La cantante se ha abierto en canal ante Sonsoles Ónega y se ha referido tanto a sus grandes retos profesionales como a sus luchas personales.

Pastora Soler celebra sus 30 años en la música y ha acudido al plató de ‘Y Ahora Sonsoles’ (Antena 3) para hablar sobre su carrera profesional y los grandes retos que, en lo personal, ha tenido que abordar en estas tres décadas encima de los escenarios.

Está de gira y ha apuntado que en sus conciertas «cuento más que canto, para transmitir sobre qué hay tras cada canción y cómo he ido cambiando a lo largo de este tiempo».

Sonsoles Ónega la ha entrevistado en un cara a cara cercano en el que ha conseguido que la artista sevillana desvele algunas de sus grandes intimidades y secretos.

Ella comenzó cantando copla, sorprendido a todo el mundo con la fuerza de su voz. Luis Sanz fue su gran descubridor, que supo ver en ella, esa niña de Coria del Río, una artista en potencia.

Es respecto a él que ha abordado uno de los temas más complicados de su vida, «la lucha para no comer con la idea de estar más delgada, de buscar la perfección… así es que se fueron desarrollando mis complejos».

Sobre Sanz, ha desvelado que él la «obligaba a llevar corsé para tener la cintura más delgada».

Sobre su vida profesional, numerosos éxitos, siendo claves los temas ‘Corazón congelado’ y ‘Dámelo ya’, igual que ‘Quédate conmigo’, con el que fue candidata a Eurovisión representando a España y quedando en un décimo puesto.

Ahora celebra este tiempo como cantante con el single ‘No quiero flores’ y ha enviado un mensaje especial a su marido, que lo conoció sobre las tablas. «Él era coreógrafo, el bailarín que me enseñaba los bailes para las galas, y ahora tenemos dos niñas, una familia maravillosa», ha compartido Pastora Soler.

La artista hispalense ha recordado algunas de las grandes lecciones que han cambiado su manera de ver y percibir el mundo del espectáculo.

Entre estas, ha destacado con Sonsoles Ónega una referencia que le hicieron desde pequeñas y que «he vivido en primera persona»: «Lo difícil no es llegar, sino mantenerse y seguir arriba». Ella lo ha conseguido, como cantante consagrada que, si bien en alguna etapa de su vida ha tenido que parar para recuperarse de momentos emocionalmente complicados, sigue adelante y ahora afronta esta gira de 30 aniversario «con más ilusión que nunca».

Sobre este último episodio, el desencadenante fue el desmayo que tuvo durante uno de sus conciertos en 2014. En esos momentos decidió alejarse temporalmente de los escenarios, «sin saber si sería capaz de volver».

Son imágenes que no es capaz de ver, la de esa caída que fue la llamada de atención definitiva para tomarse un descanso y recuperarse de tanta presión.

Ese episodio marcó un antes y un después que le ha permitido, entre otras cosas, estar este jueves con Sonsoles Ónega: «Prioricé la persona y la madre sobre la artista, y hay lugar para todo».