Ana y Daniel comparten un 25% de genética porque tienen el mismo padre. Han explicado a Sonsoles Ónega cómo se enamoraron y las barreras que están encontrando a su historia de amor.

Ana fue abandonada por su padre a los 4 meses. Cuando era adolescente decidió buscar a su familia paterna y dio con su hermano, Daniel, con el que contactó y empezó a gestar un vínculo muy especial que, si la ley no lo prohibiese, terminaría frente a un altar jurándose amor eterno y diciendo ‘sí, quiero’.

Así se lo han contado a Sonsoles Ónega en ‘Y Ahora Sonsoles’ (Antena 3), programa al que ha acudido la pareja para darle visibilidad a parejas como la suya: son hermanos por parte de padre pero eso no ha sido impedimento para enamorarse, iniciar una relación y tener dos hijos «muy sanos».

Desde que se conocieron hasta que sintieron el flechazo pasarían cuatro años. «Llegamos a vivir juntos, como compañeros de piso. Ya entonces nuestros amigos siempre dijeron que nuestra relación era especial y que había algo más, pero nosotros lo negábamos», ha explicado Daniel.

Hasta que una noche él dio el primer paso, besó a Ana cuando estaban de fiesta y desde entonces hasta el día de hoy, «luchando contra muchos prejuicios y tabúes y tratando de demostrar que el incesto no es delito«, han dicho participando en directo en el espacio.

A día de hoy viven juntos, tienen dos hijos y querrían casarse para legalizar su situación.

Sin embargo, en España está prohibido el matrimonio entre «parientes colaterales, como es el caso».

Lo ha puntualizado Enrique Sainz, abogado de familia que ha entrado en conexión en directo con Sonsoles Ónega para darle luz al caso. «Y si llegarais a casaros, el matrimonio sería declarado nulo de manera automática, porque el código civil lo recoge como algo prohibido». Ellos han asentido con la cabeza, conocedores de ello.

Les costó mucho contar la relación a su padre, Julián, pero finalmente todo el entorno cercano e íntimo de la pareja ha entendido que se quieren y han normalizado este lazo.

El otro punto que le está dando especiales quebraderos de cabeza es el ser padres.

Antes de decidirse a ello consultaron «a cuatro genetistas, algunos de gran prestigio en Barcelona. Todos nos animaron a seguir adelanto y nos explicaron las posibilidades y riesgos. Nos hicimos análisis y decidimos seguir adelante porque no tenía por qué pasar nada», han apuntado Ana y Daniel.

Para tratar más en profundidad este aspecto, Sonsoles Ónega ha hablado con Dolores Saavedra, genetista, que se ha mostrado contraria a esas indicaciones que le han dado a la pareja: «Existe el doble de posibilidades de que los hijos tengan problemas de salud y enfermedades».

Los enamorados no se han mostrado conformes con lo que la experta les decía y han llegado a contradecirla, ante lo cual la presentadora ha tratado de poner orden.

El caso de Daniel y Ana ha tenido una gran repercusión a nivel internacional. Se ha publicado su historia de amor tanto en medios nacionales como internacionales y es un caso que sigue despertando comentarios de todo tipo.