El veterano periodista, que se retiró de la profesión a finales del año pasado, sigue manteniendo ahora un perfil tan discreto como cuando estaba en activo.

Acaba de recibir un premio en manos de la reina Letizia.

El 21 de diciembre del año pasado, y después de más de tres décadas convertido en un personaje imprescindible de nuestra pequeña pantalla, un emocionado Pedro Piqueras se despedía de los espectadores de Telecinco.

«Me voy con el mejor de los recuerdos, que es el haber estado con ustedes tantos años. Les deseo tiempos de menor crispación, más justicia y demás felicidad. Muy buenas noches y hasta siempre», eran entonces sus emotivas y últimas palabras.

Minutos antes de arrancar el que iba a ser el último informativo de su vida, el veterano y popular periodista ya advertía que estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano por no emocionarse.

Pero cuando sus compañeros de Mediaset le rendían un cariñoso homenaje en su último día de trabajo, muy a su pesar, no pudo evitar las lágrimas.

Hoy, ya disfrutando de su jubilación dorada tras dar el relevo a Carlos Franganillo , la emoción ha vuelto a estar presente en la entrega de los Premios de Periodismo de la Asociación de la Prensa de Madrid, que en su 85.ª edición se han entregado esta mañana en la Real Casa de Correos de la capital.

Pedro Piqueras ha recibido de manos de la reina Letizia el galardón a mejor periodista de 2023, reconociendo, en palabras del jurado, «una brillante carrera periodística durante 51 años, destacando sus 34 años dedicados a la información televisiva».

El presentador aceptaba el galardón con modestia, asegurando que «he procurado toda mi vida ser un relator de hechos, no una estrella rutilante«.

El objetivo de Pedro Piqueras: recuperar su vida personal.

Aunque no ha dejado del todo el periodismo, ya que sigue colaborando en un programa de Radio Nacional, el albaceteño explicaba a los medios de comunicación reunidos en la reciente boda de Irene Villa cómo están siendo sus días desde que tomó la decisión de jubilarse.

Piqueras aseguró que estaba « pasándolo bien, haciendo cosillas y escribiendo«.

Poco activo en las redes sociales, en sus breves incursiones en su muro de Instagram, vemos que está aprovechando estos primeros meses de jubilación, sobre todo para viajar.

Desde destinos cercanos como el Mediterráneo levantino o más lejanos como un glaciar en la Patagonia, parece que Pedro Piqueras trata de recuperar el tiempo perdido tras largas décadas dedicado en uña y carne a su profesión.

Pero también desde sus redes sociales ha expresado su pesar por no estar al pie del cañón a la hora de informar de acontecimientos tan trascendentes como las inundaciones provocadas por la DANA .

«Tengo la amarga sensación de no estar donde debería.

Hoy, a miles de kilómetros de España, sin apenas cobertura, y viendo las escasas imágenes que llegan desde Valencia, Albacete y otros lugares, estoy profundamente consternado por tantas víctimas y por tanto dolor», aseguraba el periodista manchego.

La faceta familiar más desconocida de Pedro Piqueras.

Ahora este periodista de raza dispone de mucho más tiempo para disfrutar de una estupenda vida personal que se ha construido al lado de su pareja, Esther Barriga.

Sobre ella y sobre su hijo, Curro, fruto de un primer matrimonio con su novia de juventud, se sinceraba junto a Jesús Calleja .

«Yo tenía el horario de madrugada y me levantaba a las ocho de la tarde para estar con él un rato, y me iba a las 11 de la noche a trabajar después de que él se hubiera acostado. Volvía a las 10 de la mañana», le comentaba al aventurero leonés.