Óscar, un madrileño de 49 años, ha visitado ‘First Dates’ para encontrar el amor y hacer frente a su mayor problema de autoestima.

Un soltero de Madrid asombra a su cita en 'First Dates': Soy guapo pero no me lo acabo de creer, no sé venderme

La última entrega de ‘First Dates’nos ha dejado una cita con más silencio que química. Óscar, madrileño de 49 años y gestor bancario en paro, acudió al restaurante del amor con una confesión bajo el brazo: “Sé que soy guapo, pero no me lo acabo de creer. Simplemente me digo en mi interior ‘créetelo porque eres guapo’”.

A pesar de su seguridad frente al espejo, el madrileño admitió no sentirse un “partidazo” y reconoce que ligar no es lo suyo: “No soy tanto partidazo porque no sé venderme y no acabo de llegar tanto a las chicas. Necesito iniciar una conversación, que me conozcan y que coincidamos en bastantes cosas para que se fijen en mí”.

Óscar también confesó ser muy tímido, aunque con el tiempo gana confianza. Eso sí, apps de ligue ni tocarlas: “Tuve una mala experiencia y una chica llegó a estafarme 2.600 euros”.

Entre sus pasiones destacan los juegos de mesa, el cine, viajar por pueblos y una afición que sorprendió a Carlos Sobera: descubrir el origen de palabras y frases antiguas. “Yo recopilo mucha información y la utilizo para iniciar conversaciones y poder ligar”, reveló entre risas.

Sonia, directa y exigente

Sonia en 'First Dates'

La cita de Óscar fue Sonia, también de 49 años y procedente de Algeciras. Se presentó en ‘First Dates’ como orientadora laboral y dejó claro desde el principio que prefiere que sean los demás quienes hablen bien de ella: “No me gusta echarme flores a mí misma. Que hablen los demás bien de mí, pero yo no”.

Sobre Óscar, su primera impresión fue tajante: “No es guapito”. Aun así, le dio una oportunidad a la cena. Él, en cambio, fue más diplomático: “Me ha parecido una chica interesante, no es extremadamente atractiva, pero tampoco del montón”.

El cine une, el deporte separa

En los primeros compases de la cita, ambos encontraron un punto en común: el cine. Mientras comentaban la última entrega de ‘Misión Imposible’, parecía que la conversación fluía. Sin embargo, el tema del deporte marcó distancias: “Lo que no me ha gustado es que no le gusta el gimnasio porque yo casi todo el tiempo libre que tengo, lo dedico al gimnasio”, explicó Sonia.

Mientras, Óscar le comenta su problema de belleza a Sonia: “Yo soy una persona que no me acabo de ver tan guapo como me dice la gente que soy, me cuesta trabajo verlo”. Aunque en la cara del madrileño no se atreve, Sonia confiesa al programa de ‘First Dates’ que a ella “no le ha parecido guapo”. Sin embargo, él ve en ella muchas posibilidades.

Los silencios se apoderan de la cita

Óscar y Sonia en 'First Dates'

Los silencios no tardaron en llegar a la cita, y Óscar recurrió a lo que él mismo llama su “arma secreta”: hablar del origen de expresiones como “perderse por los cerros de Úbeda”, “ponerte mirando para Cuenca” o incluso de la palabra “chumino”. Pero la estrategia no funcionó. Sonia seguía respondía con monosílabos y poco interés.

El de Alcobendas pronto se da cuenta de la situación y le incomoda un poco ser siempre él, el que saque el tema de conversación. “Es como si a ella no me mostrase el interés suficiente que yo buscaba”.

Viendo la cita llena de silencios, Óscar se lo deja insinuar a Sonia, confesándole uno de sus mayores complejos: “Tengo el miedo de estar callado. El miedo a iniciar una conversación y que no le resulte interesante a esa persona”.

Pero después de esta profunda conversación, lo que le interesa a Sonia parece que está en el plato y no sentado en frente suya. “Qué bueno el postre”, dice Sonia cambiando de tema.

Decisión final

Óscar y Sonia en 'First Dates'

Tras terminar el postre visitaron la discoteca de ‘First Dates’, y al ritmo de ‘Sex Bomb’ comenzaron a bailar, a pesar de que Óscar fuera arrítmico. Después de liberar un poco de tensiones, llegó la hora de la verdad: ¿Habrán congeniado a pesar de los silencios?

El primero en decir si quiere una segunda cita es Óscar, pero con un ingenioso truco de palabras, le pasa toda la responsabilidad a Sonia: “Yo he notado que he tenido que iniciar la conversación muchas veces y me da la sensación de que tu no quieres tener una segunda cita conmigo. Pero si tu lo quieres, a mi me gustaría tenerla, depende todo de ti”.

Según Sonia, el motivo de sus silencios era “que estaba comiendo y tenía que esperar a masticar y tragar para poder responderle”. Aún así, a la de Algeciras no le gustaría tener una segunda cita con Óscar, al menos como pareja porque “no lo ve dentro de su prototipo”.