La canonización de Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati en el Vaticano reunió a más de 80,000 personas entre fieles, familiares y autoridades, destacando la presencia de la madre y los hermanos mellizos de Carlo en un emotivo acto histórico.

El 10 de septiembre de 2025, la Plaza de San Pedro en el Vaticano vivió una de las jornadas más emotivas de los últimos años: la canonización de Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati, dos jóvenes que ahora son reconocidos oficialmente como santos por la Iglesia Católica.

Desde más de dos horas antes del inicio de la misa solemne, la plaza estaba abarrotada de fieles, familiares, delegaciones internacionales y autoridades, incluyendo la presencia del presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella.

Banderas de distintos países y pancartas con los nombres de los nuevos santos ondeaban entre la multitud, mientras cientos de jóvenes llegaban para presenciar el histórico momento.

A tan solo 15 minutos del inicio de la celebración, el Papa León XIV sorprendió a todos al salir a saludar a los asistentes, dirigiéndose especialmente a los jóvenes:

“Volevo dire un saluto e una parola a tutti voi perché se da una parte la celebra molto solenne anche un giorno di muta gioia e volevo salutare soprattutto tanti giovani ragazzi che sono venuti per questa santa,”

expresó el pontífice, destacando la importancia de este día no solo como un acto solemne, sino como un ejemplo de inspiración para las nuevas generaciones.

Durante la ceremonia, los postuladores de ambas causas presentaron las biografías de los futuros santos.

Pier Giorgio Frassati, nacido en Turín el 6 de abril de 1901 y fallecido en 1925, fue reconocido por su compromiso social y su profunda vida

espiritual, mientras que Carlo Acutis, nacido en Londres el 3 de mayo de 1991 y fallecido en Milán el 12 de octubre de 2006, fue el primer santo millennial, conocido por su devoción a la Eucaristía y su habilidad para difundir la fe a través de la tecnología.

Sus restos mortales se veneran actualmente en el Santuario de Asís, y su ejemplo ha inspirado a jóvenes de todo el mundo.

El momento cúspide de la ceremonia llegó cuando el Papa pronunció la fórmula de canonización en latín, declarando oficialmente a Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati como santos de la Iglesia universal. La emoción se palpaba en el aire, especialmente entre la familia de Carlo.

Su madre, una de las pocas mujeres que ha podido presenciar en vida la canonización de su hijo, se encontraba visiblemente conmovida junto a sus dos hermanos mellizos de 15 años, Francesca y Michele, quienes nacieron cuatro años después de la muerte de Carlo.

Durante la misa, el hermano de Carlo participó leyendo la primera lectura en inglés, marcando un momento íntimo y familiar dentro de la ceremonia multitudinaria.

En su homilía, el Papa León XIV dirigió un mensaje claro a los jóvenes presentes, resaltando cómo la vida de los nuevos santos sirve como guía para orientar la propia existencia hacia el bien y la fe:

“Giorgio Frassati y Carlo Acutis son un ejemplo para todos nosotros, especialmente para los jóvenes, a no solo vivir la vida, sino a orientarla hacia lo alto y hacer un trabajo de valor.

Les animo con sus palabras: no yo, sino Dios, dice Carlo y Pier Giorgio, se llegará hasta el final.”

Uno de los momentos más emotivos de la ceremonia fue la participación de Valeria Vargas, una joven costarricense cuyo milagro reconocido atribuido a Carlo Acutis le salvó la vida.

Valeria fue encargada de realizar una de las peticiones durante la misa y, junto con la familia de Carlo, llevó las ofrendas al altar. Este gesto simbolizó la conexión directa entre los milagros de los santos y la vida de quienes se han visto tocados por su intercesión.

Tras la misa, más de 80,000 personas pudieron saludar a los santos mediante el Papa móvil, mientras la plaza seguía llena de emoción y aplausos.

La canonización de Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati no solo representó un reconocimiento formal a sus vidas y virtudes, sino también un llamado a la juventud de todo el mundo a vivir con fe, compromiso social y valentía.

La ceremonia, que duró varias horas, incluyó cantos, oraciones y testimonios de personas de distintas nacionalidades que destacaron el impacto de los nuevos santos en sus vidas.

Carlo Acutis, con su enfoque en la tecnología y la evangelización digital, ha sido un referente para millones de jóvenes que buscan formas

modernas de acercarse a la fe, mientras que Pier Giorgio Frassati, con su dedicación a los pobres y su ejemplo de vida íntegra, continúa siendo un modelo de compromiso social.

La canonización, además, permitió que las familias presentes, incluidos los jóvenes hermanos de Carlo, pudieran vivir un momento histórico y único que quedará grabado en la memoria de todos los asistentes.

La jornada del 10 de septiembre quedará registrada como un día inolvidable en la historia de la Iglesia, donde miles de fieles, autoridades y familias se unieron para celebrar la vida de dos jóvenes cuyo legado espiritual sigue inspirando al mundo.

Entre cánticos, banderas, lágrimas y sonrisas, la Plaza de San Pedro se convirtió en un escenario de alegría y devoción, confirmando que el

ejemplo de Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati trasciende generaciones y fronteras, llevando un mensaje de esperanza, fe y compromiso que seguirá resonando en la vida de muchos.