Paty Sánchez-Flores, hija de Quique Sánchez-Flores, y Javier Millet Ripoll celebran su espectacular boda en Jávea rodeados de la familia Flores y numerosos rostros famosos en un evento que fusionó tradición, moda y emoción.

 

De Lolita y Elena Furiase a Alejandra Rubio: La boda de Paty Sánchez Flores  reúne a su familia con ausencias destacadas

 

La boda de Patricia “Paty” Sánchez-Flores y Javier Millet Ripoll ha sido el evento más esperado del año en Jávea, un enclave idílico en la Comunidad Valenciana.

La influencer y personal shopper, de 26 años y hija del reconocido Quique Sánchez-Flores, ha dicho “sí, quiero” en una ceremonia que ha reunido a cerca de 350 invitados, entre los que se encontraban numerosas celebridades del mundo del espectáculo y la moda.

La elección de la parroquia de San Bartolomé para la celebración no fue casual; es un lugar cargado de significado familiar y tradición.

La llegada de la novia, del brazo de su padre, fue uno de los momentos más emotivos de la jornada. Quique Sánchez-Flores, exfutbolista y tío de la famosa artista flamenca Lola Flores, se mostró radiante mientras acompañaba a su hija al altar.

Paty optó por sorprender a todos con dos impresionantes vestidos de novia, diseñados por Inuñez Atelier. El primero, un elegante modelo de palabra de honor y corte trapecio, estaba hecho de capas de organza triple de seda y contaba con una espectacular cola de tres metros.

Este vestido minimalista reflejaba la personalidad de la novia, que, como profesional del estilismo, se encargó de todos los detalles de la boda, desde la elección de los looks hasta la decoración floral.

 

La boda flamenca de Patricia Sánchez-Flores: con Lolita, Elena Furiase... y Alejandra  Rubio

 

Entre los rostros conocidos que asistieron a la boda se encontraba Elena Furiase, prima de la novia, quien se mostró emocionada de compartir este día tan especial.

Elena, que se casó en 2021, llegó junto a su marido, Gonzalo Sierra, mostrando su apoyo incondicional a la familia. También estuvo presente Alejandra Rubio, quien llegó acompañada de Carlo Costanzia.

Alejandra, al ser preguntada sobre sus propios planes de boda, dejó entrever que no descarta la idea, pero prefiere tomarse su tiempo.

La ceremonia tuvo un marcado aire flamenco, con toques tradicionales que evocaban la rica herencia cultural de la familia Flores. Las flores, mantones y flecos adornaron el ambiente, creando una atmósfera mágica que recordó a las celebraciones más festivas de la saga.

La madre de Javier, una de las invitadas mejor vestidas, impresionó con un vestido beige adornado con pedrería, mientras que la abuela Carmen Flores, de 89 años, también estuvo presente, añadiendo un toque de ternura a la celebración.

 

La boda flamenca de Paty Sánchez-Flores y Javier Millet en Jávea con Alejandra  Rubio y Elena Furiase entre los invitados

 

La pareja, que se comprometió en octubre tras siete años de relación, celebró su amor en una elegante recepción en Casa Santonja, una finca del siglo XIX en Dénia, rodeada de jardines centenarios.

Este lugar, que alberga a los invitados en un entorno de ensueño, se convirtió en el escenario perfecto para una velada inolvidable. Entre los asistentes, se encontraban figuras destacadas como Rosario y Lolita Flores, quienes aportaron su carisma y alegría a la celebración.

La boda no solo fue un evento social, sino también una unión de dos mundos: la tradición y la modernidad.

Paty y Javier han demostrado que el amor puede florecer en un entorno familiar rico en historia y tradición, y su compromiso fue celebrado con un derroche de alegría y amor por parte de todos los presentes.

La pareja ha comenzado esta nueva etapa de su vida rodeada de amigos y familiares, quienes les han brindado su apoyo incondicional.

 

De Alejandra Rubio y Carlo Costanzia a Lolita Flores: todas las fotos de la  boda flamenca de Paty Sánchez-Flores

 

La jornada estuvo marcada por momentos emotivos, risas y baile, creando recuerdos que perdurarán para siempre.

La boda de Paty y Javier no solo ha sido un acontecimiento social, sino un verdadero festín de amor y felicidad, donde cada detalle fue pensado para reflejar la esencia de la pareja.

Desde las flores hasta los atuendos, todo estuvo en perfecta armonía, haciendo de este día un capítulo inolvidable en la historia de la familia.

Sin duda, esta boda se recordará como una de las más bellas y significativas del año, no solo por su esplendor, sino por la calidez y el amor que se respiró en cada rincón.

La historia de Paty y Javier es un testimonio de que el amor verdadero siempre encuentra la manera de brillar, incluso en los momentos más desafiantes. Con el apoyo de su familia y amigos, han comenzado un nuevo viaje juntos, lleno de promesas y sueños compartidos.