Millán Salcedo de ‘Martes y Trece’ cumple 70 años: Mirar su interesante vida.

Millán Salcedo  70 años

Este 14 de abril, Millán Salcedo celebra su 70 cumpleaños, recordando su legado en la televisión y su icónica carrera en “Martes y Trece”. Tras años de retiro, vuelve a los escenarios con un nuevo proyecto.

Millán Salcedo Salcedo nació el 14 de abril de 1955 en Brazatortas (Ciudad Real). Fue el mediano de los tres hijos de Bernardo Salcedo y Apolonia Salcedo, que, aunque con el mismo apellido, no tenían parentesco entre ellos.

La familia se fue a vivir a Puertollano donde el padre encontró trabajo en una refinería de Repsol, pero falleció a los 44 años por una bronquitis.

Su madre lo dejó en un hospicio a los 7 años

Millán Salcedo  70 años

Sola y sin recursos, la madre optó por llevar a Millán, de 7 años (su hermano mayor tenía 11 y la pequeña, 2), a una institución de los Salesianos, en Ciudad Real, a caballo entre un internado y un hospicio, donde viviría los siguientes ocho años. “Entonces pensé que me habían abandonado, fue un horror”, explicó en una entrevista sobre un lugar donde sufrió bullying. “Me pegaban y me perseguían gritando “mariquita””, ha explicado Millán Salcedo.

Pero también hubo cosas positivas: Millán Salcedo descubrió el fútbol, deporte que le apasiona y al que jugó durante años, y, cuando le hicieron una prueba de voz, lo pusieron de solista en el coro de la escuela.

Ése sería el germen de su vocación artística, aunque, de adolescente, tuvo que aprender el oficio de sastre.

Millán Salcedo dejó la sastrería para ser actor

Millán Salcedo  70 años

A los 17 años Millán Salcedo se fue a vivir a Madrid, donde su madre había encontrado trabajo como portera del número 11 de la calle General Lacy. Vivían con estrecheces en la portería, donde no tenían ni baño, pero para él fue maravilloso porque volvía a tener un hogar y una familia.

Según él, su madre era una mujer divertidísima, que contaba las historias como nadie. “No heredé tierras ni dinero, pero me dejó el humor, un legado que no caduca”, ha dicho de ella, que falleció por un cáncer en 1982.

Para contribuir a la casa, Millán Salcedo trabajaba planchando en una sastrería hasta que un día se despidió. “Le dije a mi madre que quería ser actor y a ella le pareció bien”, ha contado.

Además de estudiar interpretación, empezó a buscar trabajo en los medios faranduleros y, en 1974, debutó en el teatro. Un año después, estuvo en el musical “Godspell”, en el que coincidió con otro aspirante a actor, Josema Yuste. Se hicieron amigos. Los astros acabarían de alinearse durante su mili en Santander, donde conoció a Fernando Conde, también actor. Simpatizaron enseguida y en los ratos en que salían fuera del cuartel solían actuar en baretos.

Millán Salcedo  70 años

Andrés Pajares y Miguel Bosé los ayudaron al principio

De vuelta a Madrid decidieron formar un grupo al que sumaron a Josema Yuste. Barajaron varios nombres (The Mecanics Braga, The Valors, University Tunas…) hasta que se quedaron con el de Martes y Trece.

En sus inicios tuvieron la suerte de que Andrés Pajares y Miguel Bosé les echaron una mano para conseguir actuaciones e incluso grabaron disco –un completo fracaso– y actuaron en la película “Sentados al borde de la mañana con los pies colgando”.

Su golpe de suerte llegó en 1979, cuando aparecieron en “Fantástico”, que presentaba José María Íñigo. Imitaron a las trillizas de oro, las coristas de Julio Iglesias, y, a partir de ahí, empezaron a abrirse paso en el circuito de programas como “Aplauso” o “Un, dos, tres”.

Pasados cinco años, Conde dejó el trío para dedicarse al teatro clásico, pero Millán y Yuste siguieron como dúo. Como personas eran completamente diferentes, pero su entendimiento como cómicos, sobre todo en improvisaciones, era total.

Así las cosas, su aparición en el “Especial Nochevieja” de 1986 les catapultó a la fama con un número, el de la empanadilla de Móstoles, que cambiaría la historia del humor en este país.

Millán Salcedo  70 años

Sketch histórico de Martes y Trece

Ya consagrados, hicieron giras por toda España, grabaron hasta ocho “Especial Fin de Año” para TVE y protagonizaron dos películas –”El robobo de la jojoya” y “Aquí huele a muerto”–, que fueron grandes éxitos de taquilla.

Algunos famosos se sintieron ofendidos por sus imitaciones, como la periodista radiofónica Encarna Sánchez, que los denunció y llegó a desearle, en público, la muerte a Millán.

En la cumbre de su fama, intentaron dosificar sus apariciones para no quemarse y rechazaron la oferta multimillonaria de Telecinco para hacer un espacio diario. Pese a lo bien que les iba, empezaron a circular rumores de ruptura, que llegaría en 1997 tras “Adós”, un especial en TVE.

Según Millán, fue decisión suya, por agotamiento, mientras que Yuste quería seguir “exprimiendo el limón”. No han vuelto a actuar juntos. Solo coincidieron en un spot de Campofrío (con otros cómicos) y en una pequeña improvisación como invitados de “La noche D”, con Dani Rovira.

Tras la ruptura, Millán Salcedo escribió y dirigió la serie de TVE “Kety no para”, de cuya cancelación responsabilizó a Ana Obregón. “Fue de despacho en despacho hasta lograr quitarla. Y eso que éramos amigos”, dijo. Luego se fue a Telecinco con “Un millán de cosas”, programa que no atrapó al público.

Millán Salcedo  70 años

Ataque epiléptico

Millán Salcedo se centró entonces en hacer teatro y zarzuelas, montar “collages” y escribir (ha publicado tres libros). En 2008, protagonizó el espectáculo “Yo me subí a un piano verde” y en 2014 volvió a la tele para presentar con Mariló Montero “El pueblo más divertido de España”.

En 2019, estando con el show “En mis trece 2.0”, sufrió un ataque epiléptico. Lo superó, pero le dejó secuelas en la lengua.

Hincha acérrimo del Real Madrid, jugador de mus, apasionado por la pintura y con su fortuna invertida en pisos, en 2024 se declaró homosexual. “No he tenido pareja sentimental en mi vida”, aunque asegura que liga más que nunca gracias a una página web.

Poco antes de cumplir los 70, ha vuelto a los escenarios con “Preguntamelón”, espectáculo en el que cuenta anécdotas personales y profesionales.