Ha reaparecido en televisión para contar cómo ha sido su vida tras el fallecimiento de su marido.

Ronna Keith cuenta por primera vez cuál fue el legado que Papuchi dejó a  sus hijos en común

En el universo de las historias de amor más inesperadas del panorama social español, hay una que destaca por su autenticidad y también por su diferencia de edad: la de Ronna Keitt y el doctor Julio Iglesias Puga, más conocido como Papuchi. Una historia que desafió prejuicios, esquivó titulares malintencionados y resistió el paso del tiempo gracias a una complicidad poco común.

Hoy, Ronna vuelve a reaparecer en televisión para rendir homenaje al que fue su marido con motivo del que habría sido su 115 cumpleaños.

Y como siempre, se ha mostrado muy discreta a la hora de hablar de la familia Iglesias, con la que ya no mantiene ningún tipo de contacto, a pesar de tener dos hijos de Papuchi, hermanastros de Julio Iglesias.

La historia de amor de Papuchi y Ronna

Ronna Keitt, viuda de Papuchi, reaparece irreconocible tras 20 años alejada  de los medios: “La diferencia de edad no se notaba como se piensa”

Corría la década de los 80 cuando Ronna, una joven modelo estadounidense, paseaba por el madrileño Paseo de la Habana con una amiga. Aquel día, su vida cambió.

Un carismático médico gallego, viudo y 48 años mayor que ella, se acercó con desparpajo y simpatía. “Esa morenita será mi mujer”, dijo con convicción Julio Iglesias Puga. Y lo fue. Lo que empezó con un café se transformó en una relación de más de una década que culminó en una boda secreta en 2001.

La diferencia de edad, tema recurrente en las conversaciones públicas sobre la pareja, jamás fue un problema para ellos. “Él era un hombre muy juvenil, astuto, rápido de mente… La diferencia de edad no se notaba como se piensa”, ha contado Ronna recientemente en el programa TardeAR.

Papuchi era una persona muy carismática: popular en televisión, médico respetado, padre de dos hijos, entre ellos el internacionalmente famoso Julio Iglesias, y poseedor de una personalidad magnética.

La boda secreta

Así es la vida actual de Ronna, viuda de Papuchi, con sus 2 hijos en Florida

Su boda secreta en 2001 fue íntima y espontánea. “Fue él quien insistió más. Cuando estábamos delante de la jueza, dijo: ‘Llevamos muchos años juntos, no es algo de un día para otro’”, recuerda Ronna entre risas. Para ella, esta relación fue como un “cuento de hadas”.

De su unión nacieron dos hijos: Jaime Nathaniel, en 2004, y Ruth, en 2006. Su hija pequeña no pudo llegar a conocer a su padre, ya que nació siete meses después de su fallecimiento.

Una pérdida dolorosa en unos meses clave para el embarazo, pero Ronna lo asumió con serenidad: “No me sentí sola. Era su hija la que nacía. Él estaba con nosotras en espíritu”.

Desde la muerte de Papuchi en diciembre de 2005, Ronna ha optado por una vida tranquila, alejada de los medios, en Jacksonville (Florida), donde reside con sus hijos.

La educación de sus hijos

Ronna Keitt Jaime y Julio Iglesias Puga 03

Aunque ha heredado buena parte del patrimonio del doctor, como casas en Madrid, Peñíscola y Filadelfia, siempre ha afirmado que el mayor tesoro que le dejó es su familia. Ronna se ha volcado en criar a sus hijos con los valores que tanto admiraba en su marido: la alegría, la humildad y la pasión por la vida.

“No quiero que mis hijos se tomen la vida demasiado en serio. Quiero que sean felices, porque él lo era”, ha manifestado. De hecho, cada año viajan a España para que sus hijos conozcan de cerca sus raíces y puedan empaparse de la cultura de su padre. El lugar que más visitan es Galicia, tierra natal del doctor, y Peñíscola, donde suelen pasar los veranos.

Han pasado casi 20 años del fallecimiento de Papuchi, y Ronna ya no es la misma joven que veíamos en televisión acaparando titulares, sino una mujer que ha crecido y ve la vida desde una perspectiva diferente.

Eso sí, continúa defendiendo el amor sincero, la admiración y la complicidad que tenía con el que fue su marido. “No fue una boda de conveniencia. Fue una boda por amor”, ha dicho ella en más de una ocasión. Y aunque es verdad que gracias a esta boda ha salido bastante beneficiada, tanto por la herencia como por su pensión de viudedad, Ronna siempre se ha mantenido discreta y no ha querido aprovecharse de la familia Iglesias.