Manu Marlasca critica públicamente a RTVE por supuestos intentos de censurar películas en ‘Cine de Barrio’, lo que provoca una tensa respuesta del presidente Conrado Escobar y desata un encendido debate sobre memoria histórica y libertad cultural en la televisión pública.

La televisión pública española vive momentos de alta tensión y el epicentro del conflicto tiene nombre propio: ‘Cine de Barrio’.

Lo que parecía una simple opinión ha derivado en un enfrentamiento directo entre Manu Marlasca, reconocido periodista y colaborador del programa de Ana Rosa, y el actual presidente interino de RTVE, Conrado Escobar.

La chispa se encendió en el plató de Telecinco, pero las llamas llegaron hasta el corazón mismo de la corporación pública, generando un debate nacional sobre el papel de la televisión pública, la memoria cultural y la censura ideológica.

Todo comenzó cuando Manu Marlasca, durante una intervención en el programa matinal de Ana Rosa Quintana, criticó con dureza lo que él considera una actitud revisionista de RTVE respecto a la programación de ‘Cine de Barrio’, emblemático espacio dedicado al cine español de décadas pasadas.

Marlasca denunció que algunos responsables dentro de la cadena estarían evaluando “limpiar” la programación de películas consideradas políticamente incorrectas o “desactualizadas con los valores actuales”, en una especie de reescritura forzada de la historia cultural del país.

Sus palabras no pasaron desapercibidas. Pocas horas después, Conrado Escobar respondió públicamente desde una rueda de prensa, negando rotundamente que exista censura dentro de la programación del mítico espacio televisivo.

“No estamos borrando el pasado, lo estamos contextualizando. Nuestra obligación es ofrecer contenidos que respeten los valores constitucionales y el pluralismo de nuestra sociedad actual”, afirmó el presidente de RTVE, visiblemente molesto por las acusaciones.

Este cruce de declaraciones no tardó en incendiar las redes sociales. Miles de usuarios tomaron partido: unos defendiendo la postura de Marlasca y exigiendo que no se toque ni un solo fotograma de la historia del cine español; otros apoyando la renovación de los contenidos y pidiendo una televisión pública más inclusiva y crítica con el pasado franquista.

La guerra cultural se reactivó, y ‘Cine de Barrio’, lejos de ser un simple contenedor de nostalgia, se convirtió en campo de batalla ideológico.

Lo cierto es que el programa, que lleva décadas en antena y ha sido presentado por figuras como José Manuel Parada, Carmen Sevilla o Alaska, siempre ha estado ligado a un tipo de cine marcado por los años del franquismo, las comedias de barrio, los musicales costumbristas y las películas con íconos como Lina Morgan, Paco Martínez Soria o Marisol.

Aunque muchos espectadores lo consideran un refugio emocional y cultural, otros lo ven como una plataforma que durante años blanqueó una parte de la historia.

La discusión ha ido más allá del plató. Varias asociaciones de defensa de la memoria histórica han aplaudido los intentos de contextualización que RTVE estaría promoviendo, señalando que no se trata de censurar sino de acompañar las emisiones con análisis críticos, aportes históricos y una mirada moderna.

En contraste, expertos en comunicación y libertad de expresión advierten del riesgo de aplicar filtros ideológicos a obras artísticas, recordando que el cine es también testimonio de su época, con sus luces y sombras.

Mientras tanto, Ana Rosa Quintana no ha dudado en respaldar a su colaborador en su espacio televisivo, dedicando minutos de debate al asunto y dando voz a quienes consideran que la televisión pública se está politizando en exceso.

En un gesto que muchos han considerado como un golpe directo a RTVE, incluso se llegó a emitir un fragmento de una antigua película protagonizada por Manolo Escobar, mientras los tertulianos discutían sobre si hoy podría volver a emitirse sin levantar polémica.

Conrado Escobar, que lleva pocas semanas en el cargo y ya ha tenido que lidiar con críticas internas por sus decisiones en la parrilla de RTVE, ha insistido en que su gestión busca “modernizar la oferta sin perder la esencia de la televisión pública”.

Sin embargo, este episodio con Marlasca lo deja en una posición delicada frente a sectores conservadores que siguen teniendo una fuerte influencia en el Consejo de Administración de la corporación.

El futuro de ‘Cine de Barrio’, por ahora, parece garantizado, aunque no sin cambios. Desde RTVE se baraja la posibilidad de introducir nuevos formatos dentro del espacio, como entrevistas con expertos, cápsulas de contextualización histórica y la inclusión de películas más recientes que reflejen una España diversa y actual.

Estas medidas, aunque bienintencionadas, podrían aumentar el malestar entre los seguidores más fieles del programa.

Lo que empezó como una crítica puntual se ha convertido en uno de los episodios más polémicos de la televisión española en lo que va del año. La televisión pública vuelve a estar en el centro del debate, dividida entre la memoria y la modernidad, entre la tradición y la crítica.

Y mientras tanto, en los hogares españoles, muchos se preguntan si la próxima película que verán en ‘Cine de Barrio’ vendrá con advertencias, con explicaciones… o simplemente ya no vendrá.