Telemadrid sufre una crisis histórica tras reestrenar sin éxito la serie *Amar es para Siempre*, alcanzando un insólito 0,0% de audiencia y generando tensiones internas en la cadena pública bajo la dirección de Javier Soto.

En un movimiento inesperado que ha dejado a toda la industria televisiva en alerta, Telemadrid ha sufrido una caída histórica en sus índices de audiencia tras decidir reestrenar la telenovela “Amar es para Siempre”.

Esta decisión, que parecía una apuesta segura para recuperar público, ha terminado en un fiasco absoluto, alcanzando un alarmante 0,0% de cuota de pantalla en varias emisiones, un dato prácticamente inédito en la televisión española.

El episodio ocurrió en la semana del 23 al 29 de junio de 2025 y la repercusión ha sido inmediata tanto dentro como fuera de la cadena.

La polémica comenzó cuando Telemadrid optó por volver a emitir capítulos antiguos de “Amar es para Siempre”, la popular serie histórica que había sido un pilar fundamental en la programación de la cadena durante años.

La telenovela, ambientada en la posguerra española, ha tenido un gran éxito desde su estreno original, con audiencias estables y una base fiel de seguidores que disfrutaban de las tramas y los personajes emblemáticos como Manolita, Amelia y Felipe.

Sin embargo, la repetición masiva de capítulos ya conocidos no logró captar el interés del público actual.

Desde el lunes 23 de junio, la audiencia empezó a desplomarse de manera progresiva. El jueves 26 de junio, en el horario de máxima audiencia, Telemadrid registró un humillante 0,0% de cuota de pantalla durante la retransmisión del episodio clásico.

Fuentes internas confirmaron que en ese momento solo un número muy reducido de televisores permanecía sintonizado en el canal, una situación que ha provocado un terremoto dentro de la dirección de la cadena.

La reacción en redes sociales no se hizo esperar, con miles de usuarios bromeando y criticando duramente la programación, calificándola de “desconectada de la realidad” y “una falta de respeto al público”.

Durante una reunión interna celebrada el 1 de julio en la sede de Telemadrid en Madrid, el director de programación, Javier Soto, expresó su preocupación: “Nunca imaginamos que una reposición pudiera generar semejante rechazo. Tenemos que replantear urgentemente la estrategia para recuperar la confianza de nuestros espectadores.”

Por su parte, varios productores y guionistas de la serie han manifestado su incomodidad ante esta situación, ya que consideran que la repetición sin novedades ni promociones adecuadas no beneficia en nada a la imagen de la serie ni a la cadena.

El impacto negativo no se limita solo a los números. Varios anunciantes principales han comenzado a retirar o reducir sus campañas publicitarias en Telemadrid, preocupados por el bajo rendimiento y el reducido alcance de sus mensajes.

Fuentes del sector publicitario señalan que esta crisis podría afectar la viabilidad económica de la cadena pública, que ya venía enfrentando dificultades presupuestarias en los últimos meses.

El gobierno regional de la Comunidad de Madrid, responsable directo de la financiación de Telemadrid, ha recibido múltiples quejas de ciudadanos y sectores culturales por la gestión actual de la programación.

Para contextualizar este revés, es importante recordar que “Amar es para Siempre” tuvo su apogeo entre 2013 y 2020, cuando ofrecía episodios inéditos y contaba con un equipo renovado de actores y guionistas que mantenían la frescura y la calidad de la producción.

La serie se desarrollaba en la década de los años 60 en Madrid, explorando las vidas, amores y conflictos de una comunidad marcada por el pasado franquista y los cambios sociales.

Personajes como Manolita, la madre valiente; Amelia, la joven idealista; y Felipe, el empresario con secretos, se convirtieron en iconos para los espectadores, generando incluso un seguimiento en redes sociales y foros especializados.

Sin embargo, desde 2021 la serie dejó de producir nuevos episodios, y aunque su final fue bien recibido, la ausencia de contenido nuevo ha hecho que el público se haya desplazado a otras plataformas y géneros.

La decisión de Telemadrid de reutilizar episodios viejos en 2025 parecía una forma de atraer a una audiencia nostálgica, pero la ejecución dejó mucho que desear, sin campañas promocionales eficaces, sin interacción digital ni propuestas de contenido complementario que pudieran enganchar a las nuevas generaciones.

En este contexto, expertos en medios comentan que la caída del 0,0% refleja no solo un problema puntual sino un síntoma de la desconexión de Telemadrid con las tendencias actuales de consumo televisivo.

La competencia feroz con plataformas de streaming, la migración del público joven hacia formatos digitales y la saturación de contenidos hacen que la televisión pública tenga que adaptarse urgentemente para sobrevivir.

“El modelo de programación tradicional ya no funciona”, comenta Ana Ruiz, analista de medios. “Telemadrid debe innovar, apostar por contenidos originales y conectar con la audiencia a través de nuevos canales.”

Mientras tanto, en las redes sociales, la polémica no cesa. Un tuit popular del 27 de junio que decía “Telemadrid acaba de alcanzar el récord Guinness de invisibilidad televisiva con un 0,0% en ‘Amar es para Siempre’, ¿quién lo veía?” fue compartido miles de veces y desató una ola de memes y comentarios irónicos.

Los seguidores más fieles de la serie han expresado tristeza y decepción, lamentando que un clásico tan querido haya terminado en esta situación.

En la sede de Telemadrid, la presión aumenta para tomar decisiones rápidas. Entre los planes que se están barajando están la creación de nuevas series ambientadas en la actualidad madrileña, con temáticas sociales y culturales relevantes, y el lanzamiento de proyectos en colaboración con creadores emergentes.

También se estudia reforzar la presencia en plataformas digitales, como YouTube y redes sociales, para llegar a un público más joven y diverso.

La crisis de audiencia de Telemadrid con el reestreno de “Amar es para Siempre” es un ejemplo claro de cómo la televisión tradicional enfrenta grandes retos en la era digital y cómo las decisiones programáticas pueden tener consecuencias dramáticas.

Mientras la cadena intenta encontrar el rumbo adecuado, la pregunta que queda en el aire es si podrá recuperar el cariño y la atención de sus espectadores o si esta caída será el principio de un declive irreversible para la televisión pública madrileña.