A sus 66 años, la artista presume de figura junto a su hija en una imagen que ha causado sensación.

Lolita Flores está disfrutando de un verano único en Cádiz rodeada de las personas que más quiere: sus hijos, sus nietos y su yerno, Gonzalo Sierra, a quien dedicó un precioso mensaje el pasado 5 de agosto por su 33 cumpleaños. La artista derrocha felicidad mientras se baña en el Atlántico, y prueba de ello es esta imagen en la que aparece con su primogénita, Elena Furiase. “Lo mejor de mi vida”, ha dicho emocionada.

Madre e hija sonríen mientras posan abrazadas en este selfie que, a juzgar por las palabras de Lolita, se ha convertido en uno de sus mejores recuerdos del verano.

A sus 66 años, la cantante y actriz luce una figura increíble con un traje de baño blanco. Elena, por su parte, presume de cuerpazo con un bikini naranja.

Sus seguidores, al ver la imagen, no han tardado en reaccionar. “Bellezones. Vaya genética buena, qué cuerpazos”, comentaron impactados. “Radiantes y guapísimas”, añadieron otros.

Lolita se ha tomado un respiro tras un año de intenso trabajo. “Me hace falta descansar el cuerpo y la mente”, aseguró recientemente. Será a partir de septiembre cuando vuelva a meterse en la piel de Poncia y sorprenda a todos sus fan con “sorpresas musicales”.

Mientras tanto, Lolita saborea los pequeños placeres de la vida, como compartir tiempo con su hija, quien fue su bote salvavidas en uno de los momentos más oscuros de su existencia.

Tras la trágica pérdida de su madre y su hermano, fallecidos en 1997 con solo 14 días de diferencia, la artista cayó en una espiral autodestructiva.

“Fue un año y medio de locura absoluta en mi interior, en el que bebía, tomaba coca, me acostaba a las tantas…”, confesó con total sinceridad en Lo de Évole, el programa de Jordi Évole en laSexta.

Afortunadamente, Elena, que entonces tenía 8 años, dio la voz de alarma. “Me salvó mi hija. Llamó a mi hermana y le dijo: ‘Tía, veo a mi madre regular, no la veo bien’. Y mi hermana vino y me dijo: ‘Para, porque tu hija te necesita y tu hijo es muy chico también’”.

Aquella llamada marcó un antes y un después para Lolita. De un día para otro, dejó las adicciones y retomó las riendas de su vida, de la que ahora disfruta más que nunca, sabiendo que su hija la adora por encima de todas las cosas. “Gracias, mamá, por pensarme, por desearme, por soñarme, por quererme, apoyarme y sostenerme. No solo eres mi madre, sino todo lo demás. Te quiero”, le dijo Elena hace un tiempo.

Una declaración pública de amor que emocionó a Lolita hasta las lágrimas. “Mi vida, gracias. Tú eres lo más importante junto con tu hermano, sois mi luz. Te quiero a ti y a esos dos chiquititos que vienen de ti. Aquí seguiré, a tu lado, hasta que Dios quiera”.