La princesa Leonor realizó una visita inédita a Ceuta a bordo de la fragata “Blas de Lezo”, en el marco de su formación militar con la Armada Española, marcando un hito simbólico al convertirse en el primer miembro de la Familia Real en pisar la ciudad autónoma en medio de un contexto geopolítico sensible.

 

La princesa Leonor visita Ceuta de manera extraoficial

 

La princesa Leonor ha reaparecido este fin de semana en Ceuta en medio de un ambiente cargado de simbolismo político y militar.

Lo que podría haberse entendido como una escala técnica de su formación naval en la fragata “Blas de Lezo” ha terminado convirtiéndose en una visita histórica con múltiples lecturas.

La heredera al trono desembarcó en el puerto ceutí el sábado 22 de junio, acompañada de la dotación militar, como parte del despliegue del Grupo de Combate Expedicionario Dédalo-25, liderado por el portaaviones “Juan Carlos I”.

Aunque su presencia no se anunció oficialmente y no se organizó ningún acto público, su paso por la ciudad autónoma no ha pasado desapercibido y ya genera debate: ¿es esta la manera en que la Casa Real retoma la conexión directa con Ceuta después de años de silencio institucional?

Leonor, que se encuentra realizando su etapa de formación con la Armada como parte de su instrucción militar en la Escuela Naval de Marín, ha pasado ya por distintas fases navales, entre ellas su primer embarque en alta mar y actividades en tierra.

La parada en Ceuta forma parte de su participación en maniobras militares que se están desarrollando en el Mediterráneo y el Atlántico, incluidos ejercicios Sinkex con fuego real y despliegues conjuntos con aliados de la OTAN.

Estas operaciones tienen como objetivo reforzar la capacidad operativa de la Armada española y entrenar a las futuras élites militares, entre ellas a la propia princesa.

 

La princesa Leonor llega este sábado a Ceuta a bordo de la fragata 'Blas de Lezo' tras cruzar el Estrecho de Gibraltar

 

La visita de Leonor a Ceuta, aunque breve y sin actos protocolarios, tiene un peso simbólico enorme, sobre todo si se recuerda que ni el rey Felipe VI ni la reina Letizia han podido visitar Ceuta ni Melilla desde que ascendieron al trono en 2014.

La tensión diplomática con Marruecos ha mantenido en pausa cualquier viaje oficial de los monarcas a estas dos ciudades autónomas españolas, que siguen siendo objeto de disputa velada por parte del país vecino.

En este contexto, la presencia de la heredera directa al trono en uno de los enclaves geopolíticamente más sensibles de España no puede considerarse una simple coincidencia.

Durante su estancia en la ciudad, Leonor permaneció en todo momento en el entorno militar, desplazándose entre la fragata “Blas de Lezo”, el portaaviones “Juan Carlos I” y el acuartelamiento García Aldave, sede del Tercio Duque de Alba de la Legión, donde habría participado en actividades de instrucción.

Fuentes cercanas indican que mantuvo un encuentro institucional privado con el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan Jesús Vivas, lo que refuerza aún más el carácter simbólico de la visita, aunque no haya trascendido ninguna imagen oficial.

 

La princesa Leonor llega a Ceuta a bordo de la fragata Blas de Lezo

 

Esta escala llega en un momento muy relevante dentro del calendario de formación de la princesa. Desde el 14 de junio, Leonor se encuentra embarcada junto a más de 200 militares, incluyendo a cinco compañeros de la Escuela Naval.

A bordo de la “Blas de Lezo” realiza prácticas reales: guardias en el puente de mando, formación en navegación, maniobras de seguridad, conocimiento del armamento y del funcionamiento interno del buque.

Tras esta etapa, el 3 de julio está previsto que se incorpore al buque-escuela “Juan Sebastián de Elcano”, en el que continuará su formación marítima. El objetivo: prepararse de manera integral para su futuro rol como Jefa Suprema de las Fuerzas Armadas, cargo que asumirá con la Corona.

La elección de Ceuta como punto de escala tiene además una dimensión estratégica. Situada en la puerta del Estrecho, esta ciudad es una pieza clave en el control de las rutas marítimas entre el Mediterráneo y el Atlántico.

Desde el punto de vista militar, Ceuta alberga destacamentos importantes del Ejército de Tierra y de la Marina, siendo uno de los puntos más vigilados de la geografía nacional.

No es casual que la Armada incluya a esta ciudad dentro de los ejercicios de despliegue con los buques más importantes del país, como el “Juan Carlos I” o las fragatas de clase Álvaro de Bazán.

Para muchos analistas, la escala de Leonor en Ceuta podría interpretarse como una forma sutil, pero efectiva, de reafirmar la soberanía española en estos territorios frente a las pretensiones marroquíes, sin necesidad de enviar un mensaje político directo.

Al no tratarse de una visita de Estado ni de un acto oficial, la Casa Real evita un conflicto diplomático, pero logra reforzar su presencia simbólica en un territorio que, hasta ahora, parecía relegado en su agenda.

Además, la discreción de la visita permite a la princesa ganar experiencia en escenarios complejos, lo que sin duda contribuye a su formación como futura reina en un contexto internacional cada vez más inestable.

 

La princesa Leonor asiste en Ceuta a un acto militar en la sede de La Legión

 

Cabe recordar que esta no es la primera vez que Leonor realiza actividades institucionales de calado sin cobertura mediática explícita.

Durante su paso por el buque “Juan Sebastián de Elcano”, que zarpó a principios de año rumbo a América Latina, la princesa vivió meses de formación intensa, con escalas en Montevideo, Salvador de Bahía y otras ciudades estratégicas.

En Panamá, se reencontró con su madre, la reina Letizia, en una visita privada que fue interpretada como un gesto de apoyo familiar a su proceso formativo.

Todo esto forma parte de un plan cuidadosamente diseñado para introducir a Leonor, poco a poco, en los engranajes de la representación institucional, combinando rigor, disciplina y visibilidad dosificada.

En resumen, la breve estancia de Leonor en Ceuta no es solo un capítulo más de su formación militar: es un movimiento estratégico de enorme carga simbólica.

Sin pronunciar palabra, sin necesidad de discursos ni imágenes oficiales, la princesa ha marcado un punto de inflexión en la relación de la Corona con una ciudad históricamente olvidada por las visitas regias.

En un solo fin de semana, Leonor ha demostrado que está lista para asumir su papel, no solo como futura reina, sino como figura clave en la proyección institucional de España.

 

Rumbo a Ceuta: la Princesa Leonor ya está a bordo de la fragata 'Blas de Lezo'