Alejandro Albalá ha rehecho su vida alejado de la televisión. Ahora, cuatro años después, su nombre resuena para regresar a Honduras como concursante de ‘Supervivientes All Stars’

Alejandro Albalá (30 años) fue uno de esos rostros recurrentes de Telecinco. Formó parte del clan Pantoja.

Protagonizó portadas de revista con Isa Pantoja, a quien llegó a decirle ‘sí, quiero’ en Cancún (México) en 2016 tras dos años de noviazgo. Se separaron solo seis meses después de la boda.

Rehizo su vida con Sofía Suescun, pero –polémica mediante– aquella relación tampoco funcionó. Entre idas y venidas amorosas, colaboró con diferentes programas de la cadena, participó en la primera edición ‘GH DÚO’ (2019) y se atrevió a concursar en ‘Supervivientes 2021’.

Sin embargo, algo cambió en Honduras. Volvió afectado por la aventura. Estaba bronceado y visiblemente más delgado. También dispuesto a desaparecer del foco mediático.

Ahora, Alejandro Albalá lleva una vida alejada del mundo del corazón. Es un ‘currito’ completamente anónimo.

Está centrado en su negocio. Lo montó con el dinero que obtuvo en su ‘otra vida’, cuando era personaje de la actualidad del corazón y participaba en los realities más vistos de la parrilla televisiva.

Sin embargo, su nombre suena como uno de los posibles fichajes de ‘Supervivientes All Stars’. Estuvo 98 días en los Cayos Cochinos, siendo el expulsado número 11.

Según publica ‘Yotele’, estaría dispuesto a afrontar el reto por segunda vez.

“Tengo un estanco gracias al dinero que tenía ahorrado de la tele”, contó en uno de los últimos ‘Deluxe’. Acudió al programa después de que se publicaran unas fotografías de él encargándose de absolutamente todo lo que tiene que ver con su nuevo negocio: “Me llamaban vago pero todo tiene su tiempo. En el estanco me encargo de todo”.

Su negocio se sitúa en el madrileño barrio de Carabanchel. Tiene dos empleadas a su cargo, lo que le le permite tener un horario de nueve de la mañana a tres de la tarde.

Además, con este proyecto puede vivir de manera desahogada. Eso sí, antes tuvo que hacer una inversión entre “300.000 y un millón de euros”.

Albalá lleva las cuentas de su nuevo negocio y los pedidos, pero también despacha a cualquiera que entre por la puerta.

Ya sea que busque sellos y paquetes de cigarrilloso quiera hacer una recarga de móvil o de su abono transporte.

Eso sí, lo hace en el turno de mañana. Se atrevió con este proyecto cuando dejaron de llamarte de la televisión.

Entendió que había llegado el momento de buscar un plan b. “Me apetecía invertir mi dinero con cabeza”, le contó a Lydia Lozano en el citado ‘Deluxe’.

¿Es rentable su negocio?

Ya entonces Alejandro Albalá aseguró que era un negocio rentable. María Patiño quiso saber cuánto ganaba al mes.

El que fuese concursante de ‘Supervivientes’ le contestó con un simple “estoy contento”.

Se resistió a dar una cifra pese a las insistencias de la periodista. “¿Más de 3000 euros?”, le preguntó. “Bastante más que menos”, le contestó.

Teniendo en cuenta esta cifra, no sorprende a nadie que el ahora estanquero se pueda permitir tener un piso en una de las zonas más caras de Madrid, el Barrio de Salamanca. Además, en sus redes sociales comparte los caprichos que se da con sus 188.000 seguidores.

No acostumbra a subir fotos a su perfil, pero sí que publica historias efímeras. Suele compartir sus escapadas, como la que hizo hace solo unas semanas a la isla de Formentera.

No solo comparte los ratos de sol y playa, también deja ver el cambio físico que ha experimentado en los últimos años.

Ahora, luce un impresionante nuevo físico, producto de su duro trabajo en el gimnasio. Lo que no comparte es su día a día en el estanco.

Sus diferentes reapariciones televisivas

Alejandro Albalá sabe lo que es ser un rostro conocido de la prensa del corazón y contar con miles de seguidores.

Sin embargo, el joven segura que prefiere su vida normal y corriente. “Hasta ahora había vivido en lo superficial”, reconoció.

El ahora estanquero se alegra de haber dejado atrás la época en la que vivía en el ocio nocturno, haciendo los bolos y los programas de televisión.

Está encantado con el cambio que ha dado su vida. Esto no evita que, de vez en cuando, regrese a la pequeña pantalla.

Volvió al ‘Deluxe’ cuando se publicaron imágenes de él trabajando en el estanco. Ya que iban a hablar de él, al menos que obtuviera también tajada.

También acudió el pasado verano a ‘Fiesta’ para contar su experiencia con Maite Galdeano como suegra. Entonces, Kiko Jiménez aseguraba que “Maite necesita ayuda”.

“La he sufrido igual que Kiko. No es por hacerlo grande, de verdad. Lo fue. Entiendo a Kiko, lo comprendo y le doy el pésame”, dijo en ‘Fiesta’, refiriéndose a la madre de Sofía Suescun. Albalá y la ganadora de ‘Gran Hermano 16’ estuvieron juntos durante tres años. “Fue muy duro convivir con ella. Fue inaguantable, tipo yo estar en la ducha y ella entrar sin preguntar. Cosas de esas miles, que en una convivencia normal con 22 años no entendía nada”, confesó.

No mantuvo una buena relación con la que fuese su suegra. Le llamaba el “atontado” y tenía actitudes que no correspondían. “Sofía le daba normalidad porque creo que se ha criado así. Veía situaciones y le daba normalidad. Se lo comentaba y se lo decía, pero ella le quitaba importancia”. Además, los “celos tóxicos” a los que hacía referencia Sofía en su comunicado considera que tienen que ver con que “Maite solo la quiere para ella”. “Es obsesión, la absorbe. Tampoco sé lo que se le pasa por la cabeza. Para ella no había que hablar nada porque era su día a día. Me gustaría saber qué es lo que le ha hecho cambiar ahora a Sofía. Qué es lo que ahora le ha hecho decir, ‘ya vale’”, ha deslizado. Decía al ver que su expareja había decidido distanciarse de su madre.

Puede que algunos de los programas de la cadena quiera contar con él estos días de verano para comentar algún tema de actualidad. Mientras tanto, su nombre suena con fuerza para regresar a Honduras. Lo haría como concursante de ‘Supervivientes All Stars’. Puede que ese sea el verdadero motivo de su cambio físico, que se esté preparando para las pruebas del reality show.