Joaquín Prat comenzará el lunes su nueva etapa en Telecinco con ‘El tiempo justo’, el nuevo programa de las tardes de la cadena. Un cambio para el presentador sobre el que ha reconocido cómo le afecta como padre

El regreso de Joaquín Prat a la primera línea televisiva promete ser uno de los movimientos más comentados de esta temporada. A sus 49 años, el presentador madrileño afronta un reto que no solo transformará sus rutinas profesionales, sino también su vida personal.

Con el estreno de *El tiempo justo*, que ocupará la franja de tarde, Prat se prepara para competir de forma directa con una de las figuras más sólidas de la televisión actual: Sonsoles Ónega.

Y lo hace con la determinación de darlo todo para conquistar a la audiencia, acompañado de un equipo de confianza y con el apoyo incondicional de su pareja, Alexia Pla, quien se ha convertido en uno de sus pilares fundamentales.

El propio Joaquín ha confesado que este nuevo horario supone un cambio drástico en su vida.

“Si tienes niños, es clave sentarse a la mesa con ellos. Cero pantallas y cero televisión, para poder tener una charla”, explicaba en una reciente entrevista, dejando claro que, aunque su agenda se vea alterada, para él la familia seguirá siendo lo más importante.

Esa disciplina personal la aplicará ahora por las noches, consciente de que debe mantener ese espacio de conexión con su hijo y que su papel de padre no puede verse afectado por los retos laborales.

En este camino, la figura de Alexia Pla cobra un protagonismo esencial. La joven, discreta en su vida pública pero inseparable del presentador desde hace más de dos años, ha estado a su lado en cada uno de sus cambios y decisiones.

“Ella es mi máximo apoyo”, ha repetido Joaquín en varias ocasiones, reconociendo que sin su comprensión sería mucho más difícil enfrentar los desafíos que vienen.

La pareja acaba de regresar de unas vacaciones idílicas en Formentera, donde disfrutaron de atardeceres mágicos, paseos en barco y momentos de intimidad que sirvieron para recargar fuerzas antes de una temporada que promete ser intensa.

Las redes sociales de Alexia, donde suele compartir algunas pinceladas de su vida con Joaquín, se llenaron de imágenes en las que ambos aparecían relajados, sonrientes y rodeados de paisajes paradisíacos.

La estancia incluyó planes de lujo como jacuzzis al aire libre, cenas frente al mar y veladas románticas que confirmaron la gran complicidad entre ellos. Un oasis perfecto antes de sumergirse en la exigencia del trabajo televisivo diario.

Pero en lo profesional, Prat no esconde su ambición. Si bien reconoce la buena relación que mantiene con Sonsoles Ónega, también ha dejado claro que su objetivo es superarla en audiencias.

“La competencia es sana y me motiva a dar lo mejor de mí. Respeto a Sonsoles, pero quiero ser líder”, habría comentado en una charla con su equipo.

Esta confesión refleja la intensidad con la que afronta la batalla por el prime time de la tarde, una franja clave en la televisión española.

En *El tiempo justo*, Prat no estará solo. Lo acompañarán César Muñoz y María Ruiz como copresentadores, además de un grupo de

colaboradores de confianza como Leticia Requejo y Alexia Rivas, rostros que ya han trabajado junto a él y que le garantizan un entorno de complicidad y profesionalidad.

El formato pretende mezclar entretenimiento, actualidad y entrevistas con un ritmo ágil, buscando conquistar a un público variado que se mueve entre la información ligera y la necesidad de desconectar tras la jornada laboral.

La presión es alta: se trata de un cambio estratégico en la parrilla, con el que la cadena pretende reforzar sus tardes y plantar cara a la competencia.

Los directivos confían en la experiencia y el carisma de Prat, que a lo largo de su carrera se ha ganado un lugar privilegiado como uno de los comunicadores más cercanos y versátiles de la televisión en España.

Desde sus inicios en radio hasta su consolidación en televisión, ha sabido conectar con el público gracias a una mezcla de naturalidad, humor y seriedad cuando la ocasión lo requiere.

Sin embargo, no todo es televisión en la vida del presentador. Prat insiste en que su equilibrio personal es clave para rendir en lo profesional.

Por eso, insiste en reservar momentos de desconexión con su pareja y con su hijo, y en mantener tradiciones como las cenas sin pantallas, en las que la conversación y el contacto humano son la prioridad.

Una filosofía que, según él, le permite no perder de vista lo realmente importante.

El reto de Joaquín se produce en un momento en que la televisión vive una feroz batalla por las audiencias. La llegada de nuevas plataformas digitales y la fragmentación de la oferta obliga a los presentadores a reinventarse y conectar de manera más auténtica con la audiencia.

En este contexto, la figura de Prat aparece como un valor seguro: cercano, con experiencia y capaz de adaptarse a distintos formatos sin perder su esencia.

Con *El tiempo justo*, Joaquín Prat se juega mucho más que un éxito de audiencia: se juega consolidar su lugar como referente en la franja

de tarde, competir de tú a tú con una de las presentadoras más respetadas del panorama actual y demostrar que aún tiene mucho que ofrecer en una carrera que, lejos de estabilizarse, parece entrar en una nueva etapa llena de retos y expectativas.

Todo ello con el respaldo de su pareja, de su familia y de un público que, tras años de verle crecer en la pantalla, espera con curiosidad e ilusión esta nueva aventura televisiva.