David Cantero reaparece en televisión tras un mes de ausencia para explicar los motivos personales y de salud que lo llevaron a dejar los informativos, convirtiéndose ahora en imagen de una campaña sobre el bienestar y el envejecimiento activo.

Cuando David Cantero anunció su salida de los informativos de Telecinco, muchos pensaron que se trataba de una despedida definitiva del periodista veterano, una figura icónica de la televisión española.

Su ausencia de las pantallas durante casi un mes hizo crecer las especulaciones: ¿problemas de salud? ¿una disputa con la cadena? ¿un retiro anticipado? Pero su inesperado regreso a la televisión ha revelado que la realidad es muy distinta… y mucho más humana.

El periodista ha reaparecido públicamente en ‘El programa de Ana Rosa’, no para anunciar su regreso a los informativos, sino para hablar de algo mucho más personal y trascendental: su salud, el paso del tiempo y la importancia de cuidarse después de los 50 años.

En una entrevista cálida y cercana con Ana Rosa Quintana, Cantero sorprendió a la audiencia al mostrarse vulnerable y transparente sobre los cambios que ha vivido en los últimos meses.

Su participación forma parte de una campaña promovida por Mediaset y GFK bajo el nombre de “inmunofitness”, un concepto que busca crear conciencia sobre la necesidad de fortalecer el sistema inmunológico a través de hábitos de vida saludables, especialmente entre la población madura.

David, con 63 años y una trayectoria impecable en los medios, se ha convertido en el rostro visible de esta iniciativa, que promueve el ejercicio, una alimentación equilibrada y la gestión emocional como pilares para un envejecimiento activo y digno.

Durante la entrevista, el periodista confesó que la decisión de dejar los informativos no fue improvisada, sino fruto de una reflexión profunda sobre su calidad de vida.

“Era el momento de parar, escucharme, respirar”, aseguró. Desde hace tiempo, Cantero sentía que el ritmo frenético del periodismo diario empezaba a pasar factura, tanto física como emocionalmente.

Por eso, lejos de verlo como una retirada, considera esta etapa como una oportunidad para reconectar con su bienestar y dedicar tiempo a lo que realmente le apasiona.

Aunque ya no aparece a diario en el informativo de Telecinco, su vínculo con Mediaset continúa vigente.

Según sus propias palabras, aún tiene compromisos pendientes con la cadena: colaboraciones puntuales, entrevistas y participación en proyectos como el que acaba de protagonizar.

Su presencia en ‘El programa de AR’ ha sido, en parte, un mensaje de tranquilidad para sus seguidores: sigue ahí, aunque en otro ritmo, con otro enfoque.

Más allá de su carrera periodística, Cantero ha sido siempre una persona de intereses múltiples.

Amante de la naturaleza, las motocicletas y la música, en los últimos años ha compartido con sus seguidores su faceta más creativa, escribiendo libros y produciendo contenido desde una mirada personal e introspectiva.

Él mismo ha dicho que ahora quiere “vivir más despacio”, disfrutar de sus pasiones y dedicar tiempo a cuidar cuerpo y mente.

Su testimonio en televisión ha generado un fuerte impacto en redes sociales. Numerosos espectadores han elogiado su valentía por hablar sin filtros de la salud y el envejecimiento, dos temas muchas veces invisibilizados en los medios, especialmente cuando se trata de figuras públicas.

En un mundo en el que se valora tanto la juventud y la productividad, escuchar a un rostro tan conocido hablar de límites, autocuidado y cambios de ciclo ha sido refrescante y necesario.

Además, su regreso a los estudios de Telecinco ha reavivado la nostalgia de quienes lo vieron crecer como profesional en la cadena.

Desde sus inicios en TVE, pasando por su consolidación como presentador de los informativos de fin de semana y después del mediodía, Cantero ha sido una presencia constante en los hogares españoles.

Con su voz serena, su mirada firme y su estilo elegante, se ganó la confianza del público durante décadas.

Lo que pocos sabían es que, detrás de esa imagen imperturbable frente a la cámara, había un hombre reflexionando profundamente sobre su lugar en el mundo, su tiempo y su salud.

“No quiero dejarme llevar por la rutina ni por la exigencia de estar siempre presente. Quiero cuidarme para poder estar presente de verdad, con calidad”, explicó con una sinceridad que tocó el corazón de muchos.

Mientras tanto, no descarta volver a la televisión de manera más regular en el futuro, pero sin las presiones de antes. Ha expresado su interés en explorar otros formatos, quizás más centrados en entrevistas o divulgación, donde pueda conectar con el público desde otro lugar.

Su regreso ha sido una aparición medida, pensada, pero sobre todo sentida. No se trata solo de informar, sino de compartir vivencias reales, con humanidad.

David Cantero no ha vuelto para retomar su silla en el plató de noticias, sino para recordarnos que incluso los comunicadores más serios y formales son, ante todo, personas.

Personas que sienten, que se agotan, que necesitan parar para volver a empezar. Su retorno ha sido un acto de honestidad, una lección de autocuidado y una invitación a repensar cómo queremos vivir nuestras propias etapas de cambio.

Y en esa pausa tan necesaria, su mensaje ha quedado claro: la vida no se detiene al dejar un plató… a veces, es justo entonces cuando empieza de verdad.