La sevillana se casó a los 25 años y tuvo seis hijos antes de dar el salto a los escenarios.

María Galiana no solo ha sido una de las actrices más importantes de la trama de Cuéntame cómo pasó a lo largo de sus 23 temporadas, sino que el pasado miércoles se convertía en la protagonista absoluta del último capítulo de la serie con una bonita escena donde se recreaba la muerte de la que se ha convertido en la abuela de España.

Y es que el personaje de Herminia ha sabido encandilar a los seguidores de la familia Alcántara durante más de dos décadas, aunque su entrada en el mundo de la interpretación fue algo tardía.

Nacida en Sevilla el 31 de mayo de 1935, María Galiana se licenció en Filosofía y Letras y dedicó gran parte de su vida profesional a ejercer como profesora de Historia y de Historia del arte.

Algo que, según ella, fue su verdadera vocación. Tanto es así que estuvo durante cuatro décadas ocupada en cuerpo y alma en la enseñanza, tiempo en el que tuvo seis hijos con Rafael, el que fue su esposo desde los 25 años hasta su muerte en 2008.

De su etapa como maestra, la actriz recordaba en una entrevista en El Hormiguero que, si bien nunca fue estricta, sí que procuró que los alumnos aprobasen prestándoles toda la ayuda necesaria.

De hecho, presumía de que su tasa de suspensos era de la más baja de todo el instituto.

De la misma manera, se enorgullecía de haber sido capaz de haberle puesto un sobresaliente al que peor le caía de la clase porque la justicia, para ella, estaba por encima de todo.

A sus 88 años, siempre ha señalado que lo que más detesta es ser ama de casa, por lo que cuando tenía 50 no dudó en dar el salto al mundo del espectáculo debutando como actriz en la película Madre in Japan.

Corría por entonces el año 1985 y, aunque ya había actuado de pequeña en obras de teatro, para María Galiana se abría un nuevo mundo puesto que en 1999 se alzaba con el Goya a la Mejor actriz de reparto por su papel de Rosa en Solas, de Benito Zambrano. Sin embargo, no fue muy bien recibido por la sevillana.

Definiéndose a sí misma como una mujer independiente, trabajadora, leal y nada cariñosa, María Galiana destacaría después que, tal y como la Academia le había entregado a ella el galardón, también se lo había dado a actores «que son infames de malos».

Aunque por mucho que se muestre humilde, lo cierto es que tiene un don especial para la interpretación. Para su personaje de Herminia en Cuéntame cómo pasó, la actriz reconoció que se había inspirado en , una de las personas más importantes de su vida: su abuela, llamada también María.