Anabel Conde, exrepresentante de España en Eurovisión, critica duramente la candidatura de Melody para 2025, asegurando que la propuesta carece del impacto necesario y que España sigue sin apostar con ambición en el festival.

Anabel Conde, recordada por representar a España en Eurovisión 1995 con una de las actuaciones más ovacionadas en la historia del certamen —y que le valió el segundo puesto con la balada “Vuelve conmigo”— ha vuelto a situarse en el centro del debate eurovisivo con unas declaraciones que no han dejado indiferente a nadie.

En plena cuenta atrás hacia el Festival de Eurovisión 2025, la artista ha roto su silencio y ha compartido lo que muchos piensan pero pocos se atreven a decir sobre la elección de Melody como representante de España este año.

La cantante malagueña, con una trayectoria sólida en el mundo de la música y un lugar privilegiado en la memoria colectiva de los eurofans españoles, ha lanzado una crítica directa y sin adornos sobre el tema y la puesta en escena que Melody presentará en Malmö.

“Me parece que la canción es buena… para cualquier festival menos Eurovisión”, sentenció Anabel con una mezcla de sinceridad y frustración.

Estas declaraciones, compartidas en un programa especializado en el certamen, han abierto un auténtico terremoto en el universo eurofan.

Según Conde, la propuesta de Melody no tiene el impacto ni la ambición escénica que exige una cita como Eurovisión, donde los detalles técnicos, visuales y emocionales marcan la diferencia entre una canción recordada y una olvidada.

“No basta con tener una voz potente o un ritmo pegadizo, se necesita algo más. Algo que haga que Europa no pueda apartar los ojos del escenario”, explicó.

Melody, artista conocida desde su infancia gracias al hit “El baile del gorila”, ha trabajado durante años para consolidar su carrera en una línea más madura, fusionando sonidos latinos con baladas emotivas.

Su elección como representante fue recibida inicialmente con entusiasmo por parte del público general, aunque con cierta tibieza por parte del núcleo duro de eurofans, quienes siempre han sido muy exigentes en cuanto al tipo de propuesta que debe llevarse a un certamen tan competitivo.

Anabel, que ha seguido de cerca cada edición del festival desde su participación en 1995, no ha dudado en comparar la actual candidatura con otras propuestas internacionales que ya se perfilan como favoritas.

“Veo lo que están llevando Suecia, Italia o incluso Francia, y siento que nosotros seguimos pensando que con lo justito basta. Y no. Eurovisión es una guerra de talento, escenografía y emoción”, recalcó con evidente pasión.

Las casas de apuestas tampoco parecen acompañar a la candidatura española este año. España se encuentra en la parte baja de los pronósticos, lo que ha generado aún más debate.

Para Anabel Conde, esto no debería sorprender a nadie. “Si los expertos no nos ven en el top 10, es porque no estamos ofreciendo nada que marque la diferencia. Y lo peor es que nos estamos acostumbrando a eso”, lamentó.

No obstante, la intérprete de “Vuelve conmigo” también quiso aclarar que su crítica no es un ataque personal hacia Melody, a quien respeta como artista.

“Melody tiene talento, tiene carisma y ha trabajado muy duro. Pero esto no va de ella como persona, va de una estrategia que no está a la altura del momento”, explicó.

También mostró preocupación por el equipo de RTVE encargado de las decisiones creativas, insinuando que falta visión internacional y valentía a la hora de arriesgar con propuestas más rompedoras.

La reacción del entorno de Melody no se ha hecho esperar. Aunque la artista no ha respondido directamente a las palabras de Anabel, su equipo ha compartido en redes un mensaje de agradecimiento a los fans y una promesa: “Estamos trabajando cada día para ofrecer una actuación inolvidable que deje el nombre de España muy alto”.

El mensaje ha sido interpretado como una respuesta diplomática, pero también como una muestra de que el equipo está al tanto del revuelo generado.

Mientras tanto, las redes sociales arden. Algunos usuarios se han mostrado de acuerdo con Anabel, pidiendo más exigencia y autocrítica en las propuestas eurovisivas de España.

Otros, sin embargo, han calificado sus declaraciones como “innecesarias” y “desmoralizadoras”, considerando que no es momento de atacar, sino de apoyar a la artista elegida.

La controversia ha reabierto un debate recurrente en cada edición del festival: ¿Debe España apostar por una propuesta más arriesgada?

¿Qué hace falta para recuperar el espíritu competitivo que llevó a artistas como Anabel Conde o Pastora Soler a brillar en Europa? ¿Estamos repitiendo viejos errores año tras año?

Lo cierto es que, a pocas semanas de que comience la gran cita musical en Malmö, las expectativas están más divididas que nunca.

Melody ensaya sin descanso, mientras RTVE trabaja en una puesta en escena que —según prometen— sorprenderá al público europeo. Pero el reto está servido, y la sombra de las críticas, como la de Anabel, sigue planeando.

Anabel Conde, por su parte, ha dejado claro que no busca generar polémica gratuita, sino abrir una conversación que, según ella, es necesaria.

“Eurovisión es una oportunidad enorme, y no nos la podemos tomar a la ligera. Yo ya viví lo que es estar ahí, y sé lo que se siente cuando sabes que has hecho todo lo posible por ganar”, concluyó.

Mientras Europa se prepara para una nueva edición del festival más esperado del año, España se debate entre la ilusión, la duda… y la polémica. Porque en Eurovisión, nada es predecible. Y todo puede cambiar en tres minutos.