El rey Juan Carlos se reunió con Victoria Federica y Froilán en Abu Dabi para pedirles que moderen su vida pública, en una petición que no habría sido bien recibida por Zarzuela.

 

El Rey Juan Carlos I reúne a Victoria Federica y Froilán para hacerles una  petición que no gustará en Zarzuela

 

El rey Juan Carlos ha vuelto a hacer ruido desde Abu Dabi, y esta vez, no por sus tradicionales regatas ni por sus contadas apariciones públicas, sino por una reunión privada con sus nietos Victoria Federica y Froilán que ya está dando mucho de qué hablar en los círculos cercanos a la Casa Real.

A sus 86 años, el emérito parece no estar dispuesto a mantenerse al margen de los movimientos familiares y ha tomado la iniciativa de citar a dos de los nietos con los que mantiene una relación especialmente cercana para hacerles una petición concreta… y polémica.

Según ha trascendido, el encuentro tuvo lugar en tierras árabes, aprovechando uno de los frecuentes viajes que hacen Victoria y Froilán a Emiratos para visitar a su abuelo.

Lo que comenzó como una reunión familiar más, cargada de afecto y complicidad, terminó convirtiéndose en una charla seria con cierto tono de advertencia.

Juan Carlos I, consciente del desgaste de la imagen de la monarquía y del foco que sus propios nietos atraen con cada movimiento, les habría pedido que moderen su exposición pública y que, en la medida de lo posible, se mantengan alejados del foco mediático.

Esta petición, lejos de ser anecdótica, revela un cambio de tono por parte del emérito, quien en tiempos recientes ha intentado lavar su imagen personal con una vida más ordenada y reservada.

Aunque sigue contando con el afecto de una parte de la sociedad española, el exmonarca es consciente de que tanto Froilán como Victoria Federica han protagonizado titulares que generan incomodidad en Zarzuela.

Desde fiestas en locales de élite, presuntas actitudes polémicas y cierta cercanía con entornos poco ejemplares, hasta un uso constante de las redes sociales que poco encaja con la discreción institucional que se espera de alguien con apellido Borbón.

 

Victoria Federica saca las garras por su hermano Froilán y define a la  Familia del Rey con una sola palabra

 

En especial, Victoria Federica ha desarrollado en los últimos años una carrera como influencer de moda y rostro habitual de eventos sociales.

Aunque cuenta con una gran legión de seguidores y marcas interesadas en trabajar con ella, su perfil está cada vez más alejado de la sobriedad que se impone dentro del entorno real.

Froilán, por su parte, ha sido protagonista de varias polémicas, desde altercados nocturnos hasta una vida marcada por el exceso y los titulares incómodos. Todo ello ha llevado a que, desde la Casa Real, se tome una postura más distante respecto a los hijos de la infanta Elena.

La conversación con su abuelo, según fuentes cercanas, no fue dura pero sí firme. Juan Carlos les habría transmitido su deseo de que cuiden más sus comportamientos públicos, eviten las controversias y mantengan una actitud más acorde con la responsabilidad que implica formar parte de la familia real, aunque no tengan agenda institucional.

Lo curioso del caso es que el mensaje no habría sido consensuado con Zarzuela, lo que ha generado cierta incomodidad en el entorno del rey Felipe VI.

La relación entre el actual monarca y su padre sigue siendo cordial pero distante. Aunque no hay enfrentamientos abiertos, es conocido que Felipe ha trazado una línea clara entre su reinado y el legado de su padre.

En este sentido, cualquier intento del rey emérito de interferir o influir en los miembros más jóvenes de la familia puede ser visto como una intromisión fuera de lugar.

Desde Zarzuela se mantiene una estrategia clara de institucionalidad, contención y control de imagen, especialmente en lo que respecta a Leonor y Sofía, y cualquier desvío en paralelo, incluso si viene del abuelo, puede alterar ese equilibrio.

 

Victoria Federica recurre a una imagen del pasado para felicitar a su  abuelo, el rey Juan Carlos I

 

Este nuevo episodio no solo refleja las tensiones internas de la familia Borbón, sino también el difícil proceso de transición generacional que vive la monarquía española.

Mientras Leonor se forma para ser reina con disciplina y proyección internacional, otros miembros de la familia viven realidades completamente distintas.

Juan Carlos, en su retiro dorado, parece decidido a asumir un papel de patriarca con voz propia, aunque eso signifique enfrentarse al criterio oficial del Palacio.

A pesar de todo, tanto Victoria como Froilán valoran profundamente a su abuelo y mantienen una relación emocional muy fuerte con él.

No está claro si acatarán sus consejos o si seguirán con sus estilos de vida actuales, pero lo cierto es que el gesto de Juan Carlos los coloca nuevamente en el foco mediático.

Y con ello, la pregunta inevitable vuelve a surgir: ¿hay espacio en la monarquía del siglo XXI para miembros sin funciones oficiales pero con gran visibilidad pública?

Mientras tanto, desde Zarzuela prefieren no hacer comentarios. La postura es la habitual: prudencia, silencio institucional y ningún tipo de reacción ante decisiones personales del rey emérito.

Sin embargo, las conversaciones privadas que se producen fuera del entorno del Palacio tienen, sin duda, un eco que termina afectando la imagen global de la institución.

La reunión en Abu Dabi puede parecer un asunto familiar más, pero sus implicaciones son profundas. Es la muestra de que, incluso lejos de España y sin funciones oficiales, Juan Carlos sigue teniendo voz y pretende seguir influyendo en el legado de su apellido.

Y en ese camino, sus nietos favoritos son piezas clave que aún podrían cambiar su rumbo… si deciden escucharlo.