La venta de la lujosa mansión de Piqué y Shakira marca un paso decisivo en su separación, reflejando tanto el cierre de un capítulo emocional como el inicio de nuevas etapas en sus vidas personales y profesionales.

En un giro inesperado de los acontecimientos, Gerard Piqué y Shakira han cerrado la venta de una de sus tres lujosas mansiones en Esplugas de Llobregat, un proceso que ha capturado la atención de los medios y de sus seguidores.

La transacción se ha concretado por más de 3 millones de euros, lo que simboliza el inicio de la disolución de sus bienes comunes tras su separación en junio de 2022, después de doce años juntos y de ser padres de dos hijos, Milan y Sasha.

El ambiente que rodea esta separación ha estado marcado por la especulación y el drama.

A pesar de que ambos han solicitado privacidad para proteger a sus hijos durante este difícil proceso, los rumores no han cesado. Se ha hablado de una supuesta infidelidad de Piqué con Clara Chía, lo que ha generado un gran revuelo mediático.

En medio de todo esto, Shakira ha canalizado su dolor a través de su música, dejando indirectas en sus canciones que han resonado con sus fans y han alimentado aún más la curiosidad sobre su relación con Piqué.

“Es un momento muy difícil para mí y para mis hijos”, declaró Shakira en una reciente entrevista.

“La música siempre ha sido mi refugio, y a través de ella puedo expresar lo que siento”. Sus palabras reflejan la lucha interna que enfrenta mientras navega por esta nueva etapa de su vida.

Por su parte, Piqué ha mantenido una postura más reservada, insistiendo en que “la verdad aún no se ha revelado completamente”, lo que ha dejado a muchos preguntándose qué más puede haber detrás de esta separación.

La mansión vendida, que cuenta con una superficie construida de aproximadamente 715 m², seis dormitorios y lujos como piscinas interior y exterior, bodega, gimnasio, estudio de grabación, sala de juegos y jardines automatizados, ha sido un símbolo de la vida de lujo que compartieron como pareja.

Diseñada por la arquitecta Mireia Admetller y finalizada en 2012, esta propiedad ha sido testigo de muchos momentos importantes en la vida de la pareja.

“Cada rincón de esta casa tiene una historia”, comentó un amigo cercano a la pareja. “Es triste ver cómo se deshacen de estos recuerdos, pero es un paso necesario para seguir adelante”.

Con la venta de esta mansión, solo quedan dos propiedades por vender, cuyo precio conjunto ronda los 11 millones de euros.

La gestión de la venta se está llevando a cabo de manera discreta, liderada por la sociedad del padre de Piqué, lo que indica que ambos están buscando compradores selectos para sus residencias restantes.

Este proceso de venta no solo representa un cambio en su situación financiera, sino también un cierre emocional para ambos.

Mientras tanto, Shakira ha comenzado una nueva vida en Miami, donde ha estado enfocándose en su carrera musical y en el bienestar de sus hijos.

“Quiero que mis hijos crezcan en un ambiente feliz y saludable”, afirmó en una reciente publicación en redes sociales. Su mudanza a Estados Unidos ha sido un cambio significativo, y muchos de sus seguidores están ansiosos por ver cómo evoluciona su carrera en este nuevo entorno.

Por otro lado, Piqué ha continuado su relación con Clara Chía y ha estado muy activo en sus negocios con Kosmos, su empresa de deportes y entretenimiento.

“Estoy emocionado por lo que viene en mi vida profesional y personal”, comentó Piqué en una reciente aparición pública. A pesar de los desafíos que ha enfrentado, parece decidido a seguir adelante y a construir un futuro próspero.

La venta de la mansión no solo es un hito en la vida de Piqué y Shakira, sino que también simboliza el cierre de un capítulo importante en la historia de una de las parejas más icónicas del mundo del entretenimiento.

Sus fans han estado siguiendo cada movimiento de la pareja, y la curiosidad sobre su vida personal sigue siendo un tema candente en los medios.

A medida que avanzan por caminos separados, tanto Piqué como Shakira están aprendiendo a adaptarse a sus nuevas realidades.

La música, los negocios y la crianza de sus hijos seguirán siendo sus prioridades, y aunque sus caminos se hayan bifurcado, ambos parecen estar comprometidos a encontrar la felicidad en sus nuevas vidas.

La historia de Gerard Piqué y Shakira es un recordatorio de que incluso las relaciones más fuertes pueden enfrentar desafíos, pero también pueden dar paso a nuevas oportunidades y comienzos.