La actuación que tenían prevista las hermanas en la localidad valenciana se retrasó cerca de 3 horas. Motivo por el que parte del público se marchó.

El pasado martes 12 de agosto, la localidad valenciana de Bétera se convirtió en el epicentro de una polémica inesperada que involucró al dúo musical Azúcar Moreno, compuesto por las hermanas Toñi y Encarna Salazar, reconocidas por sus éxitos desde los años 80.

Las artistas estaban convocadas para actuar en las fiestas patronales de la localidad a las 23:00 horas, pero la noche no transcurrió como estaba previsto.

La espera se prolongó hasta cerca de las dos de la madrugada, cuando finalmente pudieron salir al escenario, provocando la molestia de un público que había llegado con ilusión y que, en algunos casos, decidió marcharse ante la demora.

El concierto estaba programado para ofrecer un espectáculo completo, pero terminó reducido a apenas cinco canciones en un tiempo aproximado de 20 minutos.

La frustración de los asistentes fue evidente, y algunos, a través de redes sociales, expresaron su indignación: “Cantaba más el del cajón que ellas, fue lamentable.

Hubiera sido mejor sacar una orquesta, que esto nos ha costado a todos un buen dinero”, escribió un vecino, reflejando el malestar general.

Ante la ola de críticas, Toñi Salazar decidió aclarar los hechos en su intervención en el programa ‘Vamos a ver’ el lunes 18 de agosto, asegurando que tanto ella como su hermana estaban listas desde las 20:00 horas de la tarde, y que la responsabilidad del retraso no recaía sobre ellas.

“No entendemos esta polémica, de verdad te lo digo. Vamos a dejarlo aquí”, comentó, intentando poner fin a las especulaciones. Añadió que se sintieron obligadas a salir al escenario por respeto y cariño al público, a pesar de las circunstancias adversas:

“Nosotras llegamos al sitio, hacemos la prueba de sonido y el problema que tenga la empresa o la persona, nosotras no tenemos nada que ver. La organización no cumplió”.

Encarna y Toñi destacaron que su actuación fue breve principalmente porque muchos asistentes se estaban marchando y porque ellas tenían compromisos de gira al día siguiente:

“Nos tenemos que levantar a las 8:00 de la mañana para ir a Lugo y, luego de ahí a Cuenca y, de ahí a otro sitio, con lo cual… cualquier persona o cualquier artista está en todo su derecho de marcharse porque eso no es normal”, explicó Toñi.

Ambas insistieron en que su prioridad siempre fue el respeto hacia quienes habían esperado por ellas.

La cantante también defendió su profesionalismo ante las acusaciones de que no se sabían las canciones: “Y lo de que no nos sabíamos las letras, es lo que dice la gente.

Que lo digan los que han ido a los conciertos este verano. Ponen la parte mala, que pongan la buena porque está todo perfecto, porque nos encargamos nosotras. Hacemos nuestro trabajo impecable. No entiendo la polémica, lo juro”.

El apoyo no se hizo esperar. Luis Rollán, amigo cercano de las artistas, intervino en ‘Fiesta’, programa de Telecinco, para respaldarlas públicamente.

Según Rollán, el verdadero culpable fue la organización del evento: “A ellas les dijeron que tenían que estar listas para actuar a las ocho de la tarde.

Después les dijeron que no salían hasta las once de la noche, para finalmente salir a escena a las dos menos cuarto de la madrugada. Ellas perfectamente podrían haber dicho que a esas horas no salían y por deferencia al público salieron y cantaron cinco canciones”.

Durante su intervención en directo, Toñi reafirmó su indignación: “Eres la persona más noble que conozco, un gran amigo.

Nosotras a ese escenario salimos cabreadas, claro que sí, pero porque nos tuvieron hasta las dos de la mañana esperando para actuar, y salimos por la gente. El organizador nos llamaba estafadoras y por ahí no paso, nosotras somos trabajadoras por los pueblos y a mucha honra.

Somos muy generosas, demasiado, eso no lo cuentan. Nosotras somos artistas que vivimos de nuestra música honestamente y no nos merecemos que nos traten así”.

Este incidente ha generado un intenso debate sobre la profesionalidad, la organización de eventos y el trato hacia los artistas veteranos, quienes a lo largo de décadas han demostrado su entrega al público.

Azúcar Moreno continúa su gira por España, y a pesar del incidente en Bétera, las hermanas han asegurado que están disfrutando del recorrido y que seguirán ofreciendo su música a quienes aprecian su trabajo.

La polémica ha servido, sin embargo, para mostrar la vulnerabilidad de los artistas frente a la logística de los eventos y la rapidez con la que los rumores pueden distorsionar la realidad de una actuación.

En conclusión, lo que comenzó como un retraso de tres horas se convirtió en un tema de discusión nacional sobre respeto,

profesionalismo y la percepción del público hacia los artistas, dejando claro que detrás de cada concierto hay historias no contadas que pueden cambiar completamente la versión que llega a los espectadores.

Toñi y Encarna Salazar insisten en que su único objetivo siempre ha sido ofrecer lo mejor de sí mismas, incluso en circunstancias adversas, reafirmando su compromiso con la música y con sus seguidores que valoran su dedicación y entrega.