Lydia Lozano revela con dureza las verdaderas causas del fracaso de “La Familia de la Tele” y critica la falta de control y dirección del equipo liderado por Valldeperas, Belén Esteban y Kiko Matamoros.

 

Lydia Lozano ya lo advirtió: alertó de por qué fracasaría "La Familia de la  Tele" y no le escucharon

 

En un giro inesperado de los acontecimientos, Lydia Lozano, reconocida periodista y colaboradora habitual en programas de televisión, ha destapado las razones detrás del estrepitoso fracaso de “La Familia de la Tele”, un programa que prometía ser el nuevo fenómeno de la televisión pública española, pero que solo logró mantenerse al aire durante un mes.

En una reciente entrevista en el popular podcast “Mola Mazo”, Lozano no dudó en compartir su perspectiva sobre lo que salió mal y cómo sus advertencias fueron desestimadas por el equipo del programa.

El programa, que se emitía en TVE, buscaba replicar el éxito de “Sálvame”, un formato que ha dominado la televisión del corazón en España. Sin embargo, Lozano había anticipado desde el principio que adaptar este estilo a la televisión pública sería un desafío monumental.

“Les advertí sobre las dificultades que enfrentaríamos. En Televisión Española, las normas son estrictas y no se pueden manejar las cosas como en otros canales”, explicó.

A pesar de sus advertencias, los productores y su equipo, entre ellos David Valldeperas, Belén Esteban y Kiko Matamoros, decidieron seguir adelante sin tener en cuenta sus consejos.

 

 

La periodista utilizó una metáfora poderosa para describir la situación: “Era como tener cinco, seis o siete caballos desbocados encerrados en una cuadra”.

Esta imagen ilustra la falta de control y la improvisación que caracterizaban el programa, un caos que, según Lozano, fue insostenible.

Ella misma había vivido situaciones similares en proyectos anteriores, como en “Mañaneros”, donde también enfrentó dificultades técnicas y de producción, pero nunca había visto una falta de dirección tan evidente.

Lozano no escatimó en detalles al hablar de las dificultades técnicas que presentaba el programa.

La rigidez en el movimiento de cámaras y la imposibilidad de improvisar, características propias de la televisión pública, chocaban frontalmente con el estilo libre y desenfadado de “Sálvame”.

“El formato no encajaba con la audiencia de ‘La 1’. No se puede esperar que el público de la televisión pública responda de la misma manera que lo hace el público de Telecinco”, sentenció.

 

Lydia Lozano confiesa su enfermedad en La familia de la tele

 

La presión por mantener el interés de la audiencia fue otra de las razones que llevaron al programa al fracaso. Lozano confesó que la experiencia fue tan angustiante que deseaba que el programa terminara lo antes posible.

“Era un ambiente tóxico, donde todos estábamos nerviosos y no sabíamos cómo reaccionar ante la falta de resultados”, reveló.

Esta situación llevó a que el equipo se sintiera desbordado y sin rumbo, lo que se tradujo en una serie de episodios que no lograron captar la atención del público.

El impacto de este fracaso no solo se sintió en la pantalla, sino que también afectó las relaciones personales dentro del equipo. La tensión aumentó entre los colaboradores, quienes comenzaron a cuestionar las decisiones tomadas por la producción.

Lozano, en su papel de voz crítica, se encontró en una posición complicada, ya que sus advertencias y análisis no fueron bien recibidos por sus compañeros. “A veces, es difícil ser la voz de la razón en un entorno donde todos quieren seguir adelante sin escuchar”, comentó.

 

Estaba deseando que acabase": Lydia Lozano se sincera sobre 'La familia de  la tele' y las dificultades de trabajar en TVE

 

El fracaso de “La Familia de la Tele” ha abierto un debate sobre la dirección que deben tomar los programas de televisión en España. Muchos críticos sugieren que se debe reconsiderar cómo se adaptan los formatos de éxito a distintos contextos y audiencias.

La experiencia de Lozano podría servir como una lección valiosa para futuros proyectos, recordando a los productores que la audiencia de televisión pública tiene expectativas diferentes y que la adaptación de formatos populares requiere más que solo un cambio de nombre.

A medida que la industria televisiva evoluciona, la historia de “La Familia de la Tele” y la advertencia de Lydia Lozano resuenan como un recordatorio de que el éxito en la televisión no solo depende de la popularidad de un formato, sino también de su capacidad para conectar con la audiencia de manera efectiva y auténtica.

La pregunta que queda en el aire es: ¿qué lecciones se aprenderán de este fiasco y cómo influirán en el futuro de la televisión en España?

 

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