El cantante Rayden se pronuncia alto y claro sobre el fichaje de Noelia Núñez por el programa de Nacho Abad tras su dimisión en el PP por pillarla mintiendo en su currículum.

 

Noelia Núñez se incorpora, por sorpresa, a 'En boca de todos' tras  presentar su dimisión del PP y Nacho Abad sale en su defensa: "Me parece un  ejemplo en la política actual"

 

La polémica no da tregua en el escenario político y mediático español.

Apenas veinticuatro horas después de presentar su dimisión de todos los cargos dentro del Partido Popular y de renunciar a su acta como diputada en la Asamblea de Madrid, Noelia Núñez ha reaparecido en televisión de forma sorpresiva y altamente cuestionada.

Fue este jueves 24 de julio cuando, para sorpresa de muchos, Nacho Abad anunciaba en directo en el programa *En boca de todos* que Núñez se incorporaba como nueva colaboradora del espacio producido por Mandarina Producciones para Cuatro.

La noticia desató de inmediato una avalancha de reacciones. La exdiputada del PP acababa de verse obligada a dimitir tras descubrirse que había inflado su currículum con al menos tres titulaciones inexistentes:

una licenciatura en Derecho, una en Filología Hispánica y un grado en Ciencias Jurídicas de las Administraciones Públicas, ninguna de las cuales está oficialmente acreditada.

El escándalo fue tal que la presión mediática y política dejó a Núñez sin más opción que abandonar su carrera institucional. Pero lejos de retirarse de la vida pública, ha dado un giro inesperado hacia el entretenimiento televisivo.

 

Rayden critica a Mediaset por fichar a Noelia Núñez con seis palabras que  nadie había usado

 

Entre las voces más críticas por esta repentina reconversión mediática está la del cantante Rayden, conocido no solo por su música sino también por su activismo social y sus opiniones políticas explícitas.

El artista, que fue finalista del Benidorm Fest 2022 y participó como asesor político en las pasadas elecciones municipales, no dudó en

manifestar su indignación en redes sociales, en un tuit que rápidamente se volvió viral: “No lo llaméis dimisión, llamadlo movimiento estratégico”.

Una frase corta, irónica y cargada de intención que resume el sentir de muchos ciudadanos y figuras públicas que ven en este fichaje una forma de “blanquear” el escándalo.

Rayden, cuyo nombre real es David Martínez Álvarez, ha sido un habitual en los debates sociales a través de sus redes y ha expresado en

numerosas ocasiones su descontento con el papel que los medios de comunicación desempeñan al dar visibilidad a personajes envueltos en escándalos, convirtiéndolos en colaboradores o tertulianos.

En este caso, su comentario sugiere que la salida de Núñez del PP no fue tanto una dimisión forzada como una maniobra para posicionarse en otro ámbito público sin consecuencias reales.

 

Noelia Núñez ficha por un conocido programa de Cuatro tras dimitir de sus  cargos en el PP

 

La decisión de Mediaset de incorporar a Noelia Núñez ha reavivado el debate sobre la ética en la televisión, especialmente en lo que respecta a la contratación de figuras envueltas en polémicas de corrupción o fraude académico. Cabe recordar que este no es un caso aislado.

Cristina Cifuentes, expresidenta de la Comunidad de Madrid, también siguió apareciendo como colaboradora habitual en espacios del grupo Mediaset incluso después de que saliera a la luz el escándalo por su supuesto máster falsificado en la Universidad Rey Juan Carlos.

Aunque finalmente fue apartada, durante meses su presencia en televisión fue constante, alimentando la narrativa de una segunda oportunidad mediática a pesar de las sombras judiciales.

El movimiento de Nacho Abad ha sido interpretado por algunos como una estrategia de audiencia más que como una decisión editorial fundamentada.

El periodista, que lleva años al frente de programas de actualidad y sucesos, hizo el anuncio con tono triunfal: “Noelia Núñez se une a nuestro equipo como nueva tertuliana”.

La reacción de los espectadores fue inmediata, y las redes sociales se llenaron de críticas que cuestionaban la responsabilidad del programa y del canal por premiar con un altavoz público a alguien que acababa de perder su credibilidad como representante política.

 

Noelia Núñez admite que ha sido un error y pide perdón por el engaño en su  currículum

 

La propia Noelia Núñez, al ser preguntada en el plató sobre el escándalo de su currículum, se limitó a decir que “todo ha sido fruto de un malentendido administrativo” y que “ya se han asumido las consecuencias”.

Sin embargo, estas palabras no convencieron a muchos, y su rápida transición del Congreso a los platós ha sido vista como una muestra más del cinismo político-mediático que impera en ciertos sectores.

El hecho de que alguien pueda pasar en apenas un día de estar bajo el escrutinio de una dimisión forzada por fraude a convertirse en

tertuliano de un programa nacional ha puesto sobre la mesa una vez más la necesidad de establecer límites éticos en los medios de comunicación.

¿Es lícito convertir en colaborador a alguien cuya credibilidad ha sido gravemente dañada? ¿Dónde queda la responsabilidad de los canales frente a su audiencia?

 

Noelia Núñez (PP) presenta su dimisión por la polémica con sus estudios y  pide disculpas - Infobae

 

Más allá de la figura de Núñez, lo que este episodio evidencia es una peligrosa tendencia a la espectacularización de la política, donde los escándalos se convierten en trampolines hacia la fama televisiva y donde la rendición de cuentas queda diluida entre tertulias y platós.

En un momento en que la ciudadanía exige mayor transparencia y ética tanto a sus representantes como a los medios, este caso parece caminar en sentido contrario.

Mientras tanto, Rayden sigue elevando la voz de una parte del electorado que no se conforma con explicaciones tibias ni con pactos entre bambalinas.

“No es una dimisión, es un fichaje”, concluyó en otro mensaje. La frase, lapidaria, resume la indignación de quienes ven en este movimiento una jugada cuidadosamente orquestada para mantener relevancia a toda costa.

¿Es este el nuevo camino para quienes caen en desgracia política? ¿Se ha convertido la televisión en refugio de los defenestrados? El debate continúa.