En un vídeo viral, la influencer explica cómo funciona el negocio de los paparazzi y reconoce tener buena relación con algunos de ellos.

María Pombo, una de las influencers más famosas, sufre esclerósis múltiple

María Pombo (30 años) está viviendo uno de los veranos más dulces de su vida.

Desde hace semanas, la influencer disfruta de su refugio cántabro junto a su marido, Pablo Castellano, y sus dos hijos, Martín y Vega, mientras espera la llegada de su tercera hija, a la que llamarán Mariana.

Pero la paz veraniega se ha visto alterada por la publicación de unas imágenes en las que aparece en bikini en la playa, luciendo tripita premamá, y que han generado un intenso debate sobre si se trataba de un posado pactado o de un robo consentido.

Lejos de quedarse callada, la propia María ha decidido dar un paso al frente y grabar un vídeo para aclarar lo sucedido.

Fiel a su estilo utilizando un tono entre irónico y confidente, la influencer ha compartido con sus seguidores lo que hay detrás de esas supuestas fotos robadas que ilustran la portada de la revista ‘¡Hola!’.

«Exclusiva. Me hacen estas fotos junto con mi marido en la playa. ¿Son robadas, son pactadas, ha cobrado por estas fotos? Lo sabremos todo…», comienza diciendo con una sonrisa. «Os voy a contar todos los salseos que hay detrás de unas fotos de paparazzi», añade entre risas.

María Pombo y Pablo Castellano en el mar

María, que ya está de 17 semanas de embarazo y que confesó recientemente que esta gestación está siendo emocionalmente más difícil que las anteriores, se ha sincerado sobre cómo suele gestionarse este tipo de situaciones: «Por norma general, tú ves al fotógrafo. De hecho, el fotógrafo se acerca a ti antes de empezar a hacerte las fotos, si es una persona con educación… te dice: ‘Oye María, me están mandando aquí porque quieren estas fotos vuestras’. Con lo cual, si eres una persona decente, dices: perfecto, sé que tienes que hacer tu trabajo».

Con la experiencia que da ser una de las creadoras de contenido con má seguidores, —más de 3,3 millones de seguidores en Instagram—, Pombo asegura que ha aprendido a tomarse este tipo de situaciones con filosofía: «Yo he aprendido a lo largo de los años que alargar este proceso es una tontería. Entonces, cuanto antes te lo quites de encima, es mejor».

A lo largo del vídeo, revela incluso que ha entablado amistad con algunos fotógrafos que la siguen con frecuencia: «Hay uno en concreto que ya es amiguete mío, que se llama Martini. Siempre que vende sus fotos a la revista de turno, luego las fotos que no ha vendido… me las manda a mi mail. Entonces tengo unas joyitas. Gracias a los fotógrafos, que agradezco mogollón».

Sobre las imágenes en cuestión, María ha sido tajante: «Ojalá esto fueran fotos pagadas. Ojalá cada vez que te hacen una foto y sales en una revista te pagasen derechos de imagen, pero no. Eres una persona pública que estás en un lugar público y te pueden hacer fotos. Así que, por norma general, si tú no das una exclusiva y una entrevista, no hay dinero de por medio. Si lo hubiese y estas fotos estuviesen pagadas, no sé qué problema habría».

La influencer también aclara que no tuvo ningún tipo de control sobre las instantáneas que finalmente llegaron a la portada: «Tampoco puedes elegir las fotos que están dentro de la revista. O sea, a ti el fotógrafo te hace las fotos y no te las pasa. Y la revista tampoco te las pasa. No puedes ni editarlas, como he leído por ahí. Te hacen las fotos, las venden, las publican. Fin».

Una noticia adelantada por la prensa

A esta polémica se suma que no ha sido ella quien ha dado la exclusiva sobre su embarazo. La revista ‘¡Hola!’ fue la encargada de anunciar, el pasado 14 de julio, que María Pombo está esperando su tercer hijo. Ella misma confirmó la noticia un día después, a través de un emotivo vídeo y una romántica imagen besándose con su marido: «Nuestra exclusiva, para nuestra familia, nuestros amigos y para vosotros (aunque se nos hayan adelantado)».

En ese momento, reveló que están esperando otra niña y que el nombre elegido es Mariana.

En cuanto a cómo ha llevado estos primeros meses de gestación, María no ocultó lo mal que lo ha pasado emocionalmente: «Estoy saliendo de esta nube negra que han sido estos tres meses. En este embarazo he sentido que me han quitado mis sentimientos, por lo menos los buenos. He estado apática, triste… Estoy feliz. Desde el minuto uno que os enterasteis, han sido mensajes de respeto y de cariño».

También admitió que ha sentido una gran frustración por no haber sido ella quien controlase el relato: «En este embarazo he tenido mucho más miedo. Iba a cada ecografía solo queriendo escuchar el corazón y que me dijesen que estaba todo bien. Lo he pasado mucho peor. Íbamos al ginecólogo por la noche para que todo fuese lo más discreto posible. Todas las precauciones que he tenido… y no ha sido mi noticia».

Ahora, con una niña más en camino, los Castellano-Pombo están a punto de convertirse en familia numerosa. Y como dice la propia María: «Tuve un sueño… Tengo todo lo que quería».