La actriz ha fallecido en Madrid a los 42 años, dejando al cine español huérfano de una de sus intérpretes más carismáticas. Le gustaba todo lo relacionado con la naturaleza.

La última publicación del perfil de Instagram de Verónica Echegui ya se ha llenado de comentarios con la palabra “Dep”.

La actriz, tal y como ha revelado EL MUNDO, ha fallecido en Madrid a los 42 años. Nació en esta ciudad el 16 de junio de 1983, no como Echegui sino como Fernández de Echegaray.

Se cambió el apellido para que fuera más sencillo mencionarla. “Por intuición, pensé que era mejor crear un nombre propio. Un nombre aparte. Creo que ayuda más a dar ese salto hacia el imaginario”.

Siempre supo que quería dedicarse a la interpretación. Tras acabar el instituto, se presentó a las pruebas para entrar en la Real Escuela Superior de Arte Dramático.

Su primera vez en gran pantalla fue con Bigas Luna, (Yo soy La Juani, en 2006). Ella aprovechaba cada entrevista para agradecerle que la eligiera.

“Fue la primera persona que confió realmente en mí. Y mi encuentro con él fue más allá de lo profesional, porque él era una persona con una vida muy particular y muy visionaria. Él ya en su momento apostaba por la comida orgánica, tenía su propia huerta, sus animales y hacía su pan, su chocolate y era alguien con el que era muy interesante hablar de todo. Me encantaba cómo escuchaba a su equipo con ganas de hacer siempre cosas interesantes. Además, al permitirnos hacer y proponer, logró una película distinta. Me decía ‘ya verás que en el futuro el extrarradio marcará todas las tendencias, la música, la moda’ y todo lo eso se ha ido cumpliendo”, dijo en una entrevista para Telva el año pasado.

De Echegui dicen que siempre se paraba con todos los medios en los photocalls y que era “amable siempre”.

Cumplía el prototipo de chica con la vida en orden: que medita, que vive en el campo y que cree en las energías.

“No miro las pantallas por las noches ni por las mañanas. Nunca me levanto directamente a encender el móvil. Me tomo mi tiempo. No somos conscientes del daño tan grande que hace”, reveló a la revista femenina.

La actriz respondía a todo pero cuidaba mucho su vida privada, no exponía nada a redes sociales.

Utilizaba su Instagram como una valla donde promocionar sus películas. No subía fotos románticas ni cuando estaba enamorada.

Su última relación fue con Alex García, el actor que conoció en el rodaje de Seis puntos sobre Emma (2010). Estuvieron 15 años juntos con ciertos vaivenes, tal y como reveló este suplemento hace un par de años.

En 2016 se le vio a él en actitud cariñosa con la también intérprete Manuela Vellés, ex pareja de Miguel Ángel Muñoz que se dio a conocer con Caótica Ana, de Julio Medem.

Con el tiempo Verónica negó que hubiera pasado algo en su relación y describió a su novio como una “bellísima persona”. “Creo que antes de tener una relación, esas cosas que nos cuentan tipo ‘la pasión desaparece’… bueno, va, viene, pero qué va. Hay algo de conocer a alguien de verdad, profundamente, que es lo más bonito. Yo no echo de menos para nada el principio”, contó a Corazón de TVE.

Emparentada con el Premio Nobel de Literatura José Echegaray, a Verónica luego le han seguido grandes éxitos como El patio de mi cárcel o No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas, en la que también coincidió con Álex. En otra de sus entrevistas confesó que hasta que lo conoció creía que no era capaz de amar.