Ligia ha recurrido a ‘First Dates’ para buscar a un compañero con el que salir a bailar y a pasear por las calles de Murcia

 

Carlos Sobera, obligado a frenar en seco 'First Dates' por un ataque de risa

 

El último programa de *First Dates* emitido esta semana dejó una de las escenas más divertidas y tiernas de la temporada, con Carlos Sobera como protagonista involuntario de un ataque de risa que obligó a detener la grabación durante varios minutos.

Todo comenzó con la llegada de Ligia, una mujer de 75 años nacida en Colombia y jubilada como agente inmobiliaria, que acudió desde Mazarrón, en Murcia, con un objetivo muy claro: encontrar a un compañero para bailar, pasear y disfrutar de lo que le queda de vida.

Con un carácter arrollador y una simpatía natural, desde el primer instante logró captar la atención de todos los presentes, incluido el propio Sobera, que no pudo contener la risa ante su desparpajo.

“Desde que tengo seis años todo el mundo quería tener trato conmigo, porque era muy conversadora y muy simpática”, confesó la protagonista ante las cámaras, dejando claro que su personalidad extrovertida la acompañaba desde la infancia.

Su entrada al restaurante fue toda una declaración de intenciones: no dejó que existiera un segundo de silencio y se mostró encantada de vivir la experiencia televisiva. Pero más allá de la cena, lo que más ilusión le producía era conocer en persona al presentador.

“Ay, ya me acuerdo de este hombre. Pensé que no venía a verte”, exclamó emocionada al ver a Sobera. Él, con su habitual humor, le respondió: “¿Cómo que no? Si llevo nueve años esperándote, Ligia”. La complicidad fue inmediata.

 

Carlos Sobera, obligado a frenar en seco 'First Dates' por un ataque de risa

 

La colombiana, que lleva poco más de un año viviendo en España después de varias visitas previas, no dudó en expresar su admiración por el presentador.

“Al presentador lo conozco por la televisión, por los programas tan lindos que hace, tan interesantes, tan agradables, que todo el mundo queremos verlos”, aseguró.

Tanto entusiasmo hizo que Ligia tuviera una misión clara antes de marcharse: “No quiero irme sin el teléfono de Carlos porque es una bella persona.

Es muy agradable, muy familiar, muy social y quiero tener su contacto”. El comentario, cargado de espontaneidad, desató sonrisas entre los técnicos del programa y dejó a Sobera visiblemente sorprendido.

Pero la verdadera explosión de risas llegó cuando Carlos Sobera recibió al candidato de la noche, Juan, un camionero jubilado de 74 años procedente también de Murcia.

Con la intención de cogerle la chaqueta y presentarlo a su cita, Sobera tuvo que esperar más de la cuenta porque Juan no reaccionaba como esperaba.

La situación, algo absurda por la torpeza del momento, provocó que el presentador estallara en carcajadas. “A mí me va a dar algo”, dijo entre risas mientras trataba de recomponerse, obligando al equipo a cortar momentáneamente la grabación.

 

Carlos Sobera, obligado a frenar en seco 'First Dates' por un ataque de risa

 

Una vez superado el incidente, la cita entre Ligia y Juan comenzó con buen pie. Ambos se mostraron alegres, con ganas de conocerse y con una simpatía evidente que contagió al resto.

Sin embargo, a Juan le costó memorizar el nombre de su compañera, lo que generó algunas risas incómodas pero también acercó más a la pareja.

“Soy viejita, pero de corazón tierno. Simpática, bailadora…”, se describió Ligia, dejando claro qué esperaba de la vida. Entre sus requisitos, buscaba a un hombre que no fuera demasiado gordo, aunque matizó con humor: “Si lo está, pues lo pongo a dieta”.

El principal obstáculo parecía ser la distancia entre sus lugares de residencia, algo que Juan señaló con un suspiro: “Yo es que estoy harto de hacer kilómetros”.

Sin embargo, cambió de opinión cuando descubrió que Ligia conducía, lo que abriría la posibilidad de verse sin que todo el peso recayera sobre él.

Poco a poco la cita fue tomando un rumbo más romántico, con conversaciones fluidas, bromas y gestos de complicidad. Incluso compartieron platos y brindaron con sonrisas cómplices.

El momento más inesperado llegó cuando, entre charla y charla, Juan desvió la conversación hacia una curiosidad personal sobre Laura Boado y Matías Roure, dos de los rostros habituales del programa. “¿Están juntos o no?”, preguntó sin rodeos.

 

Los ataques de risa más memorables de Carlos Sobera en 'First Dates'

 

La propia Laura, que escuchaba la escena, respondió con humor: “¿Sabes qué? Me encantaría, pero él no quiere. Dile algo luego, ayúdame, que no hay manera”.

Entre carcajadas, Matías prometió a su compañera que la invitaría a cenar, regalando a la audiencia un guiño extra fuera de guion.

Mientras tanto, Ligia y Juan siguieron avanzando en su cita, que terminó con un baile en el reservado y un beso lleno de ternura. “La veo contenta y muy agradable.

Me gustaría seguir conociéndola”, confesó él durante la decisión final. Ella, sin dudar, añadió: “Me gustaría volverte a ver. No solo una, las que podamos tener.

Me ha encantado conocerte”. Con esas palabras, la pareja se marchó de la mano, protagonizando un cierre romántico que conquistó a los espectadores.

El episodio dejó claro que *First Dates* sigue siendo un espacio capaz de generar momentos espontáneos y memorables, combinando el humor, la emoción y las segundas oportunidades en el amor.

Y, por supuesto, la noche quedará recordada por el ataque de risa de Carlos Sobera, un presentador que, pese a su experiencia, aún se deja sorprender por las ocurrencias de sus invitados y que convirtió una cita televisiva en una velada inolvidable.

 

Carlos Sobera, obligado a frenar en seco a una soltera tras su atrevida  proposición a Matías Roure en 'First Dates': ''No te líes''