La reina Sofía ya se encuentra en Mallorca y ha estado presente en la tradicional recepción del Palacio de Marivent que cada año realizan los reyes Felipe y Letizia

 

La reina Sofía, ya en Mallorca para asistir a la recepción de Marivent: los  veranos felices que no volverán

 

El Palacio de Marivent ha vuelto a abrir sus puertas para acoger una de las citas más emblemáticas del verano mallorquín: la tradicional recepción ofrecida por los Reyes Felipe y Letizia a las autoridades y representantes de la sociedad balear.

Pero este año, quien acaparó todas las miradas no fue Letizia, ni siquiera la princesa Leonor, sino una figura que parecía que no aparecería: la reina emérita Sofía.

A sus 86 años y con el rostro marcado por una mezcla de serenidad y nostalgia, doña Sofía hizo su reaparición pública agarrada del brazo de sus dos nietas, Leonor y Sofía, en uno de los momentos más comentados de la velada.

La llegada de la emérita no era segura. En los días previos se había especulado que podría cancelar su estancia habitual en Mallorca debido a su profunda preocupación por el delicado estado de salud de su hermana, la princesa Irene de Grecia.

De hecho, este año doña Sofía no fue la primera en llegar a Marivent, como solía hacerlo.

Rompió así una de sus tradiciones más queridas, ya que siempre disfrutaba profundamente de los veranos en Mallorca, donde la naturaleza y el ambiente mediterráneo le recordaban con fuerza a su tierra natal.

 

Los secretos del Palacio de Marivent: medio siglo como residencia de la  Familia Real en Palma

 

Sin embargo, su compromiso con la Corona y su papel como figura institucional sólida dentro de la Casa Real la empujaron a estar presente en este acto tan simbólico.

La aparición se produjo el lunes 4 de agosto por la tarde, cuando los jardines del palacio se llenaron de cámaras, flores y discretas conversaciones diplomáticas.

Fue entonces cuando la reina Sofía cruzó el paseo central acompañada de la princesa Leonor y la infanta Sofía, en un gesto cargado de ternura y significado.

Las jóvenes, vestidas con looks frescos y veraniegos, la escoltaban con afecto evidente, conscientes del momento emocional que su abuela estaba viviendo.

Según se escuchó entre murmullos durante la recepción, una de las asistentes se acercó a la emérita y le comentó: “Majestad, qué alegría verla aquí, no esperábamos que pudiera venir.”

A lo que doña Sofía respondió con una leve sonrisa: “No quería faltar. Esta tierra siempre me da fuerzas, y mis nietas me convencieron.”

 

La princesa Leonor y la infanta Sofía debutan en Marivent: primera recepción  oficial junto a los Reyes y su abuela, doña Sofía

 

El atuendo elegido por la reina Sofía también fue objeto de numerosos comentarios en la prensa y redes sociales. Se decantó por un conjunto satinado en tonos turquesas, muy en sintonía con el paisaje mediterráneo.

Un pantalón de pernera ancha del mismo color y una blusa estampada con lazo al cuello componían un estilismo sofisticado pero relajado, perfectamente adecuado para el evento.

Complementó su look con salones plateados, un bolso de cadena dorada y un llamativo collar, además de varias pulseras, uno de sus accesorios favoritos desde siempre.

Aunque estuvo presente en el acto, fuentes cercanas a Zarzuela han confirmado que la estancia de la reina Sofía en la isla será breve, no superando las 48 horas.

El motivo: necesita estar cerca de su hermana, la princesa Irene, que sufre desde hace años una enfermedad degenerativa. En sus últimas apariciones públicas, Irene ha sido vista en silla de ruedas, visiblemente más frágil.

Desde hace meses no se la ha vuelto a ver en compañía de la reina Sofía, lo que ha disparado los rumores y ha intensificado la preocupación de la emérita.

 

La reina Sofía, arropada por Leonor y Sofía, reaparece sonriente en Mallorca  con el conjunto satinado más veraniego

 

El año pasado, en esta misma época, Leonor y Sofía acompañaban a su tía “Pecu” —como la llaman cariñosamente— en unas imágenes que dejaron una huella imborrable en el imaginario de la familia real.

Esta ausencia, sin duda, ha marcado el ánimo de la emérita, que ha tenido que afrontar un verano especialmente duro y diferente al habitual.

Según algunos comentaristas especializados en Casa Real, la reina Sofía ha insistido en mantener su papel activo dentro de la agenda institucional, a pesar de las circunstancias personales.

Durante todo el año ha acudido a numerosos eventos y ha evitado desaparecer del foco mediático, consciente de que su figura sigue siendo crucial para una parte de la ciudadanía y, sobre todo, para mantener la unidad familiar frente a las tensiones internas y los desafíos políticos.

 

La princesa Leonor y la infanta Sofía debutan en Marivent: primera recepción  oficial junto a los Reyes y su abuela, doña Sofía

 

La presencia de doña Sofía, aunque discreta, tiene un poderoso efecto simbólico. Su aparición, su elegancia serena y su determinación por cumplir con sus deberes incluso en momentos difíciles, refuerzan su imagen como el pilar silencioso pero firme de la Casa Real.

Y, en esta ocasión, sus dos nietas supieron acompañarla con cariño y respeto, haciendo visible el relevo generacional sin eclipsar la figura de su abuela.

La recepción concluyó sin declaraciones oficiales, pero con muchos rostros satisfechos y gestos de admiración hacia la emérita.

Uno de los asistentes comentó en voz baja: “Con Sofía nunca hay improvisación, todo lo que hace está pensado… y esta aparición también lo está.” Quizás tenía razón.

Porque, incluso en medio de la preocupación y la tristeza, la reina emérita ha vuelto a demostrar por qué sigue siendo una figura clave en la monarquía española.