Olga Moreno rompe su silencio en su estreno como colaboradora y defiende a Rocío, asegurando que su testimonio es sincero y que hablar después de tantos años ha sido una liberación necesaria.

El regreso de Rocío Flores a un plató de televisión, después de años de ausencia mediática, ha causado un verdadero terremoto en el universo del corazón.

La hija de Antonio David Flores y Rocío Carrasco eligió el programa ‘¡De Viernes!’, emitido el pasado viernes 5 de septiembre en horario de máxima audiencia, para abrirse en canal y narrar con lágrimas en los ojos que su madre le había “destrozado la vida”.

Una confesión impactante que no solo emocionó al público, sino que también removió sentimientos en su entorno más cercano.

Entre ellos, Olga Moreno, exmujer de Antonio David y ganadora de ‘Supervivientes 2021’, que reaccionó en directo este lunes 8 de septiembre en el estreno de su nuevo papel como colaboradora en ‘El tiempo justo’, el programa vespertino de Joaquín Prat en Telecinco.

La entrevista de Rocío fue un auténtico desgarro. Con la voz quebrada, aseguró que, a pesar de la nula relación con su madre, si esta la necesitase, ella estaría ahí: “Siempre he querido retomar esa relación.

Mi padre nunca se opuso, al revés, me animaba. Siempre me ha apoyado”. Estas palabras, teñidas de dolor y nostalgia, marcaron uno de los momentos más fuertes de la emisión.

Pero lo que más estremeció fue cuando habló de Antonio David, al que calificó como su “gran pilar” y confesó el miedo que llegó a sentir tras la emisión de la docuserie de Rocío Carrasco.

“Lo veía destruido, señalado por la calle… Llegué a pensar que se iba a suicidar. Tenía pavor, lo llamaba constantemente para asegurarme de que estaba bien. Eso es lo más duro que he vivido”, relató entre sollozos, provocando un silencio sepulcral en el plató.

Olga Moreno, que desde su separación con Antonio David había optado por mantener un perfil bajo, sorprendió con una reacción cargada de emoción y empatía.

“La he visto muy emotiva en la entrevista, lloré al verla. Fue muy sincera, con su verdad. Era necesario para ella después de tanto tiempo callada. Para Rocío esto ha sido como una liberación. Dolorosa, sí, pero liberadora”, expresó con los ojos vidriosos ante las cámaras.

No se trataba de una defensa a ciegas, sino de una convicción: “Es lo que ella ha vivido. Podrá gustar más o menos, pero va con la verdad siempre. De mentirosa no tiene nada. Ha omitido muchas cosas para no hacer daño a otras personas”.

Las declaraciones de Rocío también incluyeron un punto especialmente sensible: la separación de su padre y Olga, una ruptura que nunca esperó y que, según reconoció, le cambió la vida por completo.

“Sufrí mucho con esa separación, ha sido un golpe que no esperaba. Olga ha sido como una madre para mí”, confesó.

Por primera vez, admitió un distanciamiento con la sevillana: “Fue una situación que nos vino grande a todos. No supe cómo gestionarlo. Lo único que pedía era que mi hermana pequeña no sufriera lo mismo que nosotros ya habíamos pasado con otra separación”.

Estas palabras encontraron respuesta inmediata en el debut televisivo de Olga como tertuliana. “Es cierto que hubo un tiempo en que estuvimos distantes, como dice ella, pero ahora nuestra relación es buena”, aclaró con serenidad.

Y añadió una reflexión cargada de madurez: “Las personas se pelean, se enfadan, hay cosas que a ella no le han gustado, cosas que a mí no me han gustado… pero mientras haya amor y cariño, ahí estamos. Yo la quiero mucho y siempre estaré a su lado”.

La entrevista de Rocío Flores ha marcado un antes y un después en su relación con el público y con su entorno.

Si en su día la joven optó por el silencio en medio del huracán mediático generado por su madre, ahora ha decidido hablar y compartir su dolor, abriendo viejas heridas pero también mostrando un lado humano y vulnerable que muchos desconocían.

La reacción de Olga Moreno, a su vez, ha sido interpretada como un gesto de reconciliación pública y una muestra de unidad en medio de un drama familiar que lleva años alimentando titulares.

Lo que está claro es que la reaparición de Rocío no ha dejado indiferente a nadie. Su sinceridad, unida a la emotiva defensa de Olga, ha vuelto a colocar en el foco la historia de una familia marcada por rupturas, enfrentamientos y heridas que parecen no cicatrizar nunca.

El regreso de la joven a la televisión no solo ha servido para contar su verdad, sino también para recordar que, más allá de los platós y la prensa rosa, detrás de cada escándalo mediático hay vidas reales que cargan con un peso difícil de soportar.

La expectación ahora se centra en si estas declaraciones abrirán un nuevo capítulo en la relación entre madre e hija, o si, por el contrario, reavivarán una guerra mediática que parecía haber encontrado un respiro.

Mientras tanto, Olga se mantiene firme en su apoyo a Rocío, convencida de que, pese a las dificultades, la joven ha dado un paso necesario para liberarse de años de silencio y dolor. Una batalla que, a juzgar por la emoción en cada palabra, está lejos de haber terminado.