Durante su visita a la Feria del Libro de Madrid, la reina Letizia protagonizó momentos cercanos, divertidos y espontáneos que reflejan su verdadera pasión por la lectura, desde sus conversaciones con libreros y músicos hasta su reacción ante libros sobre reinas, todo ello mientras sorteaba con humor una fractura en el pie y reafirmaba su papel como figura clave en la promoción cultural.

 

Letizia, en la Feria del Libro de Madrid 2025: su gesto espontáneo con los  periodistas

 

La reina Letizia ha vuelto a demostrar que es mucho más que una figura institucional. Durante la inauguración de la 83ª Feria del Libro de Madrid en el Parque del Retiro, su espontaneidad, cercanía y pasión por la literatura marcaron una jornada repleta de momentos que pocos olvidarán.

Bajo un sol abrasador y en medio de una alerta roja por altas temperaturas, Letizia recorrió las casetas entre saludos, risas, anécdotas y hasta algún que otro malentendido que se ha hecho viral.

Acompañada por el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y la directora de la feria, Eva Orúe, la reina fue recibida con calidez por los más de 1.000 expositores que este año llenan el emblemático parque madrileño.

Lejos de limitarse a un paseo institucional, la reina conversó con libreros, preguntó por títulos concretos, se interesó por editoriales independientes y hasta compró libros de su propio bolsillo.

En la caseta de la editorial Páginas de Espuma, que celebra 25 años, Letizia demostró conocer perfectamente su catálogo y se llevó varias obras de narrativa breve, uno de sus géneros favoritos.

También pasó por la histórica librería Rafael Alberti, que cumple medio siglo, donde fue recibida con una ovación espontánea.

Su relación con el mundo del libro no es nueva: Letizia ha sido vista en numerosas ocasiones visitando librerías de incógnito, algo que los libreros valoran como una prueba auténtica de su amor por la lectura.

 

La espontánea entrevista con la que Letizia ha vuelto al periodismo en la  Feria del Libro de Madrid y los libros por los que se ha interesado este  año | Vanity Fair

 

Uno de los momentos más comentados del día ocurrió cuando, en el stand de RTVE, se encontró con los integrantes del grupo musical Vetusta Morla.

Sin dudarlo, les preguntó qué estaban leyendo, y la respuesta de uno de ellos, “La mala costumbre”, de Alana S. Portero, arrancó una sonrisa cómplice a la reina, conocedora de la obra.

Pero no todo fueron aciertos: en otro punto del recorrido confundió al reportero de “Espejo Público” con un enviado de “Y ahora Sonsoles”, el programa presentado por su amiga Sonsoles Ónega.

Al darse cuenta del error, lo resolvió con naturalidad y humor, enviando saludos tanto a Sonsoles como a Susanna Griso, provocando carcajadas entre los periodistas.

Letizia no se fue con las manos vacías: recibió más de una veintena de libros, entre ellos “En agosto nos vemos”, la obra póstuma de Gabriel García Márquez, y “Seis poemas galegos” de Lorca.

También se interesó por ensayos como “El uso de la foto”, de Annie Ernaux, y títulos más arriesgados como “La ciudad de Dios”, de Pasolini.

Pero lo más curioso fue su reacción al recibir una novela sobre reinas consortes: “¡Otro más!”, exclamó entre risas, dejando claro que es un tema recurrente en sus lecturas recomendadas.

Algunos testigos aseguran que anotaba mentalmente recomendaciones que le hacían los libreros, algo que revela su verdadero interés.

 

La reina Letizia visita por sorpresa la Feria del Libro de Madrid

 

En el pabellón infantil, la reina conversó con niños del Colegio FEM, a quienes preguntó con ternura qué libros estaban leyendo.

Uno de los pequeños le habló con entusiasmo de una historia de dragones y princesas, y ella, lejos de seguir el protocolo, se agachó a su altura y le pidió que se lo recomendara por si se lo quería leer también.

Luego, visitó a estudiantes de arquitectura de la Universidad Rey Juan Carlos, responsables de una maqueta para mejorar el diseño espacial de la feria, a quienes animó a seguir buscando soluciones innovadoras para eventos públicos.

Pese a sufrir una reciente fractura en un dedo del pie derecho, Letizia recorrió la feria sin quejarse, aunque confesó a los periodistas que probablemente tendría que descansar al llegar a casa.

“Trataré de volver si tengo el hueso soldado”, bromeó, lo que demuestra que la cita literaria es para ella un evento ineludible.

Desde hace años, la reina se ha convertido en una habitual de la Feria del Libro, tanto en visitas oficiales como privadas, y no es raro que los asistentes relaten haberla visto en años anteriores vestida de forma discreta, comprando libros como una ciudadana más.

 

La Reina Letizia visita por sorpresa la Feria del Libro de Madrid

 

El entusiasmo por su presencia fue tal que, al poco tiempo de abandonar el recinto, las redes sociales ya se habían inundado de vídeos, imágenes y comentarios sobre los momentos que protagonizó.

“Es una reina lectora, culta y cercana”, escribía un tuitero, mientras otros compartían memes del error entre Sonsoles y Griso.

Pero también hubo reconocimiento serio: su apuesta por visibilizar editoriales pequeñas, libros feministas, autores latinoamericanos o literatura en lenguas cooficiales revela un criterio amplio y actualizado, algo que no suele destacarse en las figuras institucionales.

El acto tuvo que suspenderse por la tarde debido a la ola de calor, pero el paso de Letizia por el Retiro ya había dejado huella. Fue un día que mostró a una reina humana, comprometida con la cultura y, sobre todo, apasionada por los libros.

En un país donde muchas veces se cuestiona la utilidad de la monarquía, Letizia demuestra con gestos como este que su papel puede ir más allá de la representación y convertirse en un motor de promoción cultural.

No fue solo una reina inaugurando un evento: fue una lectora entusiasta, una ciudadana curiosa y una figura que conecta con la gente a través de las historias que todos compartimos cuando abrimos un libro.