La ex de José Fernando Ortega tenía grandes amistades dentro y fuera de la tele, y una de ellas era la de Dakota Tárraga, ex concursante de ‘Supervivientes’, que está destrozada con la muerte de su amiga.

La madrugada del 7 de julio de 2025 marcó un antes y un después para la familia Ortega Mohedano y para todos aquellos que conocieron de cerca a Michu Rodríguez.

La joven, expareja de José Fernando Ortega y madre de su única hija, Rocío, falleció repentinamente a causa de un infarto derivado de complicaciones por un problema cardíaco congénito.

Tenía tan solo 33 años y, aunque su rostro era conocido principalmente por su relación con la familia de Rocío Jurado, muchos destacan que su verdadera esencia solo podía ser apreciada en la intimidad.

Desde el primer momento en que se conoció la noticia, las muestras de cariño y dolor no han dejado de multiplicarse.

El cuerpo de Michu fue velado en el tanatorio de Arcos de la Frontera, en la provincia de Cádiz, y ha sido este 10 de julio cuando, en un emotivo entierro, se le ha dado sepultura en el cementerio municipal.

Numerosos amigos, vecinos y familiares acudieron al funeral, en especial miembros destacados de la familia Ortega Mohedano, como Rocío Flores y Amador Mohedano, quienes no dudaron en viajar para acompañar a los suyos y dar su último adiós a Michu. La pérdida, a pesar de los conflictos del pasado, ha vuelto a unir a todos en el dolor.

Entre las despedidas más emotivas, ha destacado la de Dakota Tárraga, exconcursante de ‘Hermano Mayor’ y ‘Supervivientes’, quien reveló una estrecha y poco conocida amistad con Michu.

Incapaz de asistir al funeral por compromisos personales, Dakota decidió expresar su dolor a través de una sentida carta publicada en sus redes sociales. El texto ha conmovido a miles de seguidores por su sinceridad y ternura.

“Todavía me cuesta creer que ya no estés aquí… No tengo palabras para describir todo lo que siento.

Te has ido demasiado pronto, dejando un vacío enorme, un hueco en mi corazón que nadie podrá llenar”, comenzaba escribiendo Dakota, reflejando una pérdida profunda que parece haberla golpeado en lo más íntimo.

Sus palabras revelan no solo la pena, sino también la admiración por quien fue su amiga: “Eras una madre ejemplar, luchadora, que lo daba todo por su hija, una amiga increíble, siempre servicial, una sonrisa para todos, dispuesta a ayudar a quien lo necesitaba sin pedir nunca nada a cambio”.

Michu, aunque tuvo una vida marcada por la exposición mediática desde su relación con José Fernando Ortega, hijo de Rocío Jurado y José Ortega Cano, mantuvo una personalidad discreta y entregada, especialmente como madre.

Su hija Rocío, de solo 8 años, queda ahora al cuidado de la familia, en medio de un entorno familiar que, aunque complejo, parece haberse cohesionado nuevamente tras la tragedia.

En sus últimos años, Michu había conseguido mejorar su relación con la familia Ortega Mohedano, lo que se reflejaba en la normalización de los encuentros con su hija y en la cercanía con personas como Rocío Flores, con quien compartía una cordialidad creciente.

Esa evolución en su vida personal fue vista por muchos como un ejemplo de superación y madurez.

Dakota continuaba en su carta con un tono íntimo y nostálgico: “Hoy me quedo con los recuerdos, con tu cariño, con las risas que compartimos y con la suerte de haberte conocido. Me duele en el alma tu partida y te voy a echar muchísimo de menos.

Siempre vas a estar presente en mí, en mi vida y en la de todos los que tuvimos la suerte de conocerte, porque eras muy querida por todos. Descansa en paz amiga. Gracias por tanto”.

Estas palabras han servido no solo como homenaje, sino como reflejo del lado más humano y desconocido de Michu, una mujer que, pese a las dificultades, dejó una huella en quienes la rodearon.

Su historia no se limita a los titulares que marcaron su relación con José Fernando, sino que se completa con gestos de entrega, resiliencia y amor por su hija.

La muerte de Michu ha generado un profundo impacto tanto en su entorno mediático como en el personal, recordando que detrás de cada figura pública existe una historia cargada de emociones, vínculos y batallas silenciosas.

La tristeza por su marcha prematura permanece, pero también el recuerdo de una mujer que, según sus más cercanos, vivió con intensidad y amor hasta el final.