Maite Galdeano rompe su silencio, apoya a Cristian y habla del conflicto con Sofía Suescun y Kiko Jiménez tras un año sin contacto con su hija.

La tormenta mediática que envuelve a la familia Suescun no cesa, y en esta ocasión es Maite Galdeano quien ha decidido romper su silencio tras un año sin contacto con su hija Sofía Suescun.

En un inesperado momento vivido el pasado fin de semana en la playa de San Pedro del Pinatar, Murcia, Maite concedió unas palabras al programa ‘Fiesta’ que han encendido de nuevo la polémica familiar.

Con una actitud firme desde su toalla en la playa, Maite fue preguntada sobre la reciente ruptura definitiva entre sus hijos Cristian y Sofía, y el conflicto que también involucra al novio de esta última, Kiko Jiménez, colaborador de televisión y figura central en esta disputa.

“No voy a hablar”, fue su primera respuesta, sin embargo, sus gestos y palabras dejaron claro que mantiene una postura muy crítica hacia Kiko Jiménez, a quien culpa indirectamente de la fractura familiar.

“Hay muchísimo de lo que hablar”, señaló Maite sin mencionar directamente a Kiko, pero aludiendo a “las personas que acaparan” y que provocan tensiones dentro del núcleo familiar.

Su apoyo abierto esta vez fue hacia Cristian Suescun, quien recientemente confirmó que la relación con su hermana Sofía está completamente rota, algo que ha sido una realidad durante más de un año, y que ha dejado una profunda brecha en la familia.

En las últimas semanas, Cristian Suescun ha hecho públicas acusaciones graves contra Kiko Jiménez, un enfrentamiento que ha escalado hasta el punto de que el novio de Sofía ha decidido poner la situación en manos de sus abogados, apartándose temporalmente de su trabajo en el programa ‘Fiesta’.

La ausencia de Kiko este sábado en el plató fue explicada por los presentadores como una recomendación legal para evitar conflictos mayores mientras se resuelve la situación jurídica.

Sin embargo, Maite restó importancia a esas acusaciones y defendió a su hijo, afirmando con convicción: “¿Acusaciones? Son verdades. Con lo bueno que es… no tiene maldad”.

Esta declaración abre la puerta a especulaciones sobre la profundidad de los problemas entre los protagonistas y pone en evidencia un conflicto más profundo que las simples palabras públicas.

Por otro lado, Maite también se ha defendido de las críticas recibidas por supuestos mensajes negativos hacia su hija Sofía en redes sociales. La exconcursante de realities dejó claro que ella no ha hablado mal de Sofía y que echa mucho de menos a su hija.

“No me he pronunciado para nada, no he hablado de mi hija. Son cuentas falsas que se camuflan de comentadores para decir que he hablado y no es verdad”, declaró, intentando poner fin a rumores y aclarar la posición que mantiene en medio de esta guerra familiar.

La situación es especialmente delicada para Sofía Suescun, quien se encuentra en el centro del conflicto y, según los colaboradores del programa, es “la gran perdedora” en esta batalla familiar.

Mientras su familia critica abiertamente a Kiko Jiménez, su novio ha tomado distancia, creando dos grupos claramente enfrentados alrededor de Sofía, lo que pone en peligro la estabilidad personal y profesional de la joven.

“Son dos grupos muy diferentes tirando de la misma persona, y al final se va a romper”, comentó una de las colaboradoras, subrayando el drama y la posible ruptura definitiva dentro del clan.

Este episodio es solo la última de una serie de conflictos que han mantenido a la familia Suescun en el ojo público durante años, con una historia marcada por enfrentamientos en programas de televisión, realities y redes sociales.

Maite Galdeano, conocida por su carácter fuerte y su presencia mediática, vuelve a situarse en el centro del debate con unas declaraciones que prometen seguir dando mucho que hablar.

La incógnita ahora es si estas palabras servirán para acercar posturas o si, por el contrario, seguirán avivando una guerra familiar que parece no tener fin.

Mientras tanto, el público sigue atento a cada movimiento y declaración, con la certeza de que en esta historia quedan muchos capítulos por descubrir.

El año sin contacto entre madre e hija, la defensa pública de Maite a su hijo Cristian, la ausencia legalmente aconsejada de Kiko y la soledad emocional de Sofía forman un triángulo cargado de tensión que solo el tiempo podrá resolver.

Este drama familiar no solo afecta a sus protagonistas sino que también refleja la complicada convivencia y las fracturas que a menudo se esconden tras el brillo de la fama y la televisión, mostrando un lado más humano y doloroso de las figuras públicas que, hasta ahora, solo conocíamos a través de la pantalla.

La familia Suescun está en un momento crítico, y sus próximas decisiones serán clave para su futuro personal y mediático.