La gala benéfica de la Cruz Roja Monegasca en Montecarlo, presidida por la Princesa Charlène y el Príncipe Alberto II, reunió a figuras destacadas como Camille Gottlieb, Louis y Marie Ducruet, y el piloto Charles Leclerc para una noche de solidaridad, alta cocina y elegancia destinada a apoyar causas humanitarias.

 

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La velada benéfica organizada por la Cruz Roja Monegasca, presidida por la Princesa Charlène y el Príncipe Alberto II, tuvo lugar en el espléndido entorno de Montecarlo, comenzando a las 20:00 con una cena de gala bajo un cielo estrellado

. Este evento, que reunió a una selecta lista de invitados, ofreció una experiencia culinaria única a cargo del renombrado chef Thierry Saez Manzanares, con un menú de alta cocina que, aunque tenía un precio de 1900 euros por persona (sin incluir bebidas), prometía no solo deleitar el paladar, sino también contribuir a causas benéficas esenciales.

El dress code de la noche era claro: esmoquin para los hombres y vestidos de noche para las mujeres.

La gala se destacó no solo por su elegancia, sino también por su compromiso social, ya que todos los fondos recaudados se destinarían a la Cruz Roja, una organización que trabaja incansablemente en pro de la humanidad y la solidaridad en todo el mundo.

 

 

La decoración del evento fue un espectáculo en sí mismo. Espectaculares arreglos florales de anturios rojos adornaban el lugar, reflejando la identidad visual de la fundación. A medida que los asistentes llegaban, la emoción en el aire era palpable.

Entre los primeros en hacer su entrada fueron la Princesa Charlène y el Príncipe Alberto II, quienes deslumbraron con su estilo impecable.

Charlène, con su elegancia minimalista, lucía un vestido plisado azul que acentuaba su figura, complementado con un ramo de flores en tonos rosas y azules que armonizaban perfectamente con su atuendo.

Por su parte, el Príncipe Alberto optó por un traje blanco de chaqueta que dejaba todo el protagonismo a su pajarita roja, en sintonía con la temática de la gala.

La joven Camille Gottlieb, sobrina del príncipe Alberto y responsable del departamento de juventud de la Cruz Roja, también destacó en la velada.

Con un vestido blanco y negro de escote Bardot y falda de tul, reafirmó su posición como una de las figuras más visibles de la nueva generación Grimaldi comprometida con la filantropía.

Louis Ducruet y su esposa Marie Ducruet, igualmente presentes, hicieron gala de su elegancia con un estilismo coordinado: Marie optó por un vibrante vestido verde con capa, mientras que Louis lucía un traje azul oscuro con detalles en negro.

 

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Uno de los momentos más esperados de la noche fue la tómbola benéfica, que ofrecía cinco premios excepcionales donados por grandes firmas de lujo.

La tensión y la expectativa crecían a medida que los números eran anunciados, y los asistentes no podían contener su emoción al participar en esta actividad que prometía ayudar a quienes más lo necesitan.

La gala alcanzó su clímax con un impresionante espectáculo de fuegos artificiales lanzados desde el mar, iluminando la bahía de Montecarlo en una explosión de color y elegancia. Este momento mágico fue el broche final a una noche dedicada a la solidaridad y el compromiso social.

 

El impresionante vestido de 4.000 euros de Charlene de Mónaco en el Baile  de la Cruz Roja

 

Entre los asistentes, la pareja formada por el piloto de Fórmula 1 Charles Leclerc y la joven Alexandra Saint Mleux acaparó todas las miradas. Aunque nunca han confirmado oficialmente su relación, su complicidad y elegancia fueron evidentes.

Alexandra deslumbró con un vestido asimétrico en tonos suaves, mientras que Charles optó por un esmoquin negro clásico, manteniendo la sobriedad que el evento exigía.

La gala no solo fue un despliegue de moda y estilo, sino también un recordatorio del poder de la comunidad y la importancia de apoyar causas benéficas.

La Cruz Roja Monegasca, con su labor inquebrantable, continúa siendo un faro de esperanza y humanidad en tiempos difíciles. La velada fue, sin duda, un éxito rotundo, dejando a todos los presentes con el corazón lleno y el compromiso renovado hacia la solidaridad.

 

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