La nieta de Rocío Jurado presentó una demanda contra la productora de ‘Rocío: contar la verdad para seguir viva’ en 2021.

El conflicto entre madre e hija se remonta a un incidente ocurrido en 2012.

Ha sido en la Audiencia Provincial de Madrid donde se ha producido el encuentro. Después de 13 años en los que no se han visto ni han hablado, han tenido que coincidir.

Rocío Carrasco, de 48 años, como testigo y su hija, Rocío Flores, de 28, como demandante.

La hija de Antonio David y nieta de la más grande presentó una demanda contra ‘La fábrica de la tele’, que ahora se llama ‘La Osa Producciones Audiovisuales’, por la emisión del documental ‘Rocío: contar la verdad para seguir viva’.

Un polémico programa que pudo verse en 2021 en Telecinco y que dio lugar a todo tipo de reacciones. Rocío Carrasco hablaba por primera vez de lo que había pasado no solo durante su matrimonio con Antonio David Flores, sino del conflicto que había dinamitado la relación con sus dos hijos.

Es precisamente aquí donde Rocío Flores ve la ilegalidad: se publicaron documentos policiales y judiciales del incidente entre madre e hija que tuvo lugar en 2012 y que puso fin al contacto entre ellas.

Una serie de documentos, que Rocío Flores señala que eran confidenciales, que Rocío Carrasco ofreció a la productora y después los comentó en televisión.

Por eso la que fuera colaboradora de ‘El programa de Ana Rosa’ considera que se cometió un delito de vulneración de su intimidad y de revelación de secretos agravada.

La defensa de la que fuera ‘La fábrica de la tele’ señala que contaban con el consentimiento de una de las parte involucradas, y que algunos de los mencionados documentos ya habían sido publicados por otros medios.

Esa fue la estrategia que consiguió que, la demanda presentada en 2021, fuera desestimada en un primer momento. Sin embargo, la nieta de Rocío Jurado no ha querido rendirse y presentó un recurso.

Tanto ella como su padre han desaparecido ahora del mundo de la televisión, aunque Rocío sigue presente en sus redes sociales.

Ninguna de las dos mujeres ha querido hacer declaraciones a su entrada en la Audiencia Provincial de Madrid.

A la salida, así lo han verbalizado también, pidiendo a los periodistas allí apostados que las dejaran tranquilas.

La primera en salir era Rocío Carrasco, tranquila y dejando claro que no quería decir nada. «Todo bien», decía, pidiendo perdón.

Poco después, cuando ya se había marchado su madre, salía Rocío Flores, visiblemente afectada y, según aseguran los presentes, al borde de las lágrimas. «No voy a decir absolutamente nada», señalaba. «Esto para mí ha sido siempre un tema que he querido llevar en la intimidad, y no tengo nada que decir», compartía.