Las imágenes inéditas y sin editar que mostraban a Sean “Diddy” Combs agrediendo a Cassie Ventura han desatado una tormenta mediática que ahora se traslada a los tribunales.

 

 

Cassie Ventura faces cross-examination in Sean "Diddy" Combs' trial

 

Cuando CNN publicó esas impactantes grabaciones, quedó claro que la carrera del magnate musical estaba en peligro.

Ahora, en un tribunal federal de Manhattan, el juicio por tráfico sexual y extorsión contra Diddy ha comenzado, y las revelaciones no dejan de sorprender.

El 13 de mayo de 2025, Cassie Ventura subió al estrado y contó con valentía una década de abusos físicos, emocionales y sexuales que vivió desde que tenía 19 años y Diddy 37.

Su testimonio, cargado de sinceridad y dolor, pintó a Diddy como un hombre que controlaba su vida como si fuera una propiedad, sometiéndola a un infierno personal.

Cassie relató cómo lo que empezó como un romance en el mundo de la música pronto se tornó en una relación tóxica y dominadora.

Desde controlar su vestimenta y peinado hasta decidir con quién podía hablar, Diddy ejercía un dominio absoluto sobre ella.

Ella confesó sentirse atrapada, como si viviera en una jaula, y narró episodios donde él le robaba pertenencias o le bloqueaba el acceso a su bolso para manipularla.

Los fiscales aseguran que este abuso de poder fue la base de la supuesta red criminal que Diddy dirigía, explotando a mujeres como piezas en su juego.

Uno de los momentos más impactantes fue cuando Cassie habló sin tapujos de las llamadas “free coffs”, fiestas privadas con drogas y contenido pornográfico que Diddy organizaba y grababa.

En esas reuniones, que duraban hasta cuatro días, Cassie era obligada a relacionarse con acompañantes masculinos mientras Diddy filmaba todo desde la distancia.

 

The CCTV footage filmed in March 2016

 

Ella reveló que estas experiencias la hacían sentirse violada y humillada, y que temía negarse porque sabía que él reaccionaría con violencia.

Además, aseguró que Diddy la mantenía drogada con sustancias como quetamina y cocaína para asegurar su sumisión, utilizando esas grabaciones como chantaje para silenciarla.

El abuso físico también fue parte de su relato: golpes que le dejaron ojos morados, magulladuras y un labio roto, seguidos de falsas disculpas y regalos para encubrir el daño.

La sala del tribunal quedó en shock cuando se reprodujo un vídeo de 2016 donde se ve a Diddy persiguiendo a Cassie por un pasillo, tirándola al suelo y pateándola brutalmente.

Esa grabación, filtrada previamente, respaldó al 100% la versión de la víctima y evidenció un patrón de violencia sistemática.

Mientras Cassie se desahogaba, Diddy permanecía impasible, vestido con un traje beige y tomando notas, mientras su defensa negaba todas las acusaciones.

El equipo legal sostiene que Cassie y otros testigos inventan historias para obtener dinero o fama, y que Diddy es inocente de tráfico sexual, extorsión y prostitución.

Sin embargo, la fiscalía construye un caso sólido que acusa a Diddy de liderar una red criminal que usaba su influencia para explotar y controlar a mujeres durante décadas.

Otros testimonios clave, como el de Daniel Philip, un acompañante y stripper, confirmaron que Diddy organizaba encuentros sexuales donde él observaba y daba instrucciones específicas.

Philip describió sesiones de hasta diez horas, algunas con violencia y abuso, y confesó temer por su vida debido al poder ilimitado de Diddy.

El contrainterrogatorio intentó desacreditarlo, sugiriendo celos y motivaciones ocultas, pero Philip mantuvo firme su relato.

También testificó Israel Flores, un agente de seguridad que presenció en 2016 la agresión de Diddy a Cassie en un hotel de Los Ángeles, y confirmó que Diddy intentó sobornarlo para silenciarlo.

La defensa, por su parte, argumenta que los encuentros fueron consentidos y que la violencia fue un asunto privado sin relación con los cargos criminales.

 

Diddy video shows him hitting Cassie Ventura in 2016 surveillance

 

Intentan presentar las fiestas como eventos lujosos propios del estilo de vida de Diddy, y acusan a las víctimas de buscar lucro mediante demandas civiles.

El juez ha impuesto estrictas medidas de seguridad y ha permitido que algunas víctimas usen seudónimos para proteger su identidad durante el juicio.

El caso ha atraído una enorme atención mediática y representa un punto de inflexión para la industria musical, que debe enfrentar sus problemas de poder y abuso.

Más de 60 demandas por agresión sexual, violación y explotación han sido presentadas, y se espera que nuevas víctimas testifiquen en las próximas semanas.

El juicio, que podría durar hasta ocho semanas, es uno de los procesos más importantes por abuso sistemático en el mundo del entretenimiento en los últimos años.

Mientras la fiscalía busca demostrar la existencia de una organización criminal liderada por Diddy, la defensa trabaja arduamente para desmontar las pruebas y proteger a su cliente.

 

Diddy's Lawyers Claim CNN Altered Video of Cassie Ventura Assault

 

El desenlace de este caso marcará un precedente en cómo se aborda la justicia frente a figuras poderosas y la explotación en la industria artística.

Los ojos del mundo están puestos en este juicio que va más allá de un solo hombre, reflejando una lucha contra el abuso, la impunidad y la búsqueda de justicia.

¿Podrá la verdad prevalecer y las víctimas encontrar reparación?

Solo el tiempo y el veredicto final responderán estas preguntas que mantienen en vilo a millones.