La Confirmación del hijo de Rosario Mohedano y Antonio Tejado, celebrada en Brunete, estuvo marcada por la tensa reaparición del padre, procesado por un robo a su tía María del Monte, y por la presencia mediática que frustró los esfuerzos de Rosario por mantener la ceremonia en la intimidad.

 

Antonio Tejado reaparece en la confirmación del hijo que tiene en común con  Rosario Mohedano

 

Lo que debía ser un día íntimo y luminoso, centrado en la Confirmación del hijo mayor de Rosario Mohedano y Antonio Tejado, se convirtió en una jornada agridulce, cargada de tensión emocional, ausencias significativas y el incómodo foco mediático que rodea a su familia desde hace meses.

La ceremonia religiosa, celebrada el sábado 24 de mayo en la parroquia de Brunete, Madrid, fue uno de esos momentos clave en la vida de un adolescente que reafirma su fe católica ante familiares y seres queridos.

Sin embargo, la atención se desvió inevitablemente hacia su padre, Antonio Tejado, cuya situación legal ensombreció el ambiente y transformó lo que debía ser un día de recogimiento espiritual en una escena de presión mediática.

Antonio, de 17 años, hijo primogénito de Rosario y Antonio, fue el gran protagonista del evento. A pesar de la tormenta mediática que se cierne sobre su familia, el joven vivió su ceremonia rodeado de las personas más cercanas.

Por parte paterna acudieron su abuela María José Vargas, su hermano Chema y la actual pareja de su padre, Samara Terrón.

Pero la atención se centró, inevitablemente, en la reaparición de Antonio Tejado, quien está siendo investigado como presunto autor intelectual del asalto a la vivienda de su tía, la cantante María del Monte, un escándalo que ha ocupado titulares durante meses.

 

Antonio Tejado reaparece en Madrid por la confirmación de su hijo tras el  sórdido proceso con su tía María del Monte

 

Tejado llegó al lugar con semblante serio, esquivando las preguntas de la prensa que lo esperaba a la entrada del templo. Su rostro reflejaba el peso del proceso judicial que enfrenta, y aunque intentó mantener un perfil bajo, su sola presencia generó tensión entre los presentes.

Su regreso a un evento familiar tras semanas de polémicas judiciales era inevitablemente noticia, y más aún cuando está pendiente de decisiones judiciales que podrían llevarlo nuevamente a prisión.

En este complicado contexto, Rosario Mohedano intentó mantener la calma y proteger a su hijo del bullicio mediático.

La cantante, sobrina de Rocío Jurado, ha mantenido en todo momento una actitud prudente, volcada en preservar la estabilidad de sus hijos, tanto en lo personal como en lo espiritual.

A su lado estuvo su madre, Rosa Benito, quien también logró mostrarse entera y serena, consciente de que era el día de su nieto y no el de las polémicas que rodean a la familia.

 

Antonio Tejado y Chayo Mohedano: su tenso encuentro en la confirmación de  su hijo

 

La gran ausencia fue la de Amador Mohedano, abuelo del joven y exmarido de Rosa Benito. Su decisión de no acudir habría estado motivada por su deseo de evitar un reencuentro con su exesposa, con quien no mantiene relación cercana desde su mediática separación.

Esta ausencia no pasó desapercibida, especialmente para los medios de comunicación, siempre atentos a los movimientos internos del clan Mohedano-Benito.

La familia, desde hace años, ha sido protagonista involuntaria de numerosos episodios de confrontación pública que han sido objeto de seguimiento constante por parte de la prensa del corazón.

El deseo de Rosario era claro: que la celebración transcurriera de forma privada, lejos de los focos y de los titulares. Sin embargo, ese anhelo no se cumplió.

Pese a no haber enviado invitaciones a personajes mediáticos ni haber negociado ninguna exclusiva, las cámaras aparecieron, y con ellas la incomodidad.

Al finalizar el día, Rosario expresó su malestar a través de las redes sociales: “Hemos hecho, en todo momento, todo lo posible por el bien, la estabilidad y la tranquilidad de nuestros hijos y de nada vale”.

Acompañó este mensaje con otro más explícito en el que lamentaba que los medios irrumpieran en un momento que se había mantenido en secreto precisamente para evitar este tipo de exposición.

“No trabajo en televisión, lo hemos mantenido en secreto para que nuestros hijos celebren sus sacramentos con normalidad… y al final, de nada ha servido”.

 

 

En esta encrucijada, los que más sufren son, sin duda, los hijos. Antonio, con 17 años, y Emma, la hija de 11 que Antonio Tejado tuvo con Alba Muñoz, están creciendo bajo el peso de la exposición pública que no eligieron y de los problemas judiciales que enfrentan sus progenitores.

Los efectos de estos escándalos no sólo afectan al entorno familiar más cercano, sino también al equilibrio emocional de los menores, especialmente en momentos tan delicados como el de una Confirmación religiosa.

La sombra de la causa judicial que involucra a Antonio Tejado sigue pesando con fuerza. Acusado de ser el cerebro del asalto a la vivienda de su tía María del Monte, el excolaborador televisivo está siendo investigado por su presunta implicación en una trama de robo organizada.

Aunque no ha sido condenado, el juicio mediático y el revuelo generado en torno al caso lo han convertido en una figura polémica, cuyo regreso a la vida pública aún está lleno de incertidumbres.

Mientras tanto, Rosario Mohedano intenta aferrarse a su papel de madre, escudándose en la fe, en la familia que le queda unida, y en la necesidad de ofrecer a sus hijos momentos de normalidad en medio del caos.

Aquel sábado debía haber sido uno de esos días inolvidables por su belleza espiritual. Y lo fue… aunque también lo será por la amarga constatación de que, incluso en los momentos más íntimos, la fama heredada y los escándalos familiares siguen llamando a la puerta.