La revista Lecturas ha charlado con el actor de ‘Los Serrano’ y ‘Física o Química’ sobre cómo se encuentra en pleno tratamiento de su acción a las drogas y su nueva vida en Chiclana de la Frontera

Adrián Rodríguez, conocido por sus papeles en series icónicas como ‘Los Serrano’, donde interpretaba a DVD, y ‘Física o Química’,

ha comenzado un nuevo capítulo en su vida en Chiclana de la Frontera, Cádiz, lejos de los círculos que le recordaban a su pasado turbulento con las drogas.

A sus 36 años, el actor ha decidido abrirse sobre su proceso de recuperación y la transformación que ha experimentado tras años de lucha contra la adicción.

El actor, que fue concursante de ‘Supervivientes’, abandonó el reality a los 18 días sin comprender del todo por qué lo había hecho.

Ahora, tras varios años de tratamiento especializado, Rodríguez asegura que aquella decisión fue un detonante para darse cuenta de que algo no iba bien en su vida. “Creo que era el mono que se disfrazaba de hambre.

Allí me empecé a dar cuenta de que algo pasaba. Yo quería hacer el reality y no era normal que yo abandonara. No sabía lo que me pasaba, pero además fue un detonante porque me decepcioné a mí mismo”, confiesa.

Desde entonces, Adrián ha trabajado en terapia diaria, tanto grupal como individual, enfocándose en aprender a gestionar sus emociones y a reconectar con aspectos positivos de su vida que la adicción le hacía olvidar.

“Un adicto suele olvidar lo positivo y quedarse con lo negativo. En el malestar es donde más consumimos porque no sabemos gestionar las emociones.

Cuando empiezas jovencito con las drogas, tapas todo este tipo de cosas. La gran mentira de la droga es que lo haces para evadirte, pero al final el problema sigue ahí”, explica.

Su mudanza a Chiclana no fue casualidad. Junto a su pareja, se ha trasladado a la ciudad gaditana para alejarse de los entornos que le empujaban al consumo y para comenzar una nueva vida.

Allí ha empezado a trabajar como profesor de interpretación en la escuela House of Dreams, ayudando a otros a desarrollar su talento mientras se enfoca en su propia recuperación.

“El empezar de cero y conocer nuevos sitios, generar nuevos recuerdos, al final es un factor muy importante. Si estoy en Madrid o Barcelona me recordaría a cómo estaba antes”, asegura.

La recuperación de Adrián no ha estado exenta de dificultades. Poco después de iniciar su tratamiento, su madre falleció a causa de un cáncer, lo que supuso un duro golpe emocional y provocó alguna recaída puntual.

Sin embargo, Rodríguez subraya que estas recaídas han sido aisladas y que siempre ha vuelto al tratamiento con determinación. “Lo bueno que puedo decir es que cuando he recaído ha sido un día determinado y puntual porque las recaídas pueden ser de años”, explica.

A pesar de los momentos difíciles, el actor mantiene una visión clara sobre su futuro en la televisión.

Aunque no descarta regresar a ‘Supervivientes’, confiesa que le atraería más participar en ‘GH VIP’, un entorno que considera más controlado y que le permitiría mostrarse más auténtico frente a la audiencia.

“Algo que no fuera tan extremo porque ahora no sería positivo. Más adelante no lo sé. En Guadalix podría ser más yo y dar más juego, creo que la gente me conocería mucho más”, afirma.

Su trayectoria profesional se vio seriamente afectada por la adicción, llevándole incluso a episodios de depresión y sensación de inutilidad. “A raíz de esto yo veía que no funcionaba algo bien en mí y no me veía bien.

Eso me hacía consumir más y entré en depresión”, recuerda. Sin embargo, Rodríguez enfatiza que la experiencia también le ha enseñado a poner límites y priorizar su bienestar:

“Cada uno hace su vida. Si algo he aprendido es que tengo que mirar por mí y no depender de los demás”.

Adrián también reflexiona sobre decisiones pasadas como su etapa en OnlyFans, que utilizó para financiar sus primeros meses de tratamiento.

Aunque reconoce que aquella actividad estaba en conflicto con sus valores, no se arrepiente, pues le permitió continuar su proceso de recuperación. “Depende mucho de cómo cada uno lo gestione. Cada uno es libre y yo lo respeto”, dice.

En cuanto a las relaciones familiares y la necesidad de perdón, el actor asegura que ha aprendido que pedir perdón empieza por cuidarse y rectificar sus errores. “Las personas que sentimos que hemos defraudado siempre estamos pidiendo perdón. Pero se queda en una palabra.

En este proceso me he dado cuenta de que al final el perdón lo tengo que pedir poniéndome bien yo y haciendo las cosas bien”, comenta, reflejando la madurez que ha ganado a lo largo de su tratamiento.

Hoy, Adrián Rodríguez vive un presente más sereno y enfocado en el día a día, con proyectos y objetivos claros, pero sin depender de ellos para su felicidad.

Su historia es un testimonio de resiliencia y de cómo el apoyo adecuado, la disciplina y la reflexión pueden conducir a una reinvención personal y profesional, dejando atrás un pasado marcado por la adicción y la pérdida.