en este caso, construido por Nadal con la intención de rendir homenaje a la mujer que ha estado a su lado en cada paso de su vida personal y profesional.

 

Xisca Perelló y Rafa Nadal, todos los detalles de su historia de amor: del  origen de su relación a su peor momento y la llegada de su hijo

 

La reacción de Xisca Perelló fue de total incredulidad. Al ver por primera vez la casa terminada, no pudo evitar romper en lágrimas, visiblemente emocionada, y abrazó a Nadal sin pronunciar palabra durante varios minutos.

Para quienes presenciaron la escena, fue un momento cargado de simbolismo: no se trataba solo de una propiedad deslumbrante, sino de un espacio concebido como refugio familiar tras los años más exigentes en la carrera del tenista, y justo en el umbral de una nueva etapa.

Nadal, que recientemente anunció su posible retirada definitiva del circuito profesional, ha estado reorientando su vida hacia nuevos horizontes.

Con 22 títulos de Grand Slam en su haber, es considerado uno de los mejores tenistas de todos los tiempos, pero también uno de los más discretos y humildes fuera del terreno de juego.

Su matrimonio con Xisca en 2019 fue una ceremonia íntima, celebrada en Mallorca, lejos de los focos mediáticos, como casi todo lo que envuelve su vida privada.

 

El nuevo casoplón de Rafa Nadal y Xisca Perelló en Porto Cristo

 

Este gesto de regalarle una villa multimillonaria a su esposa es excepcional incluso en el mundo de las celebridades. Pero quienes conocen a Nadal saben que no es una ostentación vacía.

La construcción del inmueble tomó más de dos años, supervisado personalmente por el propio Rafael, quien deseaba que cada detalle reflejara tranquilidad, equilibrio y belleza natural.

La elección del lugar, además, no es casual: a escasos minutos de la Rafa Nadal Academy, su proyecto más ambicioso fuera de las pistas, donde forma a jóvenes tenistas bajo una filosofía de trabajo, humildad y perseverancia.

La villa será el lugar donde la pareja espera establecerse de manera definitiva, sobre todo ahora que han empezado una nueva etapa como padres.

En octubre de 2022, Xisca dio a luz al primer hijo de ambos, un acontecimiento que transformó profundamente la vida del deportista, quien ha confesado que la paternidad ha cambiado sus prioridades.

Aunque sigue vinculado al tenis desde su academia y otros proyectos, Nadal ha declarado en varias entrevistas que su familia ahora ocupa el centro absoluto de su vida.

 

Mery Perelló, el primer y único amor de Rafa Nadal | ¡HOLA!

 

Este cambio de foco también se refleja en sus decisiones empresariales. Nadal ha diversificado su carrera con inversiones inteligentes y proyectos que trascienden el deporte.

Ha fundado su propia marca de hoteles de lujo, ZEL, junto con la cadena Meliá, y ha invertido en la creación de residencias exclusivas en Marbella a través de su sociedad Palya, en colaboración con empresarios españoles.

Asimismo, ha estado involucrado como productor en documentales y series que retratan la vida de personalidades influyentes, consolidando su imagen como un emprendedor visionario.

Pero sin duda, la villa de Porto Cristo marca un antes y un después. No es solo una residencia; es un símbolo de agradecimiento hacia la mujer que lo ha acompañado silenciosamente en las buenas y en las malas, que ha renunciado a la exposición pública para proteger su

intimidad y la de su hijo, y que ha sostenido los pilares emocionales del campeón durante los momentos más duros, como las múltiples lesiones que pusieron en jaque su carrera y los largos viajes que los mantuvieron separados durante años.

 

Rafa Nadal y Xisca Perelló se convertirán en padres por segunda vez

 

Con esta casa, Nadal quiere “regresar a la raíz”, como él mismo ha expresado en alguna ocasión. Quiere que su hijo crezca en el mismo entorno natural donde él se formó, lejos del bullicio, rodeado de mar, aire puro y valores familiares sólidos.

La villa es, en definitiva, el escenario donde Nadal empieza a escribir el siguiente capítulo de su vida. Y lo hace como siempre: con elegancia, con generosidad y con el corazón por delante.

Lo que parecía ser solo una noticia de lujo y glamour, se ha convertido en una historia profundamente humana que muestra otra cara del campeón: la del hombre que, más allá de los trofeos, sigue creyendo que lo más importante se construye en casa, con amor, paciencia y dedicación.

La villa de Xisca no es solo una casa, es un sueño hecho realidad que refleja el alma de Rafael Nadal. Y es, sin duda, el regalo más valioso que ha dado en toda su vida.