El actor de ‘7 vidas’ iba en un tren cuando alguien le recomendó que se hiciera una revisión.

El actor Santi Rodríguez, de 60 años, recibió un diagnóstico que le cambió la vida. Y todo comenzó en un tren, durante una conversación casual con dos extraños.

Así lo ha comentado el intérprete, conocido por su papel en ‘7 vidas’, durante una entrevista con la web de Telecinco.

Y ha querido compartirlo porque algo tan sencillo como una revisión puede haberle salvado la vida. «Afortunadamente, lo detectamos a tiempo», ha expresado.

La salud tiene un importante papel en la vida de Santi Rodríguez. Sobre todo porque desde hace años tiene el espectáculo ‘Infarto, ¡no vayas a la luz!’, en donde cuenta su propia experiencia tras sufrir un infarto.

Pero el último diagnóstico poco tiene que ver con aquella experiencia: iba sentado en el tren y, frente a él, llevaba un matrimonio formado por dos médicos.

Ella era médica de familia y él, presidente del Colegio de Neumólogos de España.

Fue entonces cuando Santi admitió que nunca había ido al neumólogo para que le hicieran una revisión.

Entonces el especialista le hizo las siguientes preguntas: «¿Has sido fumador?», «¿Toses por las mañanas?».

Solo esas preguntas, y las consecuentes respuestas afirmativas, fueron suficientes para que el profesional le recomendara una visita al médico. «Mal hecho. Te deberías mirar, porque seguramente tengas EPOC», le dijo.

Santi admitió que no tenía ni idea de lo que le hablaba. «Yo esa palabreja no la había oído en mi vida», ha confesado, recordando lo sucedido.

Decidió acudir a una revisión, donde le realizaron una espirometría, una prueba que consiste en mediciones de la capacidad pulmonar y en donde el paciente solo tiene que soplar por un tubo.

«Con esa prueba me diagnosticaron EPOC. Es tan fácil de hacer y puede cambiar vidas. El diagnóstico precoz no solo mejora la calidad de vida, también puede evitar complicaciones muy serias», ha advertido el actor.

Según la asociación de pacientes con EPOC, en España hay 33,9 casos de esta enfermedad crónica por cada 1.000 habitantes, y afecta especialmente a las personas entre 40 y 80 años.

Causa dificultades para respirar, broquitis crónica, tos y mucosidad persistentes e implica un daño progresivo en los pulmones.

Se recomienda que las personas que fumen o hayan sido fumadoras se hagan la espirometría aunque no tengan síntomas, precisamente para tener un diagnóstico temprano como el de Santi Rodríguez.

«Afortunadamente, lo detectamos a tiempo. Solo tengo que tomarme mi dosis de inhalador por la mañana y llevar encima uno de rescate por si hiciera falta», ha admitido Santi Rodríguez.

Lo cual no quiere decir que no haga vida normal. «Salgo, hago ejercicio… pero gracias a esa prueba y a haber tenido un diagnóstico temprano», ha comentado.

En su caso, tras haber vivido un infarto y convivir con una enfermedad autoinmune, esto tampoco le frena: «Esto es una cosa más en la mochila con la que convivo». Y, por supuesto, hace años que dejó de fumar.