Durante una entrevista en directo en TVE, la periodista apodada “Chillona” intentó provocar al líder de VOX Santiago Abascal pero fue interrumpida y corregida por un compañero, generando un tenso debate que destacó la firme defensa de Abascal frente a las preguntas polémicas y la controversia periodística.

En una reciente transmisión en directo de TVE, el clima se tornó tenso cuando la periodista conocida como “Chillona” intentó provocar al líder de VOX, Santiago Abascal, durante una entrevista que prometía ser candente.

El evento tuvo lugar el 29 de junio de 2025, y rápidamente se convirtió en un tema candente en las redes sociales y entre los comentaristas políticos.

La periodista, famosa por su estilo provocador y su habilidad para generar controversia, buscaba desestabilizar a Abascal con preguntas incisivas sobre su postura política y las recientes decisiones de su partido.

La entrevista comenzó con un tono aparentemente cordial, pero pronto se tornó en un intercambio de palabras afiladas.

La periodista, en un intento por acorralar a Abascal, le preguntó sobre las críticas que su partido había recibido por sus políticas de inmigración y su postura en temas de derechos humanos.

“¿Cómo puede justificar la intolerancia que muchos le atribuyen a su partido?”, lanzó Chillona, con una voz que reflejaba su determinación por obtener una respuesta contundente.

Abascal, conocido por su capacidad para manejar situaciones difíciles, respondió con calma. “Lo que hacemos es defender los intereses de los españoles.

No podemos permitir que la inseguridad y la falta de control en nuestras fronteras pongan en riesgo a nuestros ciudadanos”, afirmó, mientras sus seguidores aplaudían desde el público.

Sin embargo, lo que parecía ser una discusión política se tornó en un espectáculo cuando Chillona, visiblemente frustrada por la respuesta de Abascal, intentó cambiar de táctica.

“Pero, ¿no cree que su retórica alimenta el odio en lugar de promover el diálogo?”, cuestionó, intentando captar la atención de la audiencia con un tono más emocional.

Fue en este momento que otro periodista de TVE, que estaba presente en el set, intervino. Con un tono firme y una mirada decidida, le dijo a Chillona: “No puedes simplemente descalificar a alguien por sus opiniones.

El debate político debe basarse en el respeto mutuo”. Esta intervención sorprendió tanto a Chillona como a la audiencia, quienes no esperaban que uno de sus colegas interrumpiera de esa manera.

La tensión en el estudio era palpable. Chillona, sintiéndose acorralada, intentó recuperar el control de la conversación, pero su esfuerzo fue en vano.

Abascal, viendo la oportunidad, aprovechó para reafirmar su postura. “Es fácil atacar a alguien cuando se siente respaldado por un grupo.

Pero yo estoy aquí solo, defendiendo mis ideas y las de mis votantes”, dijo, mirando directamente a la cámara, lo que hizo que muchos en las redes sociales comenzaran a aplaudir su valentía.

La situación se intensificó aún más cuando Chillona, en un intento desesperado por recuperar el hilo de la conversación, lanzó una pregunta personal.

“¿No le preocupa que su imagen se vea perjudicada por sus constantes polémicas?”, preguntó, esperando que esto desestabilizara al político.

Sin embargo, Abascal se mantuvo firme. “Mi imagen no es lo que importa. Lo que importa es el futuro de España y cómo podemos garantizarlo”, respondió con convicción.

El debate culminó en un momento inesperado cuando Chillona, al darse cuenta de que su estrategia no estaba funcionando, decidió cambiar de enfoque.

“Quizás deberíamos hablar de cómo podemos encontrar un terreno común en lugar de seguir dividiendo a la sociedad”, sugirió, tratando de suavizar el ambiente.

Sin embargo, el daño ya estaba hecho. Las redes sociales estallaron con comentarios sobre la actuación de Chillona. Muchos usuarios la criticaban por su estilo agresivo y por no permitir un debate saludable.

Otros, en cambio, defendían su derecho a cuestionar a los políticos. “Es su trabajo hacer preguntas difíciles”, argumentaban algunos defensores.

La repercusión de este evento no se limitó a la televisión. Los medios de comunicación comenzaron a cubrir el incidente ampliamente, analizando el impacto de la actuación de Chillona y la respuesta de Abascal.

Expertos en comunicación política comentaron sobre la importancia de mantener un debate civilizado y respetuoso, especialmente en un clima político tan polarizado como el actual.

En conclusión, lo que comenzó como una entrevista destinada a arrojar luz sobre las políticas de VOX se transformó en un espectáculo mediático que capturó la atención del público.

La actuación de Chillona, aunque polémica, logró generar un debate sobre la naturaleza del periodismo y su papel en la política española.

Mientras tanto, Abascal continúa consolidándose como una figura central en el panorama político, capaz de enfrentar críticas y mantener su posición con firmeza. La pregunta que queda en el aire es: ¿qué sucederá la próxima vez que estos dos se encuentren en un plató?