Tras triunfar como modelo, actriz y presentadora, Lorena ha dado un giro a su vida y tiene una nueva y sorprendente faceta profesional.

Lorena Bernal, coronada Miss España en 1999 y conocida durante años por su imponente presencia en las pasarelas, en la televisión y en el mundo del espectáculo, ha sorprendido a muchos con el rumbo radical que ha tomado su vida.

A sus 43 años, lejos de los focos y las cámaras que durante tanto tiempo la acompañaron, Lorena se ha reinventado como coach espiritual, abrazando una filosofía de vida centrada en la conexión interior, el bienestar emocional y la búsqueda de la auténtica felicidad.

Radicada desde hace años en Estados Unidos, donde vive junto a su marido, el exfutbolista Mikel Arteta —actual entrenador del Arsenal en la Premier League inglesa— y sus tres hijos, Lorena ha optado por una vida más tranquila, marcada por el crecimiento personal y el acompañamiento de otros en sus procesos de transformación.

Su perfil en redes sociales ya dejaba entrever un cambio profundo, pero fue en una reciente entrevista cuando explicó abiertamente su nueva faceta profesional y personal.

“Desgraciadamente, hay poca gente feliz en el mundo”, afirmó con serenidad, dejando claro que su propósito actual es contribuir a que esa realidad cambie.

Para ella, el concepto de éxito ha evolucionado radicalmente: ya no se mide por contratos, alfombras rojas o fama, sino por el equilibrio emocional, la autenticidad y la paz interior.

“Durante muchos años viví atrapada en lo que se esperaba de mí, en los estándares de perfección y belleza, y eso pasa factura”, confesó. Este testimonio sincero ha resonado entre muchos de sus seguidores, que aplauden su valentía por compartir un proceso tan íntimo y desafiante.

El giro en su vida comenzó de manera gradual hace más de una década, cuando decidió poner en pausa su carrera para volcarse en la maternidad y en su familia.

A medida que sus hijos crecían, Lorena empezó a formarse en disciplinas como la inteligencia emocional, el mindfulness, la programación neurolingüística y la espiritualidad práctica.

“Empecé buscando respuestas para mí misma, pero acabé descubriendo que podía ayudar a otros”, explicó.

En la actualidad, ofrece sesiones individuales, talleres online y charlas motivacionales, donde comparte herramientas y experiencias para lograr una vida más plena.

La transición no fue sencilla. “Hubo momentos de mucha duda, de miedo, de sentir que lo dejaba todo atrás”, reconoció. Sin embargo, hoy asegura que nunca se ha sentido tan alineada con su propósito.

En su discurso, evita los dogmas y apuesta por una visión realista pero esperanzadora: “No se trata de estar bien todo el tiempo, sino de saber acompañarse en cada emoción, en cada caída, sin juzgarse”.

Uno de los aspectos más llamativos de su nueva etapa es la forma en que ha integrado su pasado con su presente. Lejos de renegar de su carrera como modelo o actriz, Lorena afirma que todo lo vivido la ha preparado para este momento.

“Aprendí mucho sobre la presión, la exposición pública, la autoimagen… y todo eso hoy me ayuda a entender mejor a las personas que acompaño”, aseguró.

También ha comenzado a trabajar con adolescentes y jóvenes que se enfrentan a la ansiedad, la inseguridad o la exigencia social, compartiendo con ellos herramientas prácticas para construir una autoestima sana.

En redes sociales, sus publicaciones se han vuelto cada vez más introspectivas. Frases como “No eres lo que logras, eres lo que superas” o “Respira, todo lo que necesitas está dentro de ti” acompañan imágenes sobrias, lejos del brillo de antaño.

Muchos de sus seguidores, incluso aquellos que la conocieron por su carrera artística, la han acogido con entusiasmo en esta nueva faceta, compartiendo sus propios procesos de crecimiento e inspiración.

Respecto a su vida privada, Lorena mantiene la misma discreción que siempre la ha caracterizado. Su relación con Mikel Arteta continúa sólida y basada en el respeto mutuo.

“Él ha sido un gran apoyo en todo este proceso”, dijo, y añadió que ambos comparten una visión muy similar sobre la educación de sus hijos y la importancia del bienestar emocional en el entorno familiar.

Aunque sus agendas profesionales los mantienen ocupados, priorizan los momentos de calidad y el acompañamiento consciente en la crianza.

Hoy, lejos del ruido mediático y las luces del espectáculo, Lorena Bernal encarna una versión serena y auténtica de sí misma.

A través de su historia, demuestra que es posible renacer, reinventarse y construir un camino coherente con los propios valores.

Más que una ex reina de belleza, hoy es una guía para muchos que buscan encontrar luz en medio del caos cotidiano.

Y aunque algunos aún la recuerdan como la joven que conquistó España con su sonrisa y elegancia, quienes la siguen ahora descubren a una mujer profunda, comprometida y luminosa, que ha hecho de su experiencia vital una herramienta para sanar.