La televisión española no deja de sorprender y esta vez ha sido el periodista Juan Luis Galiacho quien ha generado un revuelo inesperado al hablar abiertamente sobre su relación con Terelu Campos.

 

 

El momento dejó a muchos sin palabras y ha sido uno de los más comentados en los últimos días.

 

Pero eso no es todo.

 

Antonio David Flores también ha salido al frente con declaraciones que han sacudido los cimientos de RTVE.

 

Las redes sociales están en llamas y el público no puede dejar de hablar de lo ocurrido.

 

En primer lugar, Antonio David Flores lanzó una crítica contundente a la televisión pública, señalando irregularidades que muchos

desconocían.

 

Denunció que David Valdeperas, imputado por la Operación Deluxe, estuvo presente en un evento de la Fábrica de la Tele, aunque evitó subir

al escenario.

 

 

Según Flores, esto es una vergüenza nacional ya que se trata de una cadena financiada con dinero público.

 

Además, señaló que Rocío Carrasco, condenada por impago de pensiones, también figura como colaboradora del programa.

 

Una situación que ha indignado a muchos por tratarse de personajes con antecedentes judiciales visibles en un medio público.

 

La bomba no terminó ahí.

 

También recordó que Kiko Hernández, otro rostro conocido del medio, fue condenado y además acusado de haberse inventado un cáncer de

páncreas, lo que causó aún más indignación entre los espectadores.

 

Flores concluyó su intervención diciendo que TVE debería revisar su código ético con urgencia.

 

Por otro lado, el momento más surrealista llegó con Juan Luis Galiacho, quien dejó entrever que tuvo un “tonteo” con Terelu Campos.

 

Durante una entrevista, se mostró divertido y hasta nostálgico al recordar ciertos momentos con la presentadora.

 

Según Galiacho, todo comenzó con un simple comentario: “Quería ver su dormitorio”.

 

Una frase que desató carcajadas, miradas de sorpresa y mucha especulación.

 

 

Aunque afirmó que entre ellos existía buena conexión, también aseguró que eran dos mundos muy distintos.

 

“Ella es de sobremesas y yo soy más reservado”, comentó.

 

Pero cuando le preguntaron si hubo beso, no lo negó tajantemente.

 

“Siempre hay beso”, dijo entre risas, y aunque aclaró que fue solo un pico, el público ya se había quedado boquiabierto.

 

El sobrino de Terelu, José María Almoguera, presente en el plató, no pudo disimular su incomodidad y trató de mantenerse al margen.

 

“Yo no tengo nada que decir sobre la vida sentimental de mi tía”, afirmó.

 

La conversación tomó tintes aún más surrealistas cuando se le preguntó a Galiacho si alguna vez se vio envejeciendo junto a Terelu.

 

Aunque con humor, respondió que no, dejando claro que aquello fue más un episodio anecdótico que una historia seria.

 

La audiencia no ha parado de reaccionar al respecto.

 

 

Muchos consideran que fue una falta de respeto ventilar algo tan íntimo en televisión.

 

Otros, en cambio, se divierten con la idea de una posible pareja entre Galiacho y Terelu.

 

Lo cierto es que este episodio ha sido uno de los más comentados de la semana y promete seguir dando de qué hablar.

 

El choque entre los perfiles públicos y sus antecedentes ha abierto un debate sobre la ética en la televisión española.

 

¿Debería RTVE filtrar con más rigor a los colaboradores que contrata?

 

¿Es ético invitar a personas con condenas judiciales a un programa de horario infantil?

 

¿Hasta qué punto es válido utilizar temas personales para subir la audiencia?

 

Las preguntas están en el aire y el público espera respuestas.

 

Mientras tanto, el nombre de Terelu Campos vuelve a estar en boca de todos, esta vez por un romance fallido con sabor a escándalo.

 

 

 

Y Antonio David Flores, una vez más, ha sabido encontrar el punto exacto para encender la polémica.

 

¿Será esto solo el principio de una guerra televisiva más grande?

 

Lo cierto es que en la televisión española, la realidad siempre supera a la ficción.