La pareja, que se juró amor eterno en 2023, afronta ahora una nueva etapa por separado tras una dura etapa personal y familiar.

Dos años después de la mediática boda que selló su historia de amor, Joaquín Torres (55 años) y Raúl Prieto (48 años) han puesto fin a su relación.

La noticia, revelada por ‘El Español’, ha sacudido al mundo del entretenimiento, puesto que por muchos años, la pareja fue considerada como una de las más sólidas y queridas de la crónica social.

«Me ha dejado. Él dejó la relación hace poco más de tres meses», señaló el arquitecto al citado medio. «Esto es algo que iba a llegar en algún momento. Entiendo que somos personas con cierta notoriedad y que esto es noticiable. Tenía que salir a la luz tarde o temprano», comentó.

Además Torres señaló que: «No se nos ha ocurrido enviar un comunicado porque no creo que Raúl o yo tengamos tanta trascendencia. No somos tan conocidos.

Hemos terminado y hemos dejado que las cosas caigan por su propio peso» y agregó que: «La vida es así, tiene sus altos y bajos. Tiene malos momentos y hay que afrontar las cosas como vienen. El dolor es parte de la vida también». «Que te deje tu pareja, al que has querido tanto, no es nada fácil. La vida es esto. Aceptar las situaciones. Para mí ha sido un palo muy grande. No lo puedo ocultar: aún no estoy bien», finalizó.

De la boda soñada a una inesperada separación

En 2023, Torres y Prieto se dieron el ‘sí, quiero’ en una ceremonia civil celebrada en la Casa de Pilatos en Sevilla, a la cual asistieron diversas personalidades como Belén Esteban, Rocío Carrasco, Terelu Campos, Carlota Corredera, Emman García, entre otros.

El enlace fue el broche de oro tras más de una década de relación. Su historia comenzó en 2012, cuando ambos se conocieron tras bastidores del programa ‘Sálvame’, donde Raúl ejercía como director y Joaquín colaboraba en un sección sobre arquitectura.

El flechazo fue inmediato, aunque su romance no se hizo público hasta cinco años más tarde, cuando Torres ya había dado uno de los pasos más significativos de su vida: decirle a sus dos hijos, fruto de su matrimonio con Mercedes Rodríguez Parra, que se había enamorado de un hombre. «Fue lo más difícil en mi vida. Yo tenía terror de decirle a mis hijos: ‘Papá es homosexual’. Ellos eran muy pequeños. Cuando me separo tenían 7 y 2 años», explicó en su momento.

Los inicios de la crisis

El mismo año de su boda, Joaquín Torres sufrió un grave accidente de moto. La consecuencias fueron devastadoras: múltiples fracturas, seis operaciones y, posteriormente, una infección de huesos que complicó su recuperación. Sin embargo, durante todos esos meses, Raúl estuvo a su lado, pendiente de cada detalle, aunque aquel trágico episodio marcó un antes y un después en su matrimonio.

Meses más tarde, en marzo de 2024, el arquitecto confesó que se encontraba viviendo uno de los momentos más complicados de su vida.

No solo por su estado de salud, sino por la muerte de su madre y la tensa relación con sus hermanos.

En esa misma entrevista, Torres ya adelantaba una crisis en su matrimonio: «Llega un momento que cuando las cosas no funcionan de una manera adecuada… es el amor de mi vida pero ahora necesito curarme y todo lo demás es secundario».

A pesar de sus palabras, el arquitecto hizo hincapié en que no se trataba de una ruptura, sino mas bien de un gesto de amor. «Raúl sufre por verme sufrir y yo sufro por ser una carga porque sé que soy una carga y eso es muy duro. En este momento he decidido tomar algo de espacio por su salud mental, porque lo necesita», añadió.

Una separación discreta

Aunque sus familiares y su círculo más cercano ya sabían que la relación había terminado, la expareja ha logrado mantener la noticia en privado, alejada del foco mediático durante meses. «Apenas mantienen contacto», reveló una fuente y agregó que se han dejado de seguir en redes sociales.

Según revela ‘El Español’, la decisión fue de acuerdo mutuo y sin rencores. «La pasión y la complicidad se han ido desvaneciendo», señalaron fuentes cercanas a la expareja.

A día de hoy, Joaquín Torres continúa centrado en su trabajo y sus hijos, mientras que Raúl Prieto continúa su camino por la televisión.

Un final inesperado para una de las parejas más mediáticas de nuestro país, que pasó de protagonizar una boda de ensueño a enfrentarse a la realidad más dura: la del amor que, pese a todo, no pudo resistir el paso del tiempo ni los golpes de la vida.