Óscar, un madrileño de 49 años, ha visitado ‘First Dates’ para encontrar el amor y hacer frente a su mayor problema de autoestima

 

Un madrileño de 49 años confiesa en 'First Dates' el motivo de su mala suerte en el amor: “Sé que soy guapo, pero no me lo acabo de creer”

 

El pasado 18 de agosto de 2025, en la popular entrega de ‘First Dates’, un madrileño de 49 años llamado Óscar, gestor bancario actualmente desempleado, llegó al restaurante del amor en Alcobendas con la intención de encontrar pareja y, sobre todo, enfrentar uno de sus mayores retos personales: su autoestima.

Con una mezcla de nervios y sinceridad, Óscar inició la cita confesando algo que pocas personas se atreven a admitir frente a una cámara: “Sé que soy guapo, pero no me lo acabo de creer. Simplemente me digo en mi interior ‘créetelo porque eres guapo’”.

A pesar de reconocerse atractivo frente al espejo, Óscar admitió que no se considera un “partidazo” y que la interacción con mujeres siempre le resulta difícil:

“No sé venderme y no acabo de llegar tanto a las chicas. Necesito iniciar una conversación, que me conozcan y que coincidamos en bastantes cosas para que se fijen en mí”.

Su timidez quedó patente, aunque aseguró que con el tiempo logra ganar confianza. Eso sí, descartó por completo el uso de apps de ligue: “Tuve una mala experiencia y una chica llegó a estafarme 2.600 euros”.

 

Un madrileño de 49 años deja a su cita muda en 'First Dates' al confesar su gran problema: “Sé que soy guapo, pero no me lo acabo de creer”

 

Óscar también compartió sus pasiones más curiosas y fuera de lo común:

le encantan los juegos de mesa, el cine, viajar por pueblos y, sorprendentemente, recopilar información sobre el origen de palabras y frases antiguas para iniciar conversaciones y romper el hielo en sus citas.

“Yo recopilo mucha información y la utilizo para iniciar conversaciones y poder ligar”, explicó entre risas.

Su cita fue Sonia, una mujer de 49 años proveniente de Algeciras, orientadora laboral, que dejó claro desde el principio su forma de ver la vida y las relaciones:

“No me gusta echarme flores a mí misma. Que hablen los demás bien de mí, pero yo no”. Desde la primera impresión, Sonia fue directa con Óscar, admitiendo que “no es guapito”.

Aun así, decidió darle la oportunidad de compartir la cena y conocerle un poco más. Por su parte, Óscar fue diplomático y comentó que Sonia no era extremadamente atractiva, pero tampoco “del montón”.

 

Un madrileño de 49 años deja a su cita muda en 'First Dates' al confesar su gran problema: “Sé que soy guapo, pero no me lo acabo de creer”

 

Al inicio de la cita, ambos encontraron un punto de conexión en el cine, comentando la última entrega de ‘Misión Imposible’.

La conversación parecía fluir, aunque cuando apareció el tema del deporte surgieron diferencias importantes: Sonia no practica gimnasio, mientras que Óscar dedica la mayor parte de su tiempo libre a entrenar. Este detalle empezó a marcar cierta distancia entre ambos.

Durante la cena, Óscar se sinceró con Sonia sobre su problema de percepción personal: “Yo soy una persona que no me acabo de ver tan guapo como me dice la gente que soy, me cuesta trabajo verlo”.

Sin embargo, Sonia, observando su rostro, confesó que a ella tampoco le parecía guapo, aunque Óscar encontró en ella “muchas posibilidades”.

La cita estuvo marcada por largos silencios, un obstáculo que Óscar intentó superar con su “arma secreta”: hablar del origen de expresiones como “perderse por los cerros de Úbeda”, “ponerte mirando para Cuenca” o la palabra “chumino”.

A pesar de sus esfuerzos, Sonia continuaba respondiendo con monosílabos y poco interés. Óscar se dio cuenta de que siempre era él quien debía mantener la conversación y comentó con cierta incomodidad: “Es como si a ella no me mostrase el interés suficiente que yo buscaba”.

 

Un madrileño de 49 años confiesa en 'First Dates' el motivo de su mala suerte en el amor: “Sé que soy guapo, pero no me lo acabo de creer”

 

Intentando derribar la barrera del silencio, Óscar decidió confesar uno de sus mayores complejos:

“Tengo el miedo de estar callado. El miedo a iniciar una conversación y que no le resulte interesante a esa persona”. Sin embargo, Sonia parecía centrada en su postre y cambió de tema con un escueto comentario: “Qué bueno el postre”.

Tras finalizar la cena, ambos visitaron la discoteca del programa. Al ritmo de la canción ‘Sex Bomb’, Óscar, a pesar de su falta de ritmo, y Sonia comenzaron a bailar, liberando un poco de tensión acumulada durante la cita.

Finalmente, llegó el momento de decidir si habría una segunda cita. Óscar, usando un truco diplomático, dejó toda la responsabilidad a Sonia:

“Yo he notado que he tenido que iniciar la conversación muchas veces y me da la sensación de que tú no quieres tener una segunda cita conmigo. Pero si tú lo quieres, a mí me gustaría tenerla, depende todo de ti”.

 

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Sonia explicó luego que sus silencios se debían a que “estaba comiendo y tenía que esperar a masticar y tragar para poder responderle”, dejando claro que no sentía una conexión romántica suficiente para continuar la relación.

Al final, decidió que no le gustaría tener una segunda cita con Óscar como pareja, al menos dentro de su prototipo, cerrando así una de las citas más tensas y llenas de silencios de la temporada.

Este encuentro dejó a los espectadores sorprendidos por la honestidad de Óscar y la franqueza de Sonia, generando un debate sobre la importancia de la autoestima, la comunicación y cómo pequeñas diferencias de intereses o percepción pueden influir en el éxito de una cita.

La historia de Óscar en ‘First Dates’ refleja los desafíos emocionales que enfrentan muchas personas al buscar pareja, especialmente cuando la inseguridad y las expectativas propias juegan un papel fundamental en el desarrollo de la interacción.