Avelino, de 77 años, es un hombre tradicional enamorado de España pues para él es el mejor país del mundo entre otras cosas.

Esta discrepancia sexual cambió drásticamente la decisión final del soltero

Una de las razones es por su música flamenca, ya que se considera un fiel seguidor de El Fary y Manolo Escobar.

Se conserva muy bien aunque ha trabajado mucho, concretamente hasta los 71, en un sector complicado: el de la hostelería.

Se casó hasta en dos ocasiones pero las relaciones terminaron porque, según él, tenía mucho trabajo.

Sin embargo, al hablar sobre sus relaciones pasadas con Carlos Sobera, el presentador descubre que uno de los motivos de las rupturas fue que cuando cerraba el bar, se iba a echar unas copitas.

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“Yo he sido infiel cuando era joven, pero he aprendido la lección”, confiesa el soltero en su momento a solas con las cámaras. “No soy un adicto pero me han gustado siempre”, añade. Andaluz pero vive en canarias.

Su cita en ‘First Dates’ es Isabel, de 72 años. De joven se consideraba una mujer muy atractiva y, a día de hoy, se define a sí misma como persona antigua por su mentalidad pues a la soltera le gustan las normas que había anteriormente, entre ellas el respeto o “el derecho a opinar poco”.

Al conocerse, a la soltera le encanta que su cita tenga detalles como acercarle la silla en la mesa. Sin embargo, su afinidad parece romperse por completo al tener una discrepancia en el ámbito sexual.

Avelino rechaza una segunda cita con Isabel al no ver un futuro sexual con ella

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Todo parecía ir a las mil maravillas hasta que Avelino e Isabel comparten un momento íntimo en el reservado del restaurante.

Un papelito retaba a los solteros a darse un beso en la boca, una prueba que rechaza profundamente Isabel pues eso es algo que, le adelanta, no ocurrirá ni en su cita, ni cuando se vean en su ciudad.

Avelino se sigue considerando una persona activa, por lo que la rotundidad con la que su cita siente rechazo hacia este ámbito lleva a cambiar radicalmente el rumbo de la cita. Tanto es así que, en la decisión final, ambos toman decisiones muy diferentes.

Isabel, por su parte, sí tendría una segunda cita con Avelina: “Me gusta porque es una persona seria, lo veo respetuoso, educado, es simpático y me río con él”.

Pero, por si no le había quedado claro, le afirma que lo único que tendrán, sexualmente hablando, son abrazos y besos en las mejillas.

“Yo soy una persona caliente. Entonces, después de los besitos se llega a todo lo demás pero sin hacer daño”, le confiesa el soltero. “Solo faltaba que me hicieras daño”, señala su cita.

Su actitud es la que ha hecho que Avelino tome una determinante decisión en cuanto a su futuro: “A ella, que lo respeto, no le gustan los besos”. La soltera no da crédito que su cita continúe teniendo apetito sexual, por lo que esta historia se termina con sus caminos tristemente separados.