Mari es una marinera y tiktoker de Estepona (Málaga) a la que le gusta mucho el “cachondeo”. Tanto es así que, nada más entrar al restaurante.

Mari es una marinera y tiktoker de Estepona (Málaga) a la que le gusta mucho el “cachondeo”.

Tanto es así que, nada más entrar al restaurante de First Dates, dejó atónito al presentador del dating show con sus intenciones: “Carlos Sobera, vengo aquí a enseñarte la pelambrera”.

Ante esta afirmación, el conductor de First Dates se quedó perplejo, pero Mari fue más allá y le explicó que se pone “pelos en el chumino”.

Completamente boquiabierto, Sobera le preguntó a la soltera por qué hace esto.

Es por ello que Mari reveló que se ha hecho “viral” en TikTok por fingir tener un vello púbico anormal: “Yo soy María Montero, la que tiene los pelos del chumino más largos del mundo entero. Son muy largos, me compré pelucas y me las pongo. Lo he traído aquí para que tú lo veas”, le dijo la malagueña al presentador de Cuatro.

Carlos Sobera trató de mantener la compostura cómo pudo y le preguntó a Mari cómo se le ocurrió este gag cómico.

Ante esto, la soltera contestó: “Me quería hacer viral y no sabía cómo conseguirlo. Un día me vino la inspiración y quise hacer algo gracioso. Lo hago por el cachondeo y porque a la gente le gusta”, afirmó la malagueña, aclarando que es todo es una broma, puesto que se hace la depilación láser.

Mari también declaró que es marinera, aunque en este trabajo “no enseña los pelos”.

Tras este momento surrealista, Fran entró al restaurante de Cuatro para conocer a la malagueña.

Este empresario de Cádiz se divirtió enormemente con el mordaz sentido del humor de la tiktoker.

Sin embargo, no fue hasta el final de la cita cuando Mari le desveló al gaditano su particular talento cómico.

Aunque en un primer momento Fran sintió un poco de rechazo con la “peluda” broma de su cita, acabó rompiendo a reír al ver cómo Mari se sacaba una peluca de la entrepierna. “El chaval se ha quedado traspuesto”, afirmó la malagueña al ver que el empresario rompía a reír a carcajadas. Y es que al gaditano le encantó que la soltera no tuviese límites para reírse de sí misma.