Con el estadio de la Cartuja a rebosar, a ritmo de ‘La Macarena’ y con una sonrisa de oreja a oreja, el influencer ha vuelto a la

José Carlos Montoya reapareció este sábado 26 de julio en el estadio de La Cartuja, en Sevilla, en uno de los eventos más esperados del verano: la Velada del Año organizada por Ibai Llanos.

Con una sonrisa amplia, mirada brillante y rodeado de miles de asistentes, el joven influencer volvió a sentir el calor del público tras más de un mes desaparecido de la escena mediática.

Su paso por ‘Supervivientes 2025’ dejó huella en él, y aunque aún arrastra secuelas emocionales por los tres intensos meses en los Cayos Cochinos de Honduras, no quiso faltar a una de las citas más relevantes del universo digital español.

La última vez que se vio a Montoya en un evento público fue durante la gala final de ‘Supervivientes’, donde terminó siendo uno de los finalistas más queridos del público, aunque no logró alzarse con la victoria.

Desde entonces, muchos seguidores notaron su ausencia en redes sociales, lo que alimentó rumores sobre su estado de salud mental.

Algunas fuentes cercanas al entorno del sevillano afirmaban que estaba atravesando una etapa de agotamiento emocional y necesitaba desconectar por completo.

El propio Montoya, en uno de sus escasos mensajes durante ese periodo, confesó: “No estoy bien del todo, necesito tiempo para mí. Ha sido la experiencia más dura de mi vida, tanto física como mentalmente”.

Su retorno en La Cartuja no pudo ser más simbólico. Sevilla, su tierra natal, lo recibió con los brazos abiertos.

El ambiente era festivo, las gradas repletas de jóvenes cantaban al ritmo de “La Macarena” y “Sevilla tiene un color especial” cuando apareció por uno de los accesos VIP del estadio.

Vestido con camiseta blanca y pantalón vaquero claro, se mostró cercano, relajado y dispuesto a dejar atrás el mal trago reciente. Sonrió, saludó, se tomó fotos y recibió muestras de cariño constante de un público que claramente no ha olvidado su carisma.

Asistió acompañado de un grupo de amigos y varios rostros conocidos del entorno influencer, entre ellos Anita Williams, compañera de realities y buena amiga de Montoya desde su paso por ‘La isla de las tentaciones’.

La presencia de Anita también generó especulaciones sobre una posible relación más cercana entre ambos, algo que por ahora ninguno de los dos ha confirmado ni desmentido.

Testigos aseguran que ambos se mostraron muy cómplices durante toda la noche, conversando al oído y riendo a menudo, aunque también mantuvieron cierta discreción ante las cámaras.

La Velada del Año no solo fue el escenario perfecto para el regreso de Montoya, sino también una oportunidad para reconectar con su comunidad. Decenas de jóvenes se acercaron para hablar con él, algunos incluso emocionados.

“Verlo aquí después de todo lo que ha pasado es increíble. Se nota que aún le cuesta, pero lo está intentando”, dijo una fan visiblemente conmovida. Otro grupo de seguidores aplaudía al unísono cada vez que el influencer levantaba la mano para saludar.

Fuentes cercanas al entorno del programa ‘Supervivientes’ confirmaron que Montoya había rechazado varias ofertas televisivas tras su salida del reality, prefiriendo mantenerse al margen del foco mientras se recuperaba.

“Le ofrecieron platós, entrevistas y hasta un posible documental, pero él dijo que no quería hacer nada hasta sentirse preparado”, explicó una persona de producción.

Ahora, con su aparición pública en este evento de primer nivel, parece estar dando el primer paso para volver al ruedo, aunque de forma progresiva.

La salud mental de los participantes de realities ha vuelto al centro del debate en las últimas semanas.

Varios exconcursantes han denunciado públicamente el desgaste psicológico que sufren al regresar a la vida real, especialmente tras experiencias tan extremas como las que plantea ‘Supervivientes’.

En el caso de Montoya, su transformación física fue evidente, pero el impacto emocional fue aún más profundo. Él mismo lo reconocía durante la final: “He aprendido mucho, pero también he roto por dentro. Espero poder reconstruirme poco a poco”.

Su futuro profesional es aún incierto, pero todo apunta a que su presencia en eventos como el de La Cartuja podría marcar el inicio de una nueva etapa más reflexiva, más auténtica y quizás menos mediática.

Montoya sigue siendo una figura potente en redes sociales, con millones de seguidores que lo respaldan. Y ahora, más que nunca, ese respaldo parece ser su mejor medicina.

Lo que queda claro es que, aunque el brillo de los focos puede ser efímero, el cariño del público verdadero no se desvanece tan fácilmente.

Y Montoya, tras lo vivido en Honduras y su valiente silencio, ha sabido volver a escena con elegancia, honestidad y el aplauso de los que nunca dejaron de esperarlo.